México D.F. Lunes 14 de junio de 2004
Participaron más de 4 mil policías
en el operativo para mantener el orden
Reporta Seguridad Pública "saldo blanco" y la
detención de nueve personas
Aficionados, quienes se organizaron para evitar desórdenes
en filas de acceso al estadio
RAUL LLANOS, AGUSTIN SALGADO, SUSANA GONZALEZ Y JOSEFINA
QUINTERO
Más
de 4 mil policías tomaron parte en el operativo montado por
las autoridades capitalinas para resguardar el orden antes, durante y después
del partido Pumas de la UNAM contra Chivas Rayadas del Guadalajara, mismo
que se desplegó no sólo en los alrededores del estadio de
Ciudad Universitaria, sino en calles y colonias aledañas, estaciones
del Metro, paraderos de autobuses y puntos de concentración de aficionados.
Gracias a la acción policiaca, que se inició
la tarde del sábado y concluyó 24 horas después, la
Secretaría de Seguridad Pública (SSP) reportó "saldo
blanco", a pesar de la detención de nueve personas por reventa de
boletos, ingerir bebidas embriagantes y alterar el orden, las cuales fueron
remitidas al juzgado cívico, donde pagaron una multa para ser liberadas.
En el operativo participaron elementos de los agrupamientos
de granaderos, a caballo, femenil, fuerzas especiales, grúas y cóndores
(helicópteros), además de las policías sectorial,
bancaria e industrial, así como el Escuadrón de Rescate y
Urgencias Médicas, quienes tuvieron la responsabilidad de prevenir
cualquier incidente entre los más de 60 mil espectadores que se
concentraron en el campo puma.
Agentes policiacos por doquier
Frente a la expectativa que desde hace muchos años
no causaba un evento de este tipo, la SSP determinó iniciar la vigilancia
desde las 17 horas del sábado, por lo que los granaderos -equipados
con equipo especial y perros- se instalaron en el interior del estadio
universitario, mientras a las afueras lo hicieron los de la montada y preventivos
para prohibir el ingreso de cualquier persona sin boleto.
En la mañana del domingo, policías sectoriales
y de la auxiliar se desplegaron a lo largo de avenida Insurgentes, en el
tramo que va de plaza del Carmen a Periférico, mientras los de vialidad
aceleraban el tránsito. Además, patrullas de vialidad y de
fuerza de tarea se concentraron en el monumento a la Revolución
para escoltar a los camiones foráneos que transportaban a los simpatizantes
de las Chivas, lo cual contribuyó a que no se generaran incidentes.
Asimismo, las unidades policiacas patrullaron las inmediaciones de algunas
escuelas de la UNAM para evitar el secuestro de autobuses.
A la par, en Ciudad Universitaria los elementos del agrupamiento
de granaderos formaron vallas desde Insurgentes hasta el acceso al estadio
para separar a los miembros de las porras de Pumas y Chivas, donde posteriormente
eran revisados para decomisarles cinturones, cohetones, palos de las banderas
y todo objeto que pudiera utilizarse para agredir.
Incluso gracias a ese vasto despliegue se logró
la detención de dos individuos procedentes de la ciudad de Guadalajara,
quienes fueron boletinados hace más de un año por aventar
un petardo en el estadio Jalisco.
Minutos antes de las 11 de la mañana, policías
preventivos que resguardaban una de las entradas de acceso al estadio México
Olímpico Universitario detuvieron a El Hacha y El Chivigón,
aficionados del equipo que a la postre resultó perdedor, gracias
a una fotografía que les fue entregada por autoridades de Jalisco.
El Hacha, cuyo nombre es César Lomelí
García, y El Chivigón, Néstor Barrios Dávila,
son acusados de haber lanzado un petardo que dejó ciego a un aficionado
hace más de 12 meses en el estadio Jalisco, pero debido a que la
procuraduría de aquel estado no solicitó su detención
a su homóloga capitalina el Ministerio Público que se instaló
en el lugar no procedió en su contra.
Desde ayer miles de policías preventivos se desplazaron
a las inmediaciones de Ciudad Universitaria; hora y media antes de que
el árbitro central diera el silbatazo inicial, siete revendedores
fueron detenidos por los uniformados y concentrados en la unidad GP0210
de la policía capitalina, ubicada en la explanada del estadio, y
minutos después fueron trasladados a la unidad móvil del
Ministerio Público que la Procuraduría General de Justicia
del Distrito Federal dispuso para el encuentro de futbol.
El director general de Vialidad, Pedro Luna Castro; el
subsecretario de Seguridad Pública, Gabriel Regino García;
la titular del Agrupamiento Femenil, conocido como cisnes, Esperanza Galicia,
y el jefe de la policía capitalina, Marcelo Ebrard Casaubón,
se desplazaron al lugar para coordinar el despliegue policiaco.
Al término del encuentro, que se alargó
hasta los tiros penales, el secretario general de Gobierno, Alejandro Encinas,
informó que no se reportó ningún incidente.
Al igual que durante la preventa de boletos, realizada
en la casa club de los Pumas, fueron los aficionados quienes se tuvieron
que organizar para mantener el orden en las filas de acceso, las cuales
a las 10 de la mañana ya alcanzaban varios kilómetros de
largo, principalmente en la zona de Insurgentes, a la altura de la zona
de asta banderas.
El titular de la SSP, en el palco
Quince minutos después de las 11 de la mañana
estaba previsto que Ebrard Casaubón diera a conocer un saldo preliminar
en la puerta 15 del estadio de Ciudad Universitaria, situación que
nunca sucedió, y en vez de que apareciera el jefe de la policía
capitalina, quien para esos momentos ya se encontraba en el palco reservado
a las autoridades universitarias, apareció de pronto la esposa del
director técnico de los Pumas, Hugo Sánchez Márquez,
acompañada por sus gemelas.
Minutos después de la coronación de los
Pumas, Ebrard salió a la puerta 15 y dio a conocer un saldo de nueve
personas detenidas: siete revendedores y dos "agitadores profesionales",
es decir, El Hacha y El Chivigón. El titular de la
SSP advirtió que continuaría el operativo tanto en
el Angel de la Independencia como en la plancha el Zócalo capitalino,
donde se tenía previsto un concierto de Panteón Rococó,
al cual integrantes de la barra Rebel amenazaban con acudir para festejar
el triunfo.
En Coyoacán también se hizo patente la presencia
policiaca, pues en tres puntos distintos se instalaron pantallas gigantes.
Aquí también, al concluir el encuentro, las autoridades delegacionales
reportaron saldo blanco.
En el Centro Histórico, la Alameda del Sur y el
parque Huayamilpas se colocaron pantallas para que los aficionados pudieran
disfrutar el partido de futbol, evento que en todo momento estuvo resguardado
por elementos de vigilancia para garantizar la seguridad de los asistentes.
Alrededor de las ocho de la mañana de ayer, 300
efectivos de la policía auxiliar, 500 preventivos y 170 trabajadores
de estructura de la delegación Coyoacán integraron el operativo
de seguridad, que se efectuó en tres lugares adonde la agente acudió
a ver el partido.
En las calles aledañas al centro histórico
de la demarcación los efectivos de seguridad hicieron rondines a
bordo de varias patrullas. El sitio más concurrido fue la plaza
de Coyacán, donde pasadas las 13:30 horas el número de aficionados
superó mil 700.
|