México D.F. Martes 1 de junio de 2004
ITACATE
Cristina Barros y Marco Buenrostro
Cultivos orgánicos
LAS CULTURAS INDIGENAS han generado maneras de cultivo que mitigan el impacto sobre la naturaleza. Es el caso del sistema de roza, tumba y quema. Consiste en desmontar un área con el propósito de sembrar la milpa. Este terreno se utilizará durante siete años, más o menos; se alternará con otro, dejándolo descansar por un periodo similar para que se regenere la vegetación original.
SE DEJAN RAICES y troncones, de manera que puedan renacer plantas, arbustos y árboles. La materia vegetal que resulta del corte se arrima a lugares estratégicos y se quema. Después de unos días, se esparce la ceniza y se procede a sembrar la milpa; estas cenizas serán un abono natural.
LOS CAMPESINOS indígenas saben también que si en esa parcela se siembran diversas plantas, habrá un intercambio de nutrientes en los suelos. El policultivo es, por otra parte, menos susceptible a que los insectos que de por sí existen, se conviertan en plagas. Los campesinos también asocian algunas plantas en sitios específicos, porque además de serles útiles, son plaguicidas naturales; es el caso de la cebolla o del cempazúchil. Sobre este principio descansan lo que hoy se llaman cultivos orgánicos. Se trata de producir alimentos, eliminando el uso de fertilizantes y plaguicidas químicos. En estas condiciones se cultivó en el país.
ESTUDIOS ACTUALES muestran, además, que la mayor parte de los alimentos que se producen en el mundo provienen de extensiones no mayores de cinco hectáreas; se trata de entre 80 y 60 por ciento de la producción mundial.
EN 1998 UN reporte del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, al que se refiere Víctor M. Toledo, afirma que ''la producción agrícola a pequeña escala mantiene la diversidad (biológica, paisajística, agrícola y cultural), genera numerosos beneficios ambientales (pues tiende a realizar un manejo responsable del suelo, el agua y la vida silvestre), produce oportunidades económicas más justas, mantiene un manejo personalizado de los alimentos y en muchas regiones es vital para la economía regional." Este modelo se sigue en países como Holanda y China.
EN MEXICO, BUENA parte de los alimentos se producen en pequeñas parcelas. El cultivo tradicional permite la autosuficiencia del campesino; se generan ahí no sólo alimentos, sino hierbas medicinales, forraje, y plantas para la elaboración de utensilios, herramientas, artesanías, y materiales de construcción, entre otros.
Tlatonile
SE CUECEN EN poca agua seis elotes tiernos desgranados, con 200 gramos de ejotes y tres cuartos de kilo de calabacitas picados. Aparte se muelen 200 gramos de tomate verde y dos chiles verdes; se sofríen en aceite y se agregan 200 gramos de pepita de calabaza molida. Cuando espesa, se añade el elote y la calabaza poco a poco, dos ramas de epazote y sal; se cocinan unos minutos más. [email protected]
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