México D.F. Sábado 29 de mayo de 2004
Planteó AL cambios para hacer al órgano
"más democrático, eficaz y transparente"
Nuevo freno a Latinoamérica; Europa rechazó
plan de reformas a la ONU
Ante disensos, el canciller Derbez borra de un plumazo
párrafo de la declaración final
GEORGINA SALDIERNA, BLANCHE PETRICH, ROBERTO GONZALEZ
AMADOR Y ROSA ELVIRA VARGAS ENVIADOS
Guadalajara, Jal., 28 de mayo. Una de las prendas
más preciadas del multilateralismo como nueva forma de hacer política
internacional -la reforma a fondo de la Organización de las Naciones
Unidas (ONU)- fue sacada de la declaración final de la tercera cumbre
de América Latina, el Caribe y la Unión Europes por una decisión
salomónica del canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, dictada
más por las prisas que por las consideraciones geopolíticas.
En
este punto del debate, según trascendió en fuentes diplomáticas,
el bloque latinoamericano encontró otro frente de choque con su
"asociado estratégico" de la desarrollada Europa. La anoche del
jueves Latinoamérica había encontrado un nuevo consenso para
pronunciarse en favor de "reformar la ONU para que opere de manera más
democrática, eficaz y transparente". Pero la Unión Europea
(UE) propuso "rebajar" el texto, cambiando el término reformar por
"ampliación del Consejo de Seguridad". Las preguntas de la delegación
colombiana revelaron las implicaciones de este cambio de lenguaje: "¿Qué
significa ampliación? ¿Quién decidirá quiénes
serán los nuevos miembros? ¿Cuántos más y de
dónde?"
Por enésima vez los bloques parecían encaminarse
a una confrontación. Fue entonces cuando Derbez asumió el
papel del rey Salomón: "¿Hay consenso? ¿No? Entonces
se suprime este párrafo".
A la caza de asientos
Antes de que se concrete la pretendida reforma de la ONU,
la caza por los eventuales nuevos asientos en el Consejo de Seguridad ampliado
arrancó aquí, en el contexto de la cumbre de América
Latina, el Caribe y Europa. Esta mañana el canciller alemán,
Gerhard Schroeder, agradeció públicamente al presidente Vicente
Fox su "franco apoyo" a la aspiración germana de integrarse como
miembro permanente de este órgano de máxima importancia en
Naciones Unidas.
En rueda de prensa, Schroeder señaló también
que, a cambio de su apoyo al gobierno de Berlín en esta demanda,
Fox reclamó que en el proyecto de ampliación del consejo
sean contempladas las inclusiones de "uno o dos" asientos para la región
latinoamericana y uno para Africa. En el subhemisferio americano se sabe
que Brasil y México compiten por ser considerados candidatos para
formar parte de dicho órgano de la ONU.
Con la inclusión de Alemania en el Consejo de Seguridad
se cerraría definitivamente un capítulo de la posguerra que
vetó a los países del Eje, los perdedores de la Segunda Guerra
Mundial, a participar con miembros permanentes -y, por tanto, con derecho
a veto-, que fue reservada para un cerrado núcleo de vencedores:
Estados Unidos, Rusia (ex Unión Soviética), Francia, Gran
Bretaña y China.
Schroeder ha insistido aquí en su pleno respaldo
al proyecto del secretario general de la ONU, Kofi Annan, de promover lo
que éste ha llamado "el renacimiento" del organismo. Es, subrayó
el canciller alemán, "un anhelo que, junto con la Declaración
del Milenio (la lucha contra el hambre en el mundo), constituyen puentes
de unión entre Europa y América Latina".
Schroeder se mostró "impresionado" por el interés
que existe entre los gobiernos de América Latina y el Caribe por
que la nueva Unión Europea se interese más en sus asuntos,
por la forma como los latinoamericanos "miran en la UE un ejemplo de integración
y cooperación exitoso".
El
canciller pidió a los latinoamericanos no "temer" que la atención
que ahora reciben los nuevos miembros de la UE, en su mayoría integrantes
del extinto bloque socialista, vayan a reclamar y acaparar toda la capacidad
de cooperación de las naciones de mayor desarrollo en el viejo continente.
"Por el contrario, está en el interés de la Unión
Europea fortalecer nuestra cooperación con el subcontinente", añadió.
Finalmente, el país con menos peso en esta cumbre,
el más pobre y más rezagado incluso en su desarrollo político,
expresó aquí una dolorosa crítica al actual orden
internacional. El presidente de Haití, Gerard Latortue, nombrado
provisionalmente después de una revuelta y un golpe de Estado organizados
desde Estados Unidos, reclamó el respeto en la ONU a los principios
de igualdad de los estados.
Curiosamente, Latortue se pronunció en contra de
reformar Naciones Unidas. Basta, expuso, con que retome su espíritu
original, porque las "voluntades de los países grandes y pequeños,
pobres y ricos, no cuentan igual" en el organismo.
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