México D.F. Miércoles 23 de junio de 2004
Grupos duros rechazan sostener nuevas reuniones
Argentina: división de piqueteros impide desactivar movilizaciones
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 22 de junio. Al culminar la reunión entre el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y los llamados piqueteros duros (movimiento de desocupados más radicalizados), en un intento por calmar la situación que en días recientes provocó momentos tensos en esta capital, se observaron diferencias entre los que quieren soluciones ya y quienes piensan que se debe aceptar la propuesta de realizar próximas reuniones.
"Si hay respuestas y soluciones a algunas propuestas que hemos hecho será por la movilización y por eso seguimos", dijo Néstor Pitrola, del trostkista Polo Obrero, quien, sin embargo, se mostró dispuesto a celebrar nuevas reuniones en los próximos días, mientras grupos piqueteros más pequeños bloquearon hoy las taquillas de trenes en la estación Constitución en demanda de la nacionalización de los ferrocarriles, privatizados en los años 90, y dejaron viajar gratis a los pasajeros.
Al salir de la reunión con el gobierno, los duros anunciaron que realizarán la marcha con cortes a la circulación que está prevista para el próximo 26, fecha en la que se recordará el asesinato, a manos de policías en la provincia de Buenos Aires, de dos jóvenes piqueteros, cuyos compañeros levantaron hoy el bloqueo en un puente que comunica a esta capital con el sur para asistir a la reunión. Los policías irán a juicio oral, pero los desocupados piden a los responsables intelectuales del homicidio.
Entre las propuestas de los distintos sectores está la necesidad de dar becas a jóvenes de entre 18 y 25 años, nuevos subsidios y aumentos a éstos. Además, un tema que ya había sido planteado por la Central de Trabajadores Argentinos es volver a las jornadas laborales de seis horas conservando los mismos salarios y tomando personal para cumplir el resto del horario. Piden empleo efectivo y que se acaben los pagos "en negro", que dejan a miles de personas como subocupadas y sin seguridad social.
Con la flexibilización laboral impuesta durante los gobiernos de Carlos Menem (1989-1999) y Fernando de la Rúa (1999-2001) fueron anuladas todas las conquistas laborales en el país y las empresas ahora manejan "personal esclavo", como señalan los sindicalistas, ya que muchos trabajan 14 y hasta 16 horas. Los piqueteros duros, pero también los llamados dialoguistas, han planteado este cambio de fondo, lo que rápidamente permitiría que millones se incorporaran al empleo.
El gobierno, a su vez, plantea la necesidad de cambiar la metodología de la protesta y, especialmente, lo que sucedió en días recientes con las acciones del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados, de Raúl Castells, ahora aislado del resto, incluyendo varios de los duros.
Algunos funcionarios han dicho a este periódico que se ha reconocido que el corte de carreteras y calles nació de una desesperada necesidad de millones de desocupados, pero que ahora existe la posibilidad de buscar soluciones de manera conjunta. Aunque algunos quieren soluciones en un día, todos los dirigentes saben que esto no puede ser así, exponen.
El gobierno se comprometió a sostener reuniones con los gabinetes social y de trabajo, en especial el próximo 9 de julio, mientras estudia las propuestas planteadas hoy y ofrece dinero para emprendimientos e ir terminando con subsidios, con el fin de incorporar lentamente a los desocupados al trabajo.
Pero hay desesperación social en diversos sectores y las cifras sobre desnutrición infantil y pobreza hablan de que la espera será difícil y dramática. "Esperamos soluciones más contundentes", expresan dirigentes piqueteros.
Los grupos más importantes que se reunieron con el gobierno están encabezados por agrupaciones como el Bloque Piquetero Nacional, en el que predomina el Polo Obrero. También asistieron los dirigentes del Movimiento de Trabajadores Desocupados.
Por otra parte, en Chile, en declaraciones a una radio local, Menem manifestó que se acercaba el momento de volver y que un peronismo de izquierda no es peronismo, al acusar al presidente Néstor Kirchner de usar métodos de Lenin para gobernar.
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