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México D.F. Lunes 7 de junio de 2004
Satiescas se exhibirá desde el
viernes en el Museo de Arte Contemporáneo del estado
Oaxaca será sede de dos muestras de esculturas
en papel de Palle Seiersen
Otra exposición estará en Papeles de San
Agustín, galería recién instalada por Toledo
MERRY MAC MASTERS
Igual que una obra para piano de Eric Satie suena "fácil"
de ejecutar, cualquier persona "relativamente sana", al ver una escultura
en papel de Palle Seiersen Frost (Hjorring, Dinamarca, 1935), lo menos
que piensa es "ese señor lo hizo en cinco minutos", y eso es lo
que pretende el arquitecto y artista visual: repetir las cosas hasta que,
en efecto, los puede realizar en cinco minutos, pero después de
un centenar de intentos.
"Es
como los dibujantes japoneses", explica el creador radicado en México
desde 1963, "para dibujar un sapo tienen que hacerse sapo y dibujarlo hasta
que lo pueden hacer en el sueño. En mi caso, hay que, no enamorarse
del papel, pero sí quererlo mucho y cometer todos los errores, es
decir, cuando uno piensa que el papel quiera hacer tal o cual cosa, a veces
no es cierto. Entonces, está uno en un error. El material siempre
tiene su carácter, que no puedes invadir, pero cuando invades bien,
el papel te invita y se vuelve un poco una relación amorosa".
Con el tiempo Seiersen Frost ha llegado a no prohibirse
nada: "Uso el papel por sí mismo. Le gusta ser doblado, suave, como
las formas llamadas femeninas, aunque también en formas duras, geométricas.
Igualmente, le gusta ser pintado, o cortado con tijeras, o arrugado. Esas
son distintas cualidades del papel. Asimismo le gusta ser quemado. No hay
reglas".
Satiescas se llama la exposición de esculturas
de pequeño formato, realizadas en diferentes tipos de papel: japonés,
inglés, nepalés, inclusive, para telex, que Palle Seiersen
exhibió en la Galería Juan Martín y el 11 de junio
inaugurará en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca. El
día siguiente abrirá otra muestra, también de obra
en papel, pero "más elaborada", en la recién inaugurada galería
Papeles de San Agustín, que Francisco Toledo instaló en el
conjunto cultural de Etla.
Los primeros trabajos de Seiersen Frost en papel se remontan
a su infancia: "Cuando había fiestas en la casa, como parte del
arreglo de la mesa mi madre doblaba las servilletas de Damasco en forma
artística. Obviamente, llamaba a su hijo y decía, 'hice una.
Tu has las demás'. Aprendí a doblar, en ese caso, no papel,
sino tela. Después ingresé a la Real Academia de Dinamarca,
donde había un profesor que era maestro en doblar papeles, así
como otro, Kaare Klint, que estandarizó los papeles oficiales en
Dinamarca".
Después,
cuando trabajaba en Cartón y Papel de México, recibió
unas fotografías de origami ceremonial. Antes, los samurais y nobles
japoneses, cuando obsequiaban algo que habían comprado, hacían
su origami, es decir, su geometría arquitectónica en papel
encima del regalo para hacerlo más personal, algo que se relaciona
con lo que Seiersen hace.
En un principio cuando empezó a trabajar los papeles
también incluía el anteproyecto que colocaba a un lado del
trabajo final o, como él lo llama, "la partitura de la música".
Contrario a la tradición pictórica y escultórica,
los papeles de Palle Seiersen no relatan historias, pero en la medida que
logra extraer la "magia" del papel, éste habla de sí mismo.
Define su trabajo como "un acto de adoración hacia, no el papel,
sino la materia en sí". De hecho, el entrevistado se considera un
"materialista", término no aceptable hoy día por referirse
a un "tipo codicioso", lo cual "no soy".
No obstante, recuerda que cuando era joven "había
gente que tenía la filosofía de lo material, que significa
que lo que tienes, es. Este vidrio, por ejemplo, es lo que es. Y
eso es lo que adoro: lo que es. Me gusta la vida en oposición a
otros tipos de magia".
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