OBSERVATORIO CIUDADANO DE LA EDUCACION

Comunicado No. 125

Universidades tecnológicas

HAN PASADO 13 AÑOS desde que se creó el subsistema de Universidades Tecnológicas (Utec). Su expansión en este lapso de tiempo ha sido extraordinaria: de 3 Utec se pasó a 57, distribuidas en 26 estados de la república. En 1991 se crearon las primeras tres y en el resto de ese sexenio (1988-1994) cuatro más; el sexenio 1994-2000 fue el de mayor crecimiento: se crearon 37; en el presente se han abierto 13 universidades. Esta expansión fue posible gracias al incremento constante del subsidio público ordinario que reciben -favorecido por la prolongación transexenal de esta política educativa-, cosa que no ocurre con el resto de los sectores de la educación superior.

LA POLITICA EDUCATIVA QUE dio lugar a la creación y expansión de las Utec persigue objetivos diversos: ofrecer opciones de formación para jóvenes de sectores sociales más desfavorecidos, ofrecer estudios de nivel postbachillerato con mayores oportunidades de empleo; diversificar la oferta de educación superior, concretamente a través del diseño de salidas intermedias en la educación superior, y vincular la educación con el sector productivo. Ya en una primera ocasión tratamos aquellos dilemas que planteaba este modelo educativo (véase Comunicado 4: Los dilemas de las Universidades Tecnológicas, 11/3/99), ahora Observatorio se aboca a analizar en qué medida el desarrollo de este subsistema responde a sus propios objetivos y se consolida o no como una opción educativa relevante para los jóvenes mexicanos.

UNA OPCION PARA PROMOVER la equidad y facilitar el empleo. Las Utec, que se ubican en el nivel 5B de la CINE (Clasificación Internacional Normalizada de la Educación de la UNESCO), ofrecen cursos de dos años a los egresados de educación media superior y otorgan el título de técnico superior universitario (TSU). Constituyen una alternativa que busca ofertar estudios de educación superior a jóvenes en situación de desventaja social; además, buscan incorporar a corto plazo a los egresados al trabajo productivo, mejorando precisamente sus condiciones de empleabilidad. Sin embargo, ambos objetivos entrañan vacíos.

LA CORTA DURACION ES una de las razones por las que muchos estudiantes optan por estudiar en las Utec. De cierta forma, esta oferta educativa parece estar dirigida a jóvenes que no pueden dedicar largos años a una carrera universitaria. Sin embargo, ésta no es la razón más frecuente de elección; en algunas instituciones de este tipo la mayoría de las veces el rechazo de otras universidades públicas es lo que mueve a los jóvenes a ingresar en ellas. En cualquier caso, para esta población la relevancia de esta oferta parece incuestionable y se puede inferir que efectivamente la existencia de las Utec reduce las posibilidades de que jóvenes en situación de desventaja social sean excluidos de la educación superior.

NO OBSTANTE, ES NECESARIO matizar la afirmación anterior. Hasta ahora tal relevancia es apreciada por un grupo muy reducido de la población que aspira a seguir estudios de nivel superior. La población que opta por estos estudios apenas representa 2.6 por ciento de la matrícula total de educación superior en el ámbito nacional, lo que finalmente da cuenta de la baja aceptación de estos estudios entre los jóvenes mexicanos, a pesar de las costosas campañas de promoción; debe tomarse en cuenta que para el año 2000 la SEP se había fijado la meta de llegar a 2.7 por ciento, lo que aún no se logra. Actualmente la matrícula de este subsistema es de poco más de 57 mil estudiantes, pero las 57 Utec existentes tienen capacidad para atender a un total de 114 mil estudiantes; es decir, estas universidades están trabajando a 50 por ciento de su capacidad. Lo anterior sugiere que las Utec aún no presentan para los jóvenes las mismas ventajas que las universidades tradicionales.

RESPECTO AL PROPOSITO DE las Utec de otorgar una formación que facilite la rápida incorporación de los jóvenes al mercado laboral, éste cobra importancia en un contexto en el que los jóvenes enfrentan serias dificultades no sólo para encontrar un empleo, sino también para emplearse en condiciones justas. Algunos estudios revelan que los jóvenes que han logrado acceder a niveles de escolaridad más altos -si bien no están a salvo del desempleo- tienen la posibilidad de emplearse en mejores condiciones y acceder a empresas del sector moderno. En este sentido, llegar al nivel de educación superior a través de las Utec puede representar ventajas especialmente para los jóvenes de clases desfavorecidas. Pero lo que el gobierno también tendría que asegurar es que estos jóvenes continúen sus estudios de licenciatura o ingeniería dentro de las propias Utec.

LAS UTEC HAN DISEÑADO un modelo educativo cuyos objetivos de formación se centran en la búsqueda de la polivalencia y la flexibilidad, mismas que constituyen estrategias centrales para mejorar las relaciones entre educación y trabajo. Desde la perspectiva de los resultados obtenidos, estas universidades muestran mejor eficacia que otras opciones. Según las estadísticas oficiales, 63 por ciento de sus egresados encuentra empleo en menos de seis meses (Coordinación General de Universidades Tecnológicas, 2000. Universidades Tecnológicas. Mandos medios para la industria, México: SEP/CGUT/No-riega.), de esta manera se cumple con la meta de que por lo menos la mitad de sus egresados se emplee de manera inmediata.

