México D.F. Miércoles 16 de junio de 2004
El jefe del Gobierno del Distrito Federal recibió
la flama en el aeropuerto
La multitud impidió que la velocista Ana Guevara
portara la antorcha olímpica
ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ
El
jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López
Obrador, acudió a recibir la flama olímpica al Aeropuerto
Internacional de la Ciudad de México (AICM), acto previo a la ceremonia
en el estadio de Ciudad Universitaria, donde se inició el recorrido
de 52 kilómetros por la ciudad.
Alejandro Encinas, secretario de Gobierno, recordó
los tiempos difíciles que vivía la ciudad de México
hace 36 años, cuando se realizaron los juegos olímpicos de
1968. "La ciudad ha cambiado y esperemos que este sea un momento de identidad
que fortalezca el orgullo de vivir en esta entidad", señaló
en entrevista posterior al acto, el cual duró menos de 10 minutos.
López Obrador estuvo acompañado por el embajador
de Grecia en México, Dyonissios Kodellas, y sin mayor protocolo
recibió la linterna que contiene el fuego olímpico de manos
del embajador del Comité Organizador de los Juegos de Atenas, Spiros
Lambridis.
El jefe de Gobierno mostró la linterna a los representantes
de los medios de información, luego la devolvió a los organizadores
y en seguida pasó a las oficinas del hangar de la Fuerza Aérea
Mexicana, donde cruzó unas cuantas palabras con los organizadores
y regresó al edificio del Gobierno capitalino.
No hubo música, himnos, abanderamiento ni discurso
alguno, sólo el ruido de las turbinas de Hera, el Boeing
747-200 de la comitiva que acompaña la flama, y las indicaciones
del maestro de ceremonias.
En punto de las 7 horas un vehículo del AICM arrastró
a Zeus, el Boeing 747-400 que trajo de la ciudad de Río de
Janeiro, Brasil, el fuego. El avión tiene pintada la silueta de
un hombre trotando que porta la antorcha, así como inscrita la frase
Pass the flame, unite the world (El paso de la flama une al mundo).
A las 7:15 de la mañana se abrió la puerta
de la aeronave y de ella descendió Lambridis con la linterna. López
Obrador y Kodellas caminaron a su encuentro. Este se la entregó
al gobernante, quien la devolvió tras sostenerla unos minutos.
Posteriormente
posaron con la linterna el titular de la Comisión Nacional del Deporte,
Nelson Vargas, y la directora del Instituto del Deporte del Gobierno del
Distrito Federal, Dione Anguiano. Finalmente, un miembro de la comitiva
la llevó hasta el autobús que la trasladó al estadio
Olímpico de Ciudad Universitaria.
El secretario de Gobierno, Alejandro Encinas, señaló
que el recorrido de la flama olímpica por la urbe debe servir para
fortalecer el estado de ánimo de los habitantes de la ciudad, así
como para crear "un sentimiento de identidad y de pertenencia que debemos
valorar mucho".
Refirió que el embajador del comité organizador
agradeció al jefe de Gobierno su colaboración para que se
realizara el recorrido.
Al final de éste, en el Zócalo capitalino,
Andrés Manuel López Obrador declaró a la ciudad de
México como receptora del fuego olímpico, el cual, dijo,
es símbolo de esperanza, humanidad y paz. "Representa la fuerza
del género humano para vencer los retos a través de la unidad,
la buena voluntad y la competencia atlética", apuntó.
López Obrador salió del edificio sede del
gobierno capitalino alrededor de las 19:15 horas acompañado por
el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México,
Juan Ramón de la Fuente, para dirigirse al templete, frente a Catedral,
donde ya lo esperaban integrantes de su gabinete.
La atleta Rosario Iglesias encendió el pebetero
con el fuego olímpico, luego del frustrado intento de la medallista
olímpica Ana Gabriela Guevara para alcanzar la antorcha que portaba
el comentarista José Ramón Fernández, debido a la
gran cantidad de gente, fotógrafos, camarógrafos, policías
y personal de apoyo vial que rodeó a la velocista. El mandatrio
capitalino dijo: "Nosotros, todos, la ciudad de México, anfitriona
de los Juegos Olímpicos de 1968 y en mi carácter de jefe
de Gobierno del Distrito Federal, por el presente honramos y damos la bienvenida
al fuego olímpico a nuestra ciudad. Señoras y señores,
el fuego olímpico de Atenas 2004".
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