México D.F. Miércoles 2 de junio de 2004
Con esta versión celebran 60 años
de relaciones diplomáticas con México
Desde mañana, en la Cineteca el Festival de
Cine Canadiense
JUAN JOSE OLIVARES
Vuelve
lo mejor de la filmografía de Canadá a la Cineteca Nacional.
Para festejar 60 años de relaciones diplomáticas entre México
y esa nación, del 3 al 19 de junio se realizará la cuarta
versión del Festival de Cine Canadiense, que exhibirá algunas
de las más recientes e importantes cintas de ese país, que
han participado en reuniones como Cannes, Toronto, Montreal y Sundance.
También incluirá una retrospectiva de clásicos.
En palabras del embajador de Canadá en México,
Gaëtan Lavertu, el propósito de este encuentro es dar la oportunidad
al público cinéfilo mexicano de apreciar lo mejor de la producción
cinematográfica de su país. "En esta era de consumo mundial
de imágenes y sonidos, es difícil entender los diversos aspectos
de la cultura contemporánea de un país si no se conoce su
cinematografía. En Canadá, el cine es un reflejo de su sociedad
y de su historia. Se distingue por su vanguardia y por sus valores de producción.
Pero, fundamentalmente, nuestra cinematografía es extensión
del mosaico multicultural de nuestro tejido social. De ahí su diversidad,
su frescura y su innovación. El cine, en particular, se ha convertido
en un gran espejo audiovisual en el cual se reflejan el pensamiento, el
humor y la imaginación de nuestras culturas".
El Festival de Cine Canadiense es una iniciativa -que
ha contado con la presencia de directores como el legendario David Cronenberg,
entre otros realizadores- de la embajada de Canadá en México,
organizada en conjunto con Film Circuit, división de Toronto International
Film Festival Group; la Cineteca Nacional, y Cinemex, en cuya sala de arte
también se proyectarán los filmes. En esta ocasión
se tendrá la cooperación de la Cinemateca de Québec.
Caleidoscopio único
Durante este festival los cinéfilos capitalinos
estarán inmersos en un caleidoscopio de la visión cinematográfica
canadiense sobre la vida humana dentro de un contexto multicultural único.
El encuentro abrirá con Mi tío Antonio
(1971), de Claude Jutra, que narra la vida de un pueblo minero quebequense,
donde vive el huérfano Benoît con sus tíos; entre los
tres atienden una próspera tienda que también funciona como
agencia funeraria. Viven una serie de aventuras que involucran un ataúd
extraviado y las manías del extravagante tío Antonio.
Otros de los títulos son: El aprendizaje de
Duddy Kravitz, Jesús de Montreal (1989), que es una crítica
a las convenciones eclesiásticas y sugerente parábola de
la entrega de Jesús a los hombres.
Otro clásico canadiense, Léolo (1992),
de Jean-Claude Lauzon, es un "insólito, crudo y violento poema cinematográfico,
es la historia de un niño con una imaginación desbordante
que vive con su peculiar familia en un humilde barrio de Montreal.
Por otro lado Kissed (1996), de Lynne Stopkewich,
es la historia de una mujer que ha vivido obsesionada con la muerte. En
su adolescencia, decide trabajar para una agencia funeraria como embalsamadora,
y poco a poco deriva en necrofilia.
Otros de los platillos de este banquete fílmico
son Crash, extraños placeres, de David Cronenberg, historia
de fetiches sexuales mediante accidentes automovilísticos; Dulce
porvenir, de Atom Egoyan, basado en la novela de Russell Banks y que
narra las desventuras de los pobladores de una pequeña ciudad enclavada
al norte de Nueva York, y La música más triste del mundo.
Estas son algunas de las apetecibles cintas que se proyectarán
en este encuentro.
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