Acusa a la UE de eliminar resolutivo contra el bloqueo

Cuba firma bajo reserva conclusiones del encuentro

BLANCHE PETRICH, GEORGINA SALDIERNA, ROSA ELVIRA VARGAS Y ROBERTO GONZALEZ ENVIADOS

Guadalajara, Jal., 28 de mayo. Incapaces de acercar sus posturas antagónicas, Cuba y los países europeos finalmente descartaron incluir una condena explícita al bloqueo comercial de Estados Unidos contra la isla en la declaración final de esta cumbre, que se proponía convertirse en una alianza estratégica entre el subhemisferio americano y Europa.

En consecuencia, el gobierno cubano -representado aquí por su canciller, Felipe Pérez Roque, ante la ausencia de su presidente Fidel Castro- firmó la Declaración de Guadalajara, pero emitió una reserva que explicó así en la sesión de clausura: "Cuba considera una gran omisión que no se haya recogido mención alguna que rechace el unilateralismo en las relaciones internacionales, cuya expresión más emblemática es la ley Helms-Burton. En momentos en que el gobierno de Estados Unidos anuncia nuevas medidas de carácter extraterritorial y unilateral que refuerzan el alcance y aplicación de los capítulos 3 y 4 de la Helms-Burton, la Unión Europea impidió a esta conferencia pronunciarse en su contra".

En ese mismo pronunciamiento, Cuba criticó que este documento hubiera calificado como "malos tratos" a los crímenes y torturas documentados contra prisioneros de guerra en Irak y en otros lugares.

El presidente Vicente Fox defendió más tarde el derecho del canciller cubano a expresarse. "Es la fórmula en estas reuniones", dijo. Y de paso, sin mediar pregunta, aludió, sin citar directamente a Fidel Castro, la carta del presidente de Cuba en la que llamaba "inútil" este tipo de encuentros. "No falta quien cuestiona el propósito o los resultados de estas reuniones. El diálogo es un poderoso instrumento para el entendimiento. Sólo la oportunidad de dialogar e intercambiar ideas más que justifica cualquier reunión. El haber tenido tan intenso diálogo es más que suficiente para poder evaluar el resultado de esta reunión. Es inconmensurable lo que puede haber provocado esta reunión", aseguró.

La reserva cubana ya no provocó sorpresa. Era la rúbrica de largas horas de forcejeo en la negociación que llevaron a cabo los cancilleres para decidir si los 58 gobiernos aquí reunidos (25 representados por otros funcionarios, en ausencia de los mandatarios) criticarían frontalmente a Washington por su empeño en derrocar a las autoridades revolucionarias mediante presiones comerciales y políticas. Un debate que al final Cuba perdió a pesar de que en esta batalla contaba con el apoyo del bloque latinoamericano y caribeño en su conjunto.

Por ello, Pérez Roque agradeció a estos países su apoyo.

Este último episodio de la actuación de Cuba en la cumbre fue acogido sin sobresaltos. Incluso, pocos minutos antes de que iniciara la sesión de clausura, mientras los jefes de Estado y de gobierno y sus comitivas se acomodaban y ajustaban tiempos, el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, tomó del brazo a Pérez Roque, lo apartó del conjunto y lo llevó a una esquina del patio central del Hospicio Cabañas, que albergó la cumbre bajo la célebre cúpula de José Clemente Orozco. Ahí sostuvieron un pequeño diálogo.

Y no fue el último, cuando ya solamente quedaba por ofrecer una conferencia conjunta de cinco mandatarios, Derbez recibió una llamada de su homólogo Pérez Roque y ahí mismo volvieron a reunirse en privado. Quizá empezaron a armar una posible próxima visita de Derbez a La Habana. Entonces sí hubo sonrisas.

La leve distensión también se puso de manifiesto cuando, ya de salida, Pérez Roque declaró a la prensa: "Me voy feliz porque defendimos la razón". Y reconoció que en sus lides diplomáticas su delegación recibió gran apoyo de sus homólogos latinoamericanos. Requerido por muchos, flanqueado por el presidente venezolano, Hugo Chávez, y por el gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas Batel, avanzó dificultosamente hacia la salida, ya que decenas de edecanes y personal de apoyo (femenino) se agolpaba en torno suyo para tomarse la foto del recuerdo o simplemente tocarlo. Muchas descubrían el sex appeal del canciller cubano, que en pocos años pasó de la militancia comunista de base más dura a las grandes ligas de la diplomacia internacional.

