Conducirá la ceremonia el alcalde de Begles; "tengo competencia territorial", señala

Se hará la primera boda gay en Francia

El premier y el ministro de Justicia afirman que no será válida y amenazan con sanciones

AFP

Paris, 4 de junio. Por primera vez en la historia de Francia, dos hombres contraerán matrimonio civil el sábado, en una ceremonia celebrada por un alcalde ecologista del sur del país, que con su acción "rebelde" ha provocado una grave crisis política y podría ser objeto de sanciones judiciales.

Ante unos 60 invitados, un centenar de periodistas y numerosos manifestantes a favor y en contra de esta unión, Stephane Chapin, de 34 años, y Bertrand Charpentier, de 31, serán la primera pareja del mismo sexo en darse un 'sí quiero' en Francia.

La ceremonia se celebrará en la ciudad de Begles y será oficiada por su alcalde, el provocador Noel Mamère, que se dice decidido a "llegar hasta el final" pese al revuelo político que esta boda ha generado.

La polémica cuestión se ha convertido en primera página de la prensa local francesa y en objeto de encendidos debates entre políticos y entre simples ciudadanos.

Según un sondeo reciente, alrededor de 60 por ciento de los franceses se muestra favorable al matrimonio entre parejas homosexuales. No obstante, el ministro de Justicia, Dominique Perben, y el primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, amenazaron a Mamère con sanciones e incluso con la suspensión en el cargo si seguía adelante con esta idea y subrayaron que la unión es ilegal.

Esta semana, Perben pidió a la justicia que declare nulo este matrimonio, ante lo cual los contrayentes ya manifestaron su intención de acudir al Tribunal Europeo de Justicia.

El jueves, el fiscal de la república, que ya había "prohibido" en vano a Mamère que celebre esta boda, intentó un nuevo recurso y recordó al alcalde que no tenía "competencia territorial" para llevar a cabo la ceremonia, ya que la dirección que habían suministrado los novios era falsa.

"Confirmo que tengo competencia territorial y que llevaré a cabo esta boda que intentan impedir por todos los medios", aseguró el alcalde.

Según Mamère, la normativa francesa es vaga y "ni reconoce ni impide los matrimonios de personas del mismo sexo", sólo especifica la edad mínima necesaria para casarse.

No obstante, Perben le ha recordado que el Código Civil dice textualmente que el alcalde "recibe de cada parte la declaración de que quieren convertirse en marido y mujer", fórmula que marca la diferencia de sexo entre los novios.

Desgraciadamente, este matrimonio entre dos hombres se ha convertido sobre todo en un espectáculo mediático y diversos representantes de organizaciones homosexuales lamentaron que su lucha se use con fines publicitarios o electorales.

Por ejemplo, Stephane y Bertrand irán de luna de miel invitados por una agencia de viajes y ya vendieron la exclusiva de su boda a un semanario.