Enrique Calderón A. /II y última

La irresponsabilidad en el gobierno

Algunas semanas atrás, Vicente Fox, utilizando su exclamación preferida, "ƑY yo por qué?", respondió a las protestas continuas por la falta de empleo aduciendo que la responsabilidad del problema es de todos por parejo. Unos días más tarde, sin embargo, eufórico el Presidente informó, con base en un informe del Seguro Social, que en el primer trimestre de 2004 se habían generado 170 mil empleos, lo cual indicaba que las políticas y programas de su gobierno estaban dando ya resultados. A partir de entonces, de manera mágica, la economía de México superó en crecimiento a la de Estados Unidos, y unos días después nuestro país era ya el primero del mundo en atractivo para los inversionistas.

Si la frase del "ƑY yo por qué?" expresa el pensamiento de quien no acepta responsabilidad en el problema, las declaraciones siguientes confirman su grado de irresponsabilidad, pues como todos sabemos, el país necesita cada año la creación de cuando menos un millón 300 mil empleos para enfrentar el crecimiento de la población adulta; si a ello adicionamos que en el presente sexenio se han perdido cuando menos 600 mil empleos, resulta que los 170 mil nuevos puestos de trabajo representan 4 por ciento de los requeridos en los tres primeros años del gobierno foxista.

Cuando Vicente Fox tomó posesión del gobierno, el desempleo era sin lugar a dudas el problema más grave del país, y si la sociedad mexicana esperaba un cambio del nuevo gobierno éste era allí, en los proyectos económicos que pudieran generar empleos para mejorar su situación económica. La falta de visión y de voluntad para impulsar cambios en este sentido, si algo reflejan, es irresponsabilidad.

Algunos posibles cambios de política cuyos beneficios resultan evidentes, y respecto a los cuales nada se ha hecho, se describen a continuación:

1. Los bancos, las instituciones financieras y las grandes empresas industriales y comerciales requieren permanentemente los servicios de firmas de consultoría, de bufetes jurídicos y contables, de empresas de publicidad, de mantenimiento y otras más, cuyo trabajo es de nivel profesional. La venta indiscriminada de bancos y grandes empresas, supuestamente para atraer capitales y generar empleos, ha tenido como resultado lo contrario, pues los nuevos dueños, normalmente extranjeros, además de sustituir muchos de los cuadros de mando de esas empresas por gente de sus países, empiezan a utilizar servicios de empresas de consultoría, publicidad, etcétera, contratadas por sus casas matrices fuera de México, hecho que ha estado repercutiendo en el cierre de cientos de empresas mexicanas en las áreas de sistemas, telecomunicaciones, capacitación, ingeniería, publicidad, asesoría jurídica, mantenimiento y otras, con la pérdida respectiva de numerosos empleos de nivel profesional, como consecuencia de una política gubernamental específica y poco cuidadosa en su aplicación.

2. Cuando los gobiernos de las naciones industrializadas como China, España o Italia realizan concursos internacionales de obra pública, incluyendo líneas férreas, plantas generadoras de electricidad, plantas petroquímicas, aeropuertos, etcétera, en sus bases estipulan niveles de integración en el territorio nacional mayores a 50 por ciento, obligando a las empresas ganadoras a subcontratar empresas nacionales, a transferir tecnología y a generar empleos de nivel profesional. Esto, por supuesto, no se hace aquí, ni existe una política al respecto. ƑFalta de visión, o indolencia pura?

3. El establecimiento de grandes tiendas de autoservicio en todas las ciudades importantes del país está terminando con los comercios locales, tanto de alimentos como de ropa, muebles y enseres domésticos. Por economías de escala, los comercios locales pequeños y medianos no pueden competir, terminando por cerrar, dejando también al garete a sus proveedores locales, con las pérdidas consecuentes de miles de empleos. En los países de origen de esas empresas, sus gobiernos han limitado sus operaciones para garantizar la existencia de comercios y productores locales, hecho que es y ha sido ignorado por nuestros últimos gobiernos, incluido el actual.

4. Las industrias mexicanas, operando de base en un mercado más pequeño que sus competidoras trasnacionales, se encuentran en desventaja para poder competir en calidad, precio y capacidad de respuesta con ellas, hecho que las lleva irremediablemente a cerrar sus plantas productivas y a convertirse en meros distribuidores de los productos de esas empresas, práctica que en la realidad significa pérdidas importantes de empleos en el sector industrial; la inexistencia real de créditos para la industria complementa y exacerba el fenómeno.

Si a todo esto agregamos las políticas restrictivas, instrumentadas para reducir la inflación a costa del estancamiento económico, terminamos de entender lo que esta sucediendo con el empleo y la responsabilidad directa del gobierno en el fenómeno.