También cuestionan al organismo dirigido por Laura Valdés

Vamos México carece de transparencia, denuncian grupos de asistencia privada

ANGELES CRUZ

Falta de equidad y transparencia en la asignación de recursos económicos es lo menos que denuncian las instituciones de asistencia privada sobre el trabajo que realizan la Lotería Nacional y la fundación Vamos México, y rechazan el modelo que ésta bus-ca imponer para que los organismos altruistas sean productivos.

Juan Millán, presidente de la Junta de Asistencia Privada, informó que de las 482 instituciones de asistencia privada (IAP) registradas legalmente en el Distrito Federal, apenas 40 recibieron financiamiento de la Lotería Nacional, y de éstas, ocho también obtuvieron recursos de Vamos México.

Estas agrupaciones, que no representan más de 10 por ciento del total, participaron en las convocatorias, se ajustaron a las reglas, presentaron sus proyectos y obtuvieron el apoyo económico. Aun así, ese dinero representó una fracción del total que necesitan para operar.

Cada año, comentó Millán, las IAP "buscan financiamiento en N lugares", y con base en la ley vigente tienen la obligación de presentar a la junta dictámenes fiscales, estados financieros auditados, informes de actividades y programas-presupuesto. Es decir, actúan con estricto apego a la legalidad, aseguró.

Por eso es que la información difundida sobre la falta de claridad en las actividades de la Lotería Nacional y de Vamos México por lo menos "provoca desánimo" y preocupación sobre la animadversión que pudiera generarse en la opinión pública hacia las IAP.

En entrevista con La Jornada, Millán recordó que la actividad de asistencia privada existe en el país desde hace más de 107 años. Las leyes en la materia se originaron en la época de Benito Juárez y establecían que el patrimonio que el Estado decidiera destinar a un fin social quedaría regulado por la Ley de Beneficencia. Esta disposición se consolidó en el porfiriato.

Entonces, aseguró, las IAP tienen un marco legal con un principio republicano. Desde ahí también quedó establecido que las IAP son órganos de interés público, lo cual significa que pueden recibir apoyos del gobierno y de la sociedad.

Su labor está dirigida a apoyar a los sectores más desprotegidos de la sociedad: niños con discapacidad, enfermos graves y adultos mayores, principalmente. Se trata, enfatizó el presidente de la junta, de una labor altruista por la que no se espera recompensa o beneficio económico alguno.

De ahí que para las IAP resulte inaccesible el financiamiento de la fundación Vamos México. De acuerdo con algunos representantes de estos grupos consultados, uno de los requisitos es que presenten proyectos productivos.

Si bien es cierto que los programas de asistencia tienen entre sus objetivos el desarrollo humano integral de las personas, y en ese sentido impulsan la realización de algunas manualidades que pudieran ser productivas, éstas no tienen un carácter comercial ni se hacen con la finalidad de obtener ganancias.

Las IAP rechazan, subrayó Millán, la idea de que todas las instituciones de asistencia deban ser productivas porque sea una moda o una línea que deba seguirse. Su labor "se desarrolla respetando los derechos humanos de la persona, otorgando servicios con un profundo humanismo y calidad", y si además se puede favorecer el desarrollo de alguna capacidad está bien, pero esa no es la meta principal, expuso el directivo.

A partir de los señalamientos de los senadores respecto a la falta de transparencia en la asignación de los recursos económicos de la Lotería Nacional, las IAP exigen que se investigue a fondo y que este conflicto sirva para establecer mecanismos de equidad en la distribución del dinero.

Esto significa, explicó Millán, que todas las instituciones tengan las mismas posibilidades de acceso a dichos recursos, igualdad de condiciones en los concursos, sin preferencias ni discrecionalidad, como ha sido hasta ahora. Cuando eso ocurra, apuntó el directivo, "es altamente probable que un mayor número de instituciones sean beneficiadas".