México D.F. Lunes 7 de junio de 2004
Cruz Azul dominó en CU, pero la UNAM
tuvo la puntería y ganó 3-2
Pumas-Chivas, una final inédita en la historia
del futbol mexicano
Hugo Sánchez disputará su primer campeonato
como técnico Francisco Fonseca y Bruno Marioni, lesionados Ismael
Iñiguez, quien ingresó de relevo, participó en dos
goles universitarios
CARLOS HERNANDEZ
Lo dicho: Pumas tiene la suerte del campeón.
Y así -con un marcador global de 3-2, pero sobre
todo con su gran trébol de cuatro hojas-, enfrentarán en
una final inédita a Chivas, en un duelo que se vislumbra espectacular.
Cruz Azul dominó ayer el segundo partido, tal como
lo hizo en el primer duelo que terminó sin goles, y por momentos
hasta dio un auténtico baile a los felinos, pero se le olvidó
la regla básica del futbol: se gana con goles.
La UNAM, en cambio, no sólo tuvo la puntería
para anotar tres goles y realizar una remontada espectacular, sino que
lo hizo en los momentos trascendentales del partido, cuando era totalmente
dominada y la noche se venía encima de un estadio Olímpico
Universitario que registró sobrecupo.
Los Cementeros pusieron el futbol y Pumas los goles, pero
al final de cuentas predominó la justicia deportiva, ya que el sublíder
eliminó al número 11 general, que en forma sorpresiva había
salido del repechaje y eliminado al campeón Pachuca y al superlíder
Jaguares.
La Máquina todavía tuvo los arrestos suficientes
para silenciar durante mucho tiempo a unos aficionados universitarios que
sueñan con un título, luego de 13 años de vacas flacas.
Hugo Sánchez llegó a su primera final como
técnico, luego de tres fracasos en semifinales.
Vientos de campeonato en CU
Lleno
impresionante, otra vez, en Ciudad Universitaria. "Con el alma, con el
corazón, con huevos", se leía en una manta de las atiborradas
tribunas. Sólo les faltó añadir "con suerte", ya que
Luciano Figueroa enmudeció a la mayoría de los fanáticos
al anotar el 1-0, al minuto 14.
El ambiente sepulcral sólo duró dos minutos.
Como corresponde a su estirpe de goleador del torneo, Bruno Marioni respondió
a la hinchada.
El argentino sólo puso la cabeza para anotar, luego
de un remate al travesaño de Jaime Lozano, mientras los zagueros
y el Conejo Pérez no atinaban a defender.
A pesar del empate, Cruz Azul mantuvo el control del balón,
apuntalado por un Marcelo Delgado que en el primer tiempo lució
magistral, mientras Pumas pareció quedar huérfano al minuto
22, cuando Francisco Fonseca se lastimó el hombro izquierdo y su
goleador Marioni salió lesionado del muslo izquierdo.
Ingresó Ismael Iñiguez, cuyo aporte sería
fundamental en los momentos de apremio.
Los visitantes dominaron por completo, mientras Joaquín
Beltrán, como buen capitán, salvó a su equipo del
naufragio.
Para dar tintes heróicos al partido, Fonseca salió
en el complemento con el brazo pegado al cuerpo con una tela adhesiva,
pero no la aguantó ni dos minutos.
Pero la suerte siguió de azul y oro: al 48 Figueroa
mandó remate al travesaño y un minutos después Melvin
Brown se impulsó más que todos, pero no pudo conectar un
tiro de esquina cuando llegó de frente y sin marca.
Ante la impotencia universitaria, sus propios aficionados
se desgañitaban con gritos de "¡Vamos Pumas, adelante güeyes!"
y hasta un injusto "¡Kikín, no te hagas pendejo!".
Sin embargo, los auriazules en forma sorpresiva anotaron
otro gol. Al 57, Leandro mandó un largo balonazo a Iñíguez,
quien al final relató ese 2-1:
"Fue una jugada por la banda. Yo hice el desmarque, me
ven y me dan el balón justo al espacio. Tengo la calma para esperar,
ya que el arquero no sale y defino con tranquilidad".
En efecto, así fue, luego de que en la media cancha
el Chelo Delgado había perdido el balón.
Resurgió CU y lanzaron los cohetones. Y mientras
el argentino Delgado se cansó y fue uno más sobre la cancha,
Kikín Fonseca fue relevado y salió bajo aplausos,
con el hombro izquierdo fracturado.
Los azules le pusieron emoción al 68, en un golazo
de Figueroa, quien conectó con sólido testarazo un centro
desde la derecha enviado por Marvin Cabrera.
Cruz Azul estaba a un gol de la gran final, pero al defensa
Aarón Galindo le ganó la novatez y realizó una torpe
barrida sobre Iñiguez para un claro penal marcado por José
Abramo Lira.
Con la tranquilidad de un veterano, Jaime Lozano logró
el definitivo 3-2 con tiro a la izquierda del Conejo Pérez.
Y mientras Lozano mostró en su playera la frase
"hecho en CU", el público por fin pudo respirar y festejó
con gritos y de pie.
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