México D.F. Lunes 7 de junio de 2004
Virginia García, primera directora del
CIESAS elegida por la comunidad académica
En México, poco reconocimiento a las ciencias
sociales, dice experta
Se margina el valor de esta rama del conocimiento debido
a que no se vende como la tecnología, dice
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
Virginia
García Acosta, antropóloga social y especialista en el tema
de desastres naturales, es la nueva directora del Centro de Investigaciones
y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) y la primera
que surgió de un proceso de elección en el que participó
la comunidad académica.
Manifiesta su preocupación porque históricamente
se ha reconocido poco el papel de las ciencias sociales en México
frente a las ciencias naturales y exactas. Pide tanto a políticos
como a investigadores acercarse entre sí, "tender puentes", para
que los estudios de los científicos sociales no se queden en las
bibliotecas.
"Las ciencias sociales no se venden como la tecnología
ni como las patentes; sin embargo, tiene que haber una insistencia (a los
políticos) de que conozcan, valoren y aprovechen lo que brindan
las ciencias sociales, no sólo aquello que tiene que ver con los
problemas sociales urgentes en México", afirma.
En entrevista, señala que al CIESAS -uno de los
centros más prestigiados del país- le han "chiquiteado" el
presupuesto y no dispone de dinero suficiente para la apertura de nuevas
plazas, que permitan renovar su planta de investigadores, ni para hacer
más publicaciones, materia prima de las ciencias sociales.
García Acosta tomó posesión de su
cargo el 14 de mayo pasado, luego de que el Presidente de la República
la eligió de una terna que propuso la comunidad académica.
Fue la primera vez en 30 años en la historia de la institución
que se dio un proceso de auscultación.
La directora, que sustituyó al sociólogo
Rafael Loyola, considera que esta experiencia fue un éxito y se
debe normar para convertirla en regla en todos los centros Conacyt, a fin
de dar mayor legitimidad a las autoridades. Como fundadora del CIESAS,
la investigadora, también especializada en historia y antropología
de la alimentación, conoce muy bien el centro y el área de
las ciencias sociales. Ha publicado 15 libros tanto individuales como colectivos
y ocupa el nivel 3 del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
En la charla se refiere al rol que han jugado las ciencias
sociales en México: "yo creo que siempre ha habido más apoyo
a las ciencias naturales y exactas que a las ciencias sociales, aunque
ha empezado a haber un cambio, se ha empezado a reconocer que las ciencias
sociales tienen algo que decir", señala.
-¿Nos estamos equivocando al estar marginar a las
ciencias sociales?
-¿Quiénes nos estamos equivocando? Los encargados
de la ciencia y de la educación en este país lo están
reconociendo. He invitado al ingeniero Jaime Parada (director del Consejo
Nacional de Ciencia y Tecnología) a que conozca lo que hacemos los
científicos sociales y el CIESAS, en particular, porque mientras
lo conozca, más lo apreciarán y se darán cuenta de
la importancia que tiene, no nada más porque es muy buena investigación,
sino porque es muy importante. Puede ayudar a pensar en cómo resolver
algunos de los problemas básicos de este país.
La relación con la iniciativa privada
-En esta administración se ha puesto énfasis
en que los investigadores deben aliarse con las empresas para conseguir
fondos; ¿es posible en el caso de las ciencias sociales?
-No es una vinculación natural, pero sí
hemos tenido apoyo de algunas empresas.
-Sin embargo, las empresas generalmente buscan el lucro...
-Sí se puede dar, pero nosotros no producimos conocimiento
para satisfacer al cliente y eso sí quiero que quede muy claro...
Habrá que sondear qué empresas y qué tipo de proyectos,
sin que esto demerite los tres principios básicos, que son la libertad
académica, el rigor científico y la claridad de las instituciones.
-En este gobierno también se ha insistido en que
se debe hacer ciencia que sirva para resolver los problemas nacionales.
¿Todo lo que hacen cumple esta máxima?
-Hay investigación básica que no tiene que
ver directamente con los problemas nacionales, pero que sí nos permite
entenderlos.
Actualmente el centro se especializa en los campos de
historia, antropología, lingüística y etnohistoria.
En sus cinco sedes (Distrito Federal, Jalisco, Oaxaca, Chiapas y Veracruz)
y dos programas regionales (Nuevo León y Yucatán) laboran
140 investigadores, de los cuales 81 por ciento tiene grado de doctorado,
15 por ciento de maestría y cuatro por ciento de licenciatura. De
ellos, 95 forman parte del SNI y poco más de la mitad se encuentran
fuera del Distrito Federal.
García Acosta dice que por el momento no tienen
planeado abrir otras sedes, porque "resultaría muy costoso", así
que se privilegiará la consolidación de las unidades existentes
y de los programas regionales.
El centro dispone de un presupuesto de 140 millones de
pesos, cantidad "que no es tan grande y que nos la están chiquiteando".
Por ello, dice, en años pasados se han dedicado a buscar ingresos
externos que representan 30 por ciento del presupuesto, lo que califica
de positivo tratándose de un centro de ciencias sociales.
"Una parte que nos preocupa es que no ha habido nuevas
plazas y tiene que haber un recambio y rejuvenecimiento de estas instituciones,
y si no tenemos nuevas plazas y si los programas de retención y
repatriación están suspendidos, entonces, ¿cómo
le vamos a hacer para incorporar a esos jóvenes que están
tocando la puerta y que vienen preparados y después se tienen que
ir a otros lugares, porque aquí no hay plazas que ofrecerles?",
añade.
El otro punto es la insuficiencia de recursos para la
publicación de libros. El año pasado superaron su récord
con 52, pero eso fue posible gracias a que se unieron a otras instituciones
educativas, así como dependencias de gobierno.
"Nos acabamos el presupuesto para publicaciones en los
primeros meses del año y hemos recurrido a la fórmula de
las coediciones, que ha resultado útil, pero también ha sido
necesaria. Cada vez los libros sacan más logotipos, porque hay que
compartir para poder publicar", refiere.
Al final se le pregunta si esto provoca que la institución
se encuentre estancada: "no podemos hablar de que estamos estancados, ha
habido un esfuerzo por obtener recursos, pero sí debemos tener cuidado,
usar muy racionalmente los recursos y buscar que haya más apoyo
de recursos para alcanzar nuestras metas. Ojalá que lo que aprobaron
los diputados (que se destine uno por ciento del PIB a ciencia y tecnología)
favorezca a los centros de investigación".
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