México D.F. Miércoles 23 de junio de 2004
MEXICO SA
Carlos Fernández-Vega
La presumida reactivación no ha tocado a la generación de empleo
También de la SEP y Semarnat llegan reportes sobre despidos de trabajadores calificados
SI LA TESIS OFICIAL DE QUE la economía mexicana se encuentra en plena reactivación fuera correcta, entonces los desocupados estarían a punto de abandonar tal condición y el presidente Fox podría afirmar sin sonrojarse que su gobierno, finalmente, dio "la vuelta a la tortilla" en materia laboral.
SERIA ESPLÉNDIDO QUE por primera vez en cuatro años el discurso oficial caminara junto con la realidad, pero la más reciente información del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) desinfla esa buena intención, puesto que revela que la tan presumida reactivación económica no tocado con su varita mágica a la generación de empleo en el sector formal.
LA ECONOMIA, DE ACUERDO con los propios reportes oficiales, registró un crecimiento del 3.7 por ciento en el primer trimestre de 2004, y aún sin conocer el detalle de lo que sucedió en este renglón durante abril y mayo del presente año, ya se adelanta que los indicadores mantienen las señales positivas.
SE SUPONE QUE LO ANTERIOR debería tener un impacto real, directo, sonoro, en la generación de empleo, pero la susodicha reactivación económica parece no haber considerado este renglón como debiera. Cuando menos esa sensación queda, luego de conocer que en los primeros cinco meses de 2004 la tasa oficial de desempleo abierto -que mide la desocupación sólo en las 32 ciudades más grandes del país- se incrementó en poco más de medio punto porcentual con respecto al nivel reportado al cierre de 2003.
SE RATIFICA, ENTONCES, que la mexicana es una economía que si bien puede manifestar signos de reactivación, no garantiza bienestar para el grueso de su población, comenzando por la generación de empleo, ni mucho menos contribuye al desarrollo nacional. Parece obvio que la llamada recuperación no implica mayor generación de plazas laborales.
UNA DE LAS PRESUNCIONES del gobierno del "cambio" es que en los primeros cinco meses de 2004 la estadística del IMSS registró 193 mil 937 empleos adicionales (57.6 por ciento permanentes y 42.4 por ciento eventuales) a los reconocidos en diciembre de 2003, sin que ello deba entenderse como plazas de nueva creación, sino de reciente inscripción, es decir, las plazas laborales existían pero no habían sido dadas de alta en el instituto.
AUN SI ESE NUMERO correspondiera a empleos de nueva creación y la tendencia se mantuviera hasta diciembre, a lo largo de 2004 se habrían generado alrededor de 465 mil nuevas plazas laborales en el sector formal de la economía, una proporción equivalente a tan sólo 38 por ciento de la demanda y sólo considerando a la población económicamente activa que por primera vez acude al mercado de trabajo en busca de un empleo, es decir, dejando a un lado el creciente rezago que en este renglón se observa.
MIENTRAS EN LOS PINOS sigue la fiesta porque "ya le dieron la vuelta a la tortilla" en esto de la ocupación, el INEGI dio a conocer que en mayo la tasa oficial de desempleo abierto fue de 3.48 por ciento de la población económicamente activa (2.96 por ciento en diciembre de 2003), contra 3.58 por ciento en abril; es decir que la festinada reactivación económica redujo tal indicador en tan sólo una décima de punto porcentual entre un mes y otro, aunque datos desestacionalizados muestran que en el quinto mes de 2004 la TDA fue de 3.73 por ciento, contra 3.68 por ciento en abril.
DE ACUERDO CON LOS resultados de la encuesta nacional de empleo urbano correspondiente a mayo de 2004, la TDA fue de 3.48 por ciento contra 2.74 por ciento en igual mes de 2003. En el indicador por sexo, precisa el INEGI, la tasa de desempleo para los hombres aumentó de 2.74 a 3.21 por ciento, mientras para las mujeres pasó de 2.74 a 3.92 por ciento.
POR GRUPOS DE EDAD, el desempleo abierto afectó a 8 por ciento (10.3 para las mujeres y 6.8 para los hombres) de la población económicamente activa de 12 a 19 años de edad; 6.9 por ciento a la PEA de 20 a 24 años (mujeres 8.9 y hombres 5.6); 3.5 por ciento de 25 a 34 años (mujeres 4.3 y hombres 3); 1.9 por ciento de 35 a 44 años (mujeres 1.6 y hombres 2.1) y 1.8 por ciento de 45 años y más (mujeres 1.2 y hombres y 2.2).
LA ENCUESTA DEL INEGI también revela que en mayo pasado poco más de la mitad de la población ocupada en las 32 principales ciudades del país (con más de 100 mil habitantes) laboró sin prestaciones, en un país en el que 75 por ciento de los que cuentan con un empleo obtiene hasta cinco salarios mínimos de ingreso.
LAS TASAS COMPLEMENTARIAS de desempleo abierto también se incrementaron: la alternativa (que considera no sólo a los desocupados abiertos, sino a la parte de la población no económicamente activa que suspendió la búsqueda de empleo para realizar actividades del hogar o estudio), aumentó de 3.25 a 4 por ciento entre mayo de 2003 e igual mes de 2004; la de presión general (incluye además de los desempleados abiertos a aquellos ocupados que buscan trabajo con el propósito de cambiarse o tener un empleo adicional), de 3.99 a 5.85 por ciento; la de ocupación parcial por razones de mercado y desocupación (porcentaje que representa la población desocupada y la ocupada que labora menos de 35 horas a la semana por razones de mercado con respecto a la PEA), de 3.96 a 5.11 por ciento; y la de condiciones críticas de ocupación (toma en cuenta a la población ocupada que trabaja menos de 35 horas a la semana por razones de mercado, más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo, o que labora más de 48 horas semanales ganando menos de dos salarios mínimos), de 8.59 a 9.54 por ciento.
PARA LOS PRIMEROS cinco meses de 2004, los promedios reportados por el INEGI fueron los siguientes: tasa de desempleo abierto, 3.73 por ciento de la PEA (mujeres 4.12 y hombres 3.5 por ciento); tasa alternativa, 4.41 por ciento; tasa de presión general, 6.14 por ciento; tasa de ocupación parcial por razones de mercado y desocupación, 5.35 por ciento; y tasa de condiciones críticas de ocupación, 8.92 por ciento.
Las rebanadas del pastel:
NO ES PRIVATIVO DE PEMEX y de la Secretaría de Economía la praxis de desplazar a trabajadores calificados y contratar a improvisados con generosos sueldos: llegan idénticos reportes de la Secretaría de Educación Pública y la Semarnat... La bola crece. [email protected]
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