México D.F. Sábado 19 de junio de 2004
Conclusión de la Conferencia de Naciones
Unidas sobre Comercio y Desarrollo
Distorsiones en precios de productos básicos
elevan pobreza y deuda de los países pobres
Más de 50 naciones menos avanzadas obtienen 50
por ciento de sus ingresos de exportación de tres o menos mercancías
Insta Ricupero a apoyar sin restricción la lucha por tarifas justas
AFP
Sao Paulo, 18 de junio. La decimoprimera Conferencia
de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) que concluyó
este viernes denunció las distorsiones del mercado de productos
básicos, que aumenta la pobreza y el endeudamiento de los países
más pobres del planeta.
"La baja y la inestabilidad de los precios de los productos
básicos en los mercados mundiales y el consiguiente deterioro de
la relación de intercambio han reducido el crecimiento económico
de muchos países en desarrollo (...) contribuyendo a un aumento
de la pobreza y el endeudamiento", advierte el texto de la declaración
suscrita por los 192 miembros de la UNCTAD.
Según
éste, "más de 50 países en desarrollo obtienen más
de la mitad de sus ingresos de exportación de tres o menos productos
básicos", por lo que insta a un apoyo internacional a la diversificación.
Además, incide en cómo las distorsiones
en ese comercio y la concentración de empresas intermediarias han
hecho que disminuyan drásticamente los ingresos de los productores
en los últimos años: "en algunos sectores está disminuyendo
el valor añadido para los productores de muchos países en
desarrollo. Esta situación puede complicarse aún más
debido a la concentración de estructuras comerciales a nivel internacional
y nacional".
El tema ha rondado con fuerza la conferencia. Este viernes,
las organizaciones no gubernamentales (ONG) Action Aid y Oxfam organizaron
una protesta en la que tres personas disfrazadas de los presidentes estadunidense,
George Bush; francés, Jacques Chirac, y británico, Tony Blair,
lanzaron algodón y azúcar sobre los mapas de América
Latina y Africa, simbolizando las ayudas a sus productores y el injusto
comercio.
El propio secretario general de la Conferencia, Rubens
Ricupero, denunció el tema en una conferencia de prensa al término
de las reuniones.
"La lucha no sólo del café sino de otros
productos básicos por precios más justos debe ser respaldada
sin ninguna restricción", reclamó Ricupero la víspera,
cuando productores de café protestaron ante la UNCTAD.
En una reciente entrevista, Ricupero consideró
que el de las materias primas es el gran tema pendiente de la UNCTAD en
sus 40 años de existencia, "porque nunca se consiguió una
política que estabilizara los precios y ayudase a los países
a diversificarse".
El porcentaje que los productores reciben del mercado
internacional del café es ínfimo y se ha ido reduciendo drásticamente.
De los 70 mil millones de dólares que representa ese mercado, los
productores apenas reciben 5 mil, denunció Ricupero.
En la década de los 80, cuando estuvo instalado
un sistema de cuotas y el Acuerdo del Café estaba en funcionamiento,
los productores recibían el equivalente a 11 mil millones de dólares,
de los 30 mil que suponía ese mercado entonces.
El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, protestó
sobre este tema ante la UNCTAD, acusando a los países ricos de limitar
a los pobres a producir sólo materias primas, que entran con arancel
cero en esos mercados, mientras que cualquier producto procesado tiene
aranceles mucho más elevados.
Incluso China, acusó, cobra cero arancel sobre
el café verde, y 53 por ciento sobre el procesado.
La declaración final se dio en dos textos, el consenso
de Sao Paulo, que consta de 188 puntos divididos en 44 páginas;
y el Espíritu de Sao Paulo, de apenas cinco páginas. En el
punto referente a la globalización y los países pobres cita
que "el crecimiento lento e inestable, los bajos precios de los productos
básicos y la inestabilidad del sistema financiero internacional
en una economía mundial cada vez más interdependiente han
hecho más difícil para los países en desarrollo aprovechar
los posibles beneficios de la mundialización".
En otro, relacionado con el desarrollo como prioridad,
concluye que "el desarrollo sigue siendo la cuestión fundamental
en la agenda mundial. Los contrastes entre los países desarrollados
y en desarrollo que caracterizaban el mundo a principios de los años
60 persisten en la actualidad".
También habla de la deuda y resume que "la comunidad
internacional y los países deudores deben intensificar esfuerzos
concertados para alcanzar una solución duradera a los problemas
de la deuda externa de los países en desarrollo", e "insta a los
acreedores oficiales y comerciales a que participen de la Iniciativa Mejorada
a favor de los países pobres muy endeudados (PPME)". También
se denuncia que "durante el decenio de 1990 aumentó la deuda externa
insostenible de muchos países en desarrollo", lo que constituye
"un grave obstáculo al desarrollo".
En lo que respecta a la ayuda oficial al desarrollo, llama
a los países desarrollados a esforzarse en "lograr (los objetivos)
0.7 por ciento del PIB" y de 0.15 a 0.22 por ciento para los países
menos adelantados.
En lo referente a la cooperación sur-sur, la declaración
apoya la ronda de negociaciones con base en el Sistema General de Preferencia
Comerciales lanzado por la decimoprimera UNCTAD sólo para países
en desarrollo y paralela a la OMC, y afirma que "hay indicios alentadores
de que se está generando una fuente considerable de crecimiento
mundial en el sur. Este nuevo fenómeno contribuye a crear una nueva
geografía del comercio mundial".
|