México D.F. Sábado 29 de mayo de 2004
Molly Ivins
Religión y futbol americano
ƑPodemos charlar? Sobre futbol y oración. Este no es un artículo de opinión porque hay algo sobre lo cual no puedo decidirme, y de veras me gustaría platicarlo. Agradecería cualquier comentario al respecto, sobre todo de miembros de la clerecía. Veamos. La cuestión constitucional es una cosa. La Constitución es muy clara en cuanto a la religión: es lo primero que viene en el capítulo de garantías individuales. El gobierno de este país no puede interferir con el libre ejercicio de la religión. Tenemos el derecho absoluto de adorar lo que queramos, o de no adorar nada si así lo elegimos. Este derecho es tan sólido que durante mucho tiempo se le ha utilizado para cubrir lo que para la mayoría de nosotros serían variedades bastante deschavetadas de religión.
Pero lo que llaman la cláusula de instauración tiene dos partes. Y la primera dice: "El Congreso no elaborará ley relativa a la instauración de una religión". En otras palabras, no pueden hacérnosla tragar en forma alguna, ni utilizar dinero de impuestos para promover la religión. Todos conocemos los antecedentes de esta medida. Los primeros estadunidenses vinieron huyendo de la persecución religiosa: los bautistas eran una minoría despreciada, a los protestantes los masacraban en Francia, y así sucesivamente. Así pues, los constituyentes adoptaron un sistema en el que el gobierno no puede imponer una religión. Se dice que este país fue fundado por genios para que pudiera ser gobernado por idiotas (y a menudo parece que ya alcanzamos esa meta).
Echando una ojeada por el mundo a países como Irán y Afganistán, en los que la religión y el gobierno se encuentran irremisiblemente entremezclados, resulta más claro que nunca que los constituyentes te-nían razón. Supongo que hay motivo para debatir qué tan estricta debe ser nuestra interpretación de lo que significa "instauración de una religión", pero me gustaría hablar aquí de algo distinto del tema constitucional... sólo que no sé cómo llamarlo. Tal vez sea cuestión de... Ƒgusto? ƑSe le ha ocurrido a alguien más que pueda haber un problema con... eh... la propiedad de decir oraciones antes de los partidos de futbol americano?
Soy cristiana, y fanática de ese deporte. Caramba, soy texana, y todos somos productos de nuestra cultura. No me disculpo ante nadie por mi afición al futbol. Si todo el tiempo que paso gritando en los partidos lo dedicara a alguna empresa productiva -digamos estudiar la lengua turca-, a estas alturas ya sería una erudita de renombre mundial. Pero no me arrepiento de un solo minuto de él. Sin embargo, sí me pregunto si orar antes de un partido no es un poco ofender al Señor, algo entre un delito de lesa majestad y una blasfemia. Puede que Dios se ocupe de toda golondrinita que caiga, pero no veo por qué debemos esperar que cuide que las panteras les peguen a los Ti-gres o que los Patos les suenen a los Aguerridos Cangrejos de Arena.
Se puede objetar que en realidad no oramos por la victoria antes de un partido, sino por el juego limpio y esas cosas. Pero las cosas no se dan así en la práctica, Ƒverdad? ƑCuándo fue la última vez que escuchamos decir a un coach, incluso en sus plegarias, que no importa quién gane? Imaginemos que escucháramos una plegaria por el sonido local del estadio antes de un partido. Dejando de lado la agravada mala conducta de algunos jugadores profesionales, Ƒde veras nos gustaría ver a las porristas de los Vaqueros de Dallas dirigir una oración?
(No tengo nada contra las porristas de Dallas, a las que solíamos llamar "nuestras chicas". También de allá soy fanática. Su-pongo que hasta algunos strippers oran en el trabajo, y no es que compare a las porristas con strippers; hay diferencia entre vestir ligero y no vestir. Sin embargo, en esto existe una cuestión de buen gusto. Llámenme conservadora cultural, pero tal vez deberíamos llamar a algún especialista en buenos modales.)
No se puede decir simplemente que no existe un lugar donde orar sea inapropiado. Si escucháramos al elenco y el equipo de filmación de una película pornográfica decir una oración antes de ponerse a trabajar, Ƒno nos parecería ofensivo? Y como van las cosas, no me sorprendería. En estos días se dicen cristianos muchos que no lo parecen ni de lejos, como el fulano que embarró de estiércol de elefante una linda imagen de la Virgen María.
Estoy abierta al argumento de que hay diferencia entre el futbol americano profesional, el universitario (el cual, debemos ad-mitirlo, es semiprofesional) y el preparatoriano. Este último, que los texanos solemos confundir con la religión, está en el centro de la demanda legal referente a la oración en el futbol. Nuestro gobernador ha sostenido en un escrito de amicus curiae que existe relación entre los dos. En serio. Está bien, lo confieso: yo misma he invocado al Señor durante los partidos de futbol, pero sólo cuando la Universidad de Texas juega contra Texas A&M. Y aun entonces me parece que raya en la herejía. En realidad, el futbol no es una actividad divina. Con el debido respeto a excelentes organizaciones como la Fraternidad de Atletas Cristianos, Ƒno les parece que Dios prefiriría que todos trabajáramos en favor de algún organismo como Hábitat para la humanidad? Pensándolo bien, si todos los fanáticos del futbol en este país pasaran una tarde de cada fin de semana trabajando para esa agrupación, probablemente resolveríamos la crisis de vivienda para personas de bajos ingresos en cuestión de segundos.
Como pueden ver, estoy confundida con todo esto. ƑPodría alguien llamar a Jimmy Carter y preguntarle qué opina? En espera de sus noticias, me suscribo: Confundida como una cabra en la cancha del Astrodome de Houston.
* Desde finales de 2003 existe polémica en Texas a causa de una ley que prohíbe hacer una oración pública antes de los partidos de futbol americano de las escuelas preparatorias. El caso se ventila actualmente en la Suprema Corte. © 2004 Creators Sindícate Inc. Traducción: Jorge Anaya
|