Encuentro en Vigo, España Marcha Mundial de Mujeres ¿el futuro en nuestras manos? - Cuestiona las políticas patriarcales de organismos internacionales y de los gobiernos - Ecología, pobreza, violencia de género, los temas; 20 mil mujeres se manifestaron Texto y fotos de Graciela Atencio Mientras el príncipe Felipe, heredero
de la monarquía española, contraía nupcias con
Letizia Ortiz, una ex periodista que renunció a todo, hasta a
ser ella misma, para convertirse en una princesa reconfigurada por los
ideales patriarcales del tercer milenio, en Vigo, Galicia, 20 mil mujeres
(casi todas europeas y unas pocas latinoamericanas), vitoreaban al unísono:
舠No queremos ser princesas舡. El debate por una soberanía alimentaria El 23 de mayo, el programa incluyó tres foros: 舠La sustentabilidad ecológica: alternativas feministas舡; 舠Mujeres y espiritualidad, corporidad y resistencia舡; y 舠Contribuciones feministas en el origen y desenvolvimiento de una constitución europea舡. Además, se abrieron nueve espacios, repartidos en distintos puntos del centro de la ciudad para debatir sobre feminización de la pobreza, violencia (ahí se proyectó la película de Lourdes Portillo, 舠Señorita Extraviada舡 sobre el feminicidio en Ciudad Juárez, México), antimilitarismo, ecología, inmigración, educación para la igualdad, libertades sexuales, mujeres jóvenes, salud y derechos reproductivos. En el foro 舠La sustentabilidad ecológica舡, participó la mexicana, Rosa Isela Serrano Castro, miembro de la Comisión de Coordinación de AMMOR (Asociación Mexicana de Mujeres organizadas en Red), integrada por campesinas, indígenas y agricultoras, a la que están asociadas 35 organizaciones regionales de nueve estados de la República). Serrano Castro denunció que 舠el Plan Puebla-Panamá pone en riesgo el equilibrio ecológico de gran parte de América, ya que la región posee el 70 por ciento de la biodiversidad de todo el planeta舡. Se impone un desarrollo para beneficio de los grandes intereses económicos, indicó. Por su parte, Lidia Senra, campesina y secretaria general del Sindicato Labrego Galego (agrario gallego) llamó a las mujeres a articular redes para avanzar en un desarrollo sustentable: 舠Nosotras tenemos un papel fundamental en la alimentación dentro de nuestras casas y sin embargo no nos dejan decidir cuáles son las políticas agrícolas que nos alimentan. En Europa, al igual que en los demás continentes, se acabó la venta directa de hortalizas, frutas, granos y ganado. A esta actividad comercial se la han apropiado las grandes corporaciones舡. Senra recomendó a las mujeres luchar por 舠una soberanía alimentaria de los pueblos, en los que las principales tomas de decisiones estén en manos de nosotras舡. Rosa Isela Serrano y Lidia Senra, manifestaron a Triple Jornada que movimientos como el de la MMM deben servir para el afianzamiento de redes feministas, entretejidas por la mayor cantidad de países del mundo. 舠Ha llegado el momento de pasar a la acción. De coordinarnos de manera organizada en el boicot a determinados productos como los provenientes de corporaciones multinacionales o los modificados genéticamente. Tenemos que promover la compra directa entre campesinas y campesinos y consumidores舡, concluyeron. En el foro 舠Contribuciones feministas en el origen y desenvolvimiento de una constitución europea舡, la feminista y luchadora social española, Doris Benegas, expresó que la Constitución, (es probable que a finales de junio, los estados miembros de la Unión Europea lleguen a un acuerdo sobre su aprobación), excluye completamente a las mujeres y demuestra 舠una vez más cómo el patriarcado se impone por la fuerza enmascarada a través del sistema legal internacional. No reconoce la igualdad entre hombres y mujeres, no prohíbe explícitamente la discriminación por género, ni hace referencia a la violencia de género. El lenguaje utilizado en su redacción es sexista y sólo una vez se menciona a las mujeres舡. La italiana Nadia de Monde, coordinadora de la MMM en Europa, coincidió con Benegas en que la Constitución intenta neutralizar las conquistas sociales reivindicadas por el movimiento feminista en el siglo veinte y representa un claro retroceso en la lucha de las mujeres por alcanzar la igualdad. Una carta para la humanidad Al cierre de los foros, la coordinadora
internacional de la Marcha y una de sus principales propulsoras desde
sus inicios, la educadora canadiense Dianne Mate, invitó a las
mujeres de los cinco continentes a sumarse a la redacción final
-prevista para el 2005- de la 舠Carta Mundial de las Mujeres para
la humanidad舡, de la que ya se ha redactado un primer esbozo (http://www.marchemondiale.org/es/carta.html).
Hasta el 15 de junio el comité de la MMM analizará todas
las aportaciones y comentarios que se realicen, a los efectos de aprobar
un documento definitivo, a finales de 2004, en un encuentro internacional
que se celebrará en Rwanda. El domingo 24 de mayo, se celebró la esperada marcha, que reunió a infinidad de Ongs feministas, sindicalistas, de derechos humanos. Las alrededor de 20 mil mujeres -también se sumaron cientos de varones- culminaron el encuentro con la firme convicción, tal como lo manifestó una participante anónima de Vigo 舠de que las mujeres debemos continuar en la lucha por construir un mundo sin guerras, sin violencia, sin pobreza, sin desigualdades舡. Cómo nació En 1995, la Fédération
des femmes du Québec, realizó una marcha en la que participaron
850 mujeres. Durante 10 días reclamaron varias reivindicaciones
económicas que promovían el combate contra la pobreza
en el mundo. Al finalizar la marcha, lograron convocar a 15 mil personas
de la sociedad civil y consiguieron unir al conjunto del movimiento
feminista de Canadá. En dicha manifestación participaron
mujeres de África, Asia y América Latina. |