NO TODO SON LOGROS en esta materia; por el contrario, las Utec tienen que enfrentar el grave problema de que no exista claridad para ubicar la figura del TSU en el mercado laboral. Parece haber poco conocimiento entre los empresarios acerca de las funciones y los puestos para los que se preparan estos profesionales, lo que sin duda tiene consecuencias también en sus condiciones laborales, ya que en ocasiones son tratados igual que un técnico medio. Entonces, Ƒcuáles son las ventajas competitivas que tiene un TSU en el mercado de trabajo?

LAS UTEC, COMO MODELO DE educación superior. Las Utec pretenden diversificar la oferta educativa al constituirse en una salida intermedia -de dos años- en la larga trayectoria de la educación superior. No obstante, estas universidades no han contado con los mecanismos institucionales necesarios para asegurar que sus egresados reciban la revalidación de estudios y continúen una educación superior hasta obtener un título de dicho nivel. Inicialmente se consideró la posibilidad de crear un segundo ciclo para ofrecer ingenierías y licenciaturas, pero esto nunca se concretó. También se intentó facilitar el tránsito al siguiente nivel mediante convenios con otras instituciones de educación superior -como los institutos tecnológicos-, pero la revalidación de estudios ha sido tardía y complicada. De hecho, en la práctica las Utec han funcionado como opción educativa terminal.

LAS ESCASAS POSIBILIDADES PARA continuar estudios superiores resultan preocupantes, no sólo porque atentan contra el diseño mismo de esta opción educativa, sino también porque frustran los planes de los estudiantes que optaron por esta modalidad con la intención de pasar al nivel siguiente, cuyo título, según sus expectativas, les abriría las puertas a mejores condiciones laborales y sociales. Esta situación ha generado desigualdad, aparte de malestar, y reflejo de ello son las protestas públicas de estudiantes que se sienten defraudados por el incumplimiento de las promesas en este sentido.

OTRA EXPRESION DE LA diversificación educativa tiene que ver con el crecimiento de las carreras ofrecidas. Este subsistema inició con cinco programas y hoy día ofrece 21. A la luz de la experiencia del sistema de educación superior, de que la excesiva diversificación de programas no siempre cuenta con un referente real en el mercado de trabajo, debe encenderse un foco de alerta para las Utec, ya que podrían experimentar un fenómeno similar. Además, esta supuesta diversificación no ha promovido mayor distribución de la matricula, ya que sólo cinco carreras concentran más de 60 por ciento de la misma. Esta situación abre varias interrogantes: Ƒcómo se llevan a cabo los estudios de factibilidad de desarrollo regional o local para la apertura de universidades y para decidir las carreras a impartir en las mismas?, Ƒqué recursos deberán implementar las Utec para lograr mejor distribución de su matrícula y con base en qué criterios?

LA VINCULACION CON EL SECTOR productivo es uno de los pilares sobre los cuales descansa este modelo educativo. Básicamente se pretende conocer las necesidades del sector productivo para diseñar programas y métodos educativos que satisfagan los requerimientos de las empresas en términos de las capacidades de sus profesionales y técnicos (CGUT, 2000). Esta vinculación se prevé mediante la participación del empresariado en tres planos: el gobierno institucional, la planeación de las carreras y el modelo pedagógico. Con respecto a la vinculación de las empresas con el modelo pedagógico, las Utec reportan intensa actividad; sin embargo, los reportes se concentran en datos cuantitativos acerca del número de eventos de vinculación (visitas, estancias, prácticas) mas no en los contenidos de la misma. La vinculación más estrecha se lleva a cabo durante la estadía empresarial de los estudiantes a lo largo del último cuatrimestre, que es la etapa final en la que el alumno debe aplicar los conocimientos y habilidades adquiridos durante los cinco cuatrimestres anteriores. Sin restar importancia a las estadías, habría que preguntarse si concentrar el esfuerzo de vinculación en el momento final no resulta insuficiente para nutrir con elementos de la realidad laboral el proceso de formación profesional. Si bien el modelo propone mayor intercambio entre actividades en la escuela y en la empresa, un estudio reciente advierte sobre la insuficiencia de este intercambio en la práctica. Los proyectos llevados a cabo conjuntamente con las empresas parecen escasos y los jóvenes de algunas Utec manifiestan desconocimiento del sector del mercado laboral en el que buscarán insertarse.

FINALMENTE, CON LA CREACION del subsistema de Utec se pretendía que el empresariado contribuyera con 25 por ciento de su financiamiento; sin embargo, esta meta no se alcanzó y ya no aparece entre los objetivos de dicho subsistema. Es necesario preguntarse cuáles son las razones por las que los empresarios no han asumido un compromiso con estas instituciones y cuáles son los mecanismos que debieran implementarse para atraer apoyo no sólo en el plano educativo, sino también en el financiero.

INTERROGANTES. Todas estas reflexiones dejan ver cuestionamientos que convendría fueran atendidos por las autoridades de la Subsecretaría de Educación Superior e Investigación Científica y de la Coordinación General de Universidades Tecnológicas. Si tomamos en cuenta que este modelo resulta relevante para un sector muy reducido de la población; que todavía no se consigue asegurar totalmente la continuidad de estudios superiores; que la figura de técnico superior aún no se ha difundido adecuadamente en el mercado de trabajo, y que no se ha conseguido el apoyo financiero suficiente de los empresarios, entonces cabe preguntarse: Ƒpor qué las Utec han ocupado lugar privilegiado en la política educativa?, Ƒqué proyecto de desarrollo sustenta tal política?, Ƒpor qué seguir expandiendo este subsistema educativo si aún no alcanza plenamente sus objetivos?, Ƒcuáles son las reformas y transformaciones que contemplan las autoridades para dotarlo de mayor relevancia y hacerlo sustentable?

Agradecemos la amable colaboración de Marisol Silva Laya

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