México D.F. Lunes 7 de junio de 2004
Pide que el comisionado comparezca en San Lázaro
Luis H. Alvarez premia a disidentes del EZLN: PRD
Censura la entrega de apoyos a desertores zapatistas
ENRIQUE MENDEZ
La bancada del PRD en la Cámara de Diputados solicitará la comparecencia ante comisiones del comisionado para la paz en Chiapas, Luis Héctor Alvarez, porque el representante desvirtuó su encomienda de lograr un diálogo con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), al dedicarse a la entrega de láminas, gestionar la construcción de drenaje y otras obras y beneficios entre la población que ha desertado del zapatismo o está en su contra.
"Ahora se busca premiar a los disidentes de ese movimiento", cuestionaron los diputados Bernardino Ramos y Pascual Sigala. Su compañero Gerardo Ulloa consideró que el reparto de materiales a comunidades que ahora ya no simpatizan con el EZLN "es propio de la contrainsurgencia".
Sin embargo, el comisionado concluyó ayer una gira de cinco días por la entidad y, en un comunicado, la Secretaría de Gobernación informó que, en La Realidad, municipio de Las Margaritas, "entregó apoyos a la comunidad". También da cuenta de un encuentro de Alvarez, en la comunidad Nueva Galilea, municipio de Altamirano, con "dirigentes de las cinco regiones" de la localidad, quienes "se pronunciaron aquí firmemente por una pronta reanudación de las conversaciones de paz entre el gobierno federal y el EZLN".
En el encuentro participó el alcalde, Armando Pinto Kanter, a quien organizaciones civiles cuestionaron en su momento la intención de que, en agosto de 2002, tras el asesinato del coordinador local de las bases de apoyo zapatista, José López Santiz, la policía municipal y seguridad pública pretendieran levantar el cadáver sin presencia de un agente ministerial.
Pinto Kanter, añadió Gobernación en su boletín, "informó a los campesinos aquí reunidos que, por gestiones del coordinador para el diálogo, fue entregada recientemente una ambulancia al ayuntamiento, para fortalecer la atención en materia de salud, principalmente en comunidades indígenas".
Ese tipo de gestiones fue criticado por el diputado Bernardino Ramos, integrante de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), instancia legislativa que recientemente viajó a Chiapas. "Es penoso y preocupante que ahora el comisionado para la paz tenga como papel la entrega de láminas para la construcción de viviendas, reuniones con grupos antizapatistas y de corte violento como Paz y Justicia."
Luego de que el jueves pasado Alvarez distribuyó paneles de energía solar, tuberías de agua y láminas para el techo de una escuela en la población de La Realidad, Chiapas, los legisladores perredistas señalaron que ante la falta de resultados para el diálogo con el EZLN se pretende "premiar" a quienes no simpatizan con el movimiento.
Ramos Iturbide acusó al representante gubernamental de haber hecho a un lado el tema del diálogo con el EZLN e invadir el trabajo de dependencias federales como la Secretaría de Desarrollo Social y la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indios. Por ese motivo, se solicitará la comparecencia ante las comisiones de Asuntos Indígenas y Desarrollo Social, abundó.
Su compañero Pascual Sigala Páez lamentó la actitud de Alvarez y consideró que el activismo del comisionado no sólo debe preocupar al proceso de paz y a la Cocopa, sino a otras instancias del gobierno que están siendo desplazadas en su labor social y en favor de los pueblos indígenas.
"Al rato vamos a ver al comisionado reforestando selvas, deteniendo migrantes centroamericanos o repartiendo tierra, pero nada que permita lograr la paz en Chiapas", expresó.
Ramos y Sigala comentaron que Alvarez deberá explicar si ya cambió el papel de sus funciones asignadas o si considera prudente ir a zonas de influencia zapatista a "premiar" a los que han desertado del EZLN como una estrategia para lograr la paz y el diálogo en la entidad.
A su vez, Gerardo Ulloa consideró que la distribución de materiales por el comisionado lo coloca más como un instrumento del gobierno para minar las bases zapatistas, lo cual no abona en la reactivación del diálogo, sino que reduce su calidad moral como negociador.
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