Otros mandatarios también fijaron su posición sobre el tema cubano. Primero fue Romano Prodi, presidente de la Comisión Europea, quien se encargó de recordar las razones del congelamiento de las relaciones de Europa con la isla: la ola de arrestos, encarcelamientos y largas sentencias contra opositores. Pero agregó que ese reproche no significa que el viejo continente no condene las actividades extraterritoriales y unilaterales "porque afectan a todos".

El presidente de Francia, Jaques Chirac, dijo a su vez que su gobierno siempre se opuso y se opone al bloqueo estadunidense contra Cuba. Pero añadió que después de la "represión brutal del año pasado", la Unión Europea (UE) tomó una posición de rechazo hacia esta situación y Francia es solidaria con la UE. Y José Luis Rodríguez Zapatero, jefe del Ejecutivo español, también se pronunció. La de Guadalajara, dijo, es "una declaración medida, ponderada y de consenso unánime", aunque Cuba está en su derecho de reservarse. "La suya es una opinión de minoría".

El gobierno cubano había emitido esta misma mañana un documento en el que resumía la jornada de forcejeos diplomáticos para redactar la declaración final de la cumbre, usando fuertes calificativos contra el bloque europeo que aquí, en Guadalajara, actuó "como un rebaño de corderos, subordinado a Washington". A su vez, un vocero de la UE reprochó a La Habana "falsear los hechos" sobre cómo transcurrieron las negociaciones.

El comunicado del gobierno cubano refirió que la redacción del párrafo alusivo al embargo estadunidense contra Cuba, propuesto por el bloque europeo, fue una "menguada, ridícula y cobarde proposición" a la que su delegación se opuso, "ya que nuestro país enfrenta hoy los planes asesinos y un conjunto de medidas intervencionistas y genocidas anunciadas por el señor Bush".

Según la versión cubana, los redactores de la declaración sacaron del documento final la siguiente oración: "expresamos nuestra profunda preocupación por las medidas adicionales que refuerzan y amplían el alcance de tales políticas y legislaciones, como la Ley Helms-Burton, y por ello exhortamos al gobierno de Estados Unidos a que ponga fin a su aplicación".

El grupo europeo sólo aceptó suscribirla mención de una resolución de la Asamblea General de la ONU, que condena específicamente a Estados Unidos por el embargo. Y pronunció un ultimátum, el que, según el comunicado, "el canciller cubano rechazó con toda dignidad", sosteniendo que si el párrafo aparecía en la versión europea, Cuba prefería que no se le mencionara del todo.

El alegato cubano fue descrito como "lamentable" por el vocero europeo, quien aseguró que su región "no tiene ningún problema" para expresar en este tipo de declaraciones una condena específica al embargo estadunidense contra Cuba.

Según la versión de este informante, la primera propuesta de la UE era "absolutamente correcta", y fue Cuba la que bloqueó la posibilidad de alcanzar un consenso con Latinoamérica. En esta propuesta se condenaban las leyes con carácter extraterritorial y las acciones unilaterales. El bloque de América Latina pidió ir más allá, reconoció, y hacer una alusión directa al embargo estadunidense contra Cuba. Los europeos accedieron a hacer una referencia específica a la resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas sobre la materia.

"Pero los cubanos querían ir más lejos todavía", ampliando esta condena las recientes medidas puestas en práctica por Washington para "acelerar", según dicen, la transición política. Y fue precisamente este punto el que hizo fracasar la negociación, dijo.

En el documento del gobierno cubano también se describe cómo se negoció el tema de las torturas infligidas a los prisioneros en poder de Estados Unidos en Irak y Guantánamo. Según afirmaron, la UE presionó para sustituir la palabra "tortura" por "malos tratos" y para no aludir específicamente a Estados Unidos como destinatario de la condena.

"Fue fortísimo y controversial el debate entre el presidente de la Comisión Europea y el segundo jefe de la misión cubana, el viceministro Bruno Rodríguez", una polémica en la que fueron derrotados. Muchos elementos del párrafo inicial quedaron incluidos, lo que Cuba consideró "una gran derrota moral para la Unión Europea".

Cuba recuerda que "los que ahora se oponían a tal condena representaban a países que fueron testigos de los campos de concentración nazis donde murieron millones de personas. Ahora sus dirigentes se pliegan ante ideas, métodos y peligros neonazis mil veces mayores".

En opinión de los cubanos, la batalla más importante de la cumbre fue la de haber logrado que el documento final incluyera una mención concreta sobre los principios fundacionales de la ONU, al que también se oponían los europeos. Según este recuento, de noche, durante las últimas horas de la reunión ministerial, los representantes de la UE "estaban tan desmoralizados y sin capacidad de abrir una segunda discusión", que anunciaron que retiraban su objeción sobre el tercer punto.