México D.F. Sábado 5 de junio de 2004
Apertura oficial del segundo encuentro México: Puerta de las Américas
Fallida coreografía y larga ovación para Diemecke y la Filarmónica de la Ciudad
Un lapsus de Gerardo Estrada interrumpió la solemnidad del acto en Bellas Artes
ANGEL VARGAS
Las risas irrumpieron entre el público. Muy pocos pudieron contenerse ante el lapsus del titular de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México, Gerardo Estrada, quien durante unas fracciones de segundo volteó el rostro para esconder su rubor.
Y es que durante la ceremonia de inauguración del segundo encuentro México: Puerta de las Américas, efectuada la noche del jueves en un casi lleno Palacio de Bellas Artes, el funcionario cambió en su discurso el apellido de la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), Sari Bermúdez, por el de Bermudas.
Hubo quienes rieron sólo porque el detalle rompió con la formalidad y la seriedad del acto. Pero otros lo hicieron a sabiendas de un chiste que circula entre corrillos acerca de que el CNCA se ha convertido, según se dice, en el ''triángulo de las Bermudas", ''por las cosas inexplicables" que han sucedido en la actual administración.
Ante el incidente de Estrada, Sari sólo bajo un poco la cabeza y la agitó en un gesto de negación al mismo tiempo que en su rostro dibujaba una sonrisa.
Metas a mediano plazo
En su turno, al hablar, Bermúdez refrendó la importancia que revisten las artes escénicas para la actual política cultural.
Recordó que con Puerta de las Américas se busca ''reforzar el tejido de las relaciones sociales que soportan el quehacer escénico, para multiplicar su riqueza como acontecimiento artístico, como movimiento social y como fenómeno económico".
La funcionaria destacó los avances que se han tenido en esas tres dimensiones, sin embargo asumió que las metas están concebidas a mediano plazo.
Bermúdez expresó que cinco son los objetivos que dan sustento a esta iniciativa cultural, entre ellos hacer del hecho escénico parte de la vida cotidiana de los mexicanos y ''alentar la reflexión en torno de la danza, el teatro y la música y su relación con la sociedad."
También, continuó, ''apoyar, aquí y ahora, de manera decidida, la autonomía artística y administrativa de los grupos escénicos mexicanos" y ''lanzar la mirada más allá de los límites nacionales y construir una plataforma de dimensión continental, que nos permita vincularnos con el mundo".
Terminados los discursos de Gerardo Estrada y Sari Bermúdez, se dio paso al desarrollo de la parte artística, en primer lugar con la presentación de la coreografía titulada Hoy no circula, a cargo de la Compañía Nacional de Danza, actuación que no satisfizo a parte del público, pues algunos criticaron que el montaje resultaba muy oneroso para la pobreza de la interpretación.
Después correspondió su turno a la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, que interpretó obras de Silvestre Revueltas, Ana Lara, Richard Wagner y Arturo Márquez, bajo la dirección de Enrique Arturo Diemecke, como batuta huésped.
La agrupación y el director fueron largamente ovacionado, en particular por sus interpretaciones de la obertura Tannhäuser y Danzón número dos, de Wagner y Márquez, respectivamente.
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