Las pensiones, en la mira

Protestas contra la política social de Vladimir Putin

JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL

Moscu, 10 de junio. Convocados por los sindicatos, miles de rusos -no menos de un mi-llón, aseguran los organizadores- salieron este jueves a las calles en todo el país para protestar contra la política social que se propone aplicar el Kremlin, en especial en rechazo del propósito declarado de acabar con el actual sistema de prestaciones y privilegios que tienen los jubilados y los otros estratos menos favorecidos.

Con esta acción de masas, disonante con el altísimo índice de popularidad que encuestas gubernamentales siguen atribuyendo al presidente Vladimir Putin, se busca ejercer presión sobre los diputados de la Duma, quienes comenzaron a estudiar el paquete de drásticas medidas preparadas por el gobierno.

Los organizadores de la protesta -la Fe-deración de Sindicatos Independientes de Rusia, cuya iniciativa fue respaldada por la Confederación del Trabajo, el Congreso de los Sindicatos y otras agrupaciones gremiales- destacan que se dejó constancia del malestar de la gente en cerca de 300 ciudades y localidades de Rusia.

"šSí a la lucha contra la pobreza; no a la lucha contra los pobres!", pudo leerse en una pancarta desplegada frente a la sede de la Duma en esta capital, junto con otras consignas que resumen el sentir de muchos rusos: "šManos fuera de la ley de jubilados!" y "šNo a los salarios caídos!", entre otras.

Aunque en las marchas, plantones y mítines participaron menos personas de lo esperado -hace tan sólo dos días los sindicatos amenazaron con movilizar a todos sus afiliados, 36 millones de trabajadores-, los convocantes consiguieron uno de sus principales objetivos: al menos ser escuchados en el Parlamento.

Boris Gryzlov, presidente de la Duma, recibió a una delegación de líderes sindicales y les prometió llevar algunos de sus planteamientos a debate en la Cámara, pero les advirtió que no está a discusión la necesidad de reformular la política social im-pulsada desde el Kremlin.