.. |
México D.F. Viernes 28 de mayo de 2004
En El día después de mañana
quise atenuar la actitud pomposa de EU hacia México, afirma
Hollywood teme hacer cintas con temas políticos:
Emmerich
No sé si el filme influya en las elecciones de
noviembre, pero yo no votaré por Bush, asegura
La película del director alemán se estrena
hoy en 500 pantallas de nuestro país
JORGE CABALLERO
La cinta El día después de mañana,
del cineasta alemán afincado en Hollywood, Roland Emmerich, trata
del sobrecalientamiento del planeta Tierra que provoca el deshielo del
Polo Norte, congelando a las naciones del hemisferio norte, las cuales
buscan ayuda de las naciones subdesarrolladas sureñas; particularmente
Estados Unidos es auxiliado por México. Al respecto, Emmerich dijo:
"Eso sí es posible, porque las naciones donde se detenta el poder
económico están en el hemisferio norte y la gente tendría
que emigrar a los países sureños. Lo que nunca se verá
es a un político estadunidense dando los gracias a México
ni a Latinoamérica por su ayuda''.
Además,
el director de Godzilla y El día de la independencia
aseguró que votará en las próximas elecciones presidenciales
de noviembre "por John Kerry, o por cualquier otra persona que pase por
la calle, siempre y cuando no sea George W. Bush''.
El día después de mañana se
estrena hoy en 500 pantallas de nuestro país. En la visita promocional
a México, Emmerich estuvo acompañado de la actriz Emmy Rossum
y el guionista Jeffrey Nachmanoff.
El cineasta mencionó: "Ya era hora de que alguien
hiciera algo así, yo soy un alemán que vive en Estados Unidos
y me impacta la actitud de soberbia de los estadunidenses. Vivo en Los
Angeles y es increíble cómo los angelinos no aprecian a los
mexicanos que viven en todo California, cuando de hecho son ellos los que
sostienen la economía de ese estado, y todavía los políticos
los culpan por los problemas de California. La película es también
una sátira porque dimos totalmente una vuelta a la situación
y fue para que los estadunidenses le bajaran a su actitud pomposa hacia
los mexicanos".
A pregunta expresa del significado de destruir la ciudad
de Nueva York luego de los sucesos del 11 de septiembre de 2001, y sobre
el debate que ha suscitado el estreno de su película en Estados
Unidos acerca de que influirá en contra de George W. Bush en la
próxima elección presidencial, Emmerich dijo: "Nos centramos
en Nueva York porque es el símbolo perfecto de la civilización
occidental. Para mi en particular es importante hacer una película
como El día después de mañana, porque en Hollywood
hay miedo a hacer cintas con contenido y mensajes políticos; es
bueno hacer una de entretenimiento pero también mi cinta es un poco
subversiva porque tiene implicaciones políticas: hace 20 años
había más filmes con visos políticos, pero ahora a
Hollywood le da miedo meterse en política. No sé si influirá
en las elecciones de noviembre en contra de Bush, pero yo no votaré
por él''.
Respecto a los Acuerdos de Kyoto, el cinerrealizador,
que comenzó haciendo cine de serie B, dijo: "No puedes hacer una
película del calentamiento global... no puedes hacer a un lado el
hecho de que el gobierno de Estados Unidos se ha negado a firmar esos acuerdos
para reducir sus niveles tóxicos de contaminación a la atmósfera
de la Tierra, sin que tengas que mencionar el papel que juega Estados Unidos.
Lo que quiero señalar es que no sólo Estados Unidos sino
que a nivel mundial la gente y gobiernos se den cuenta del problema que
hay con el calentamiento global; la administración Bush, en particular,
no ha firmado pero el mensaje es para todos los gobiernos. En la película
explicamos lo que pasaría si se da un calentamiento global del tercer
planeta, ya que de suceder, el mundo entero estaría al borde de
una nueva era de hielo. Por ello, creemos que se deben tomar medidas severas
para controlar esta situación, de lo contrario, nuestros hijos heredarán
nuestros errores".
El Tercer Mundo, al rescate
Sobre
la idea de que los países del llamado Tercer Mundo ayuden a los
del primer mencionó: "Realmente lo creo, porque si pasa una catástrofe
como en la cinta, que no está mucho en el renglón de la ciencia
ficción sino en el científico, la zona que saldría
afectada sería el hemisferio norte, donde están los países
industrializados, la única salida sería que todo mundo se
fuera al sur: Estados Unidos se iría a México y Europa a
Africa. Lo que quería demostrar es que los países subdesarrollados
son los que salvarían al mundo, quería que se viera que estos
países a los que se les llama subdesarrollados, no son hostiles,
son más cálidos y solidarios. Claro que esto no pasaría
ni hoy ni mañana, pero sí puede suceder''.
-Y si pasara esta catástrofe, donde se rompiera
el equilibrio natural, ¿a dónde se iría usted?
-A mi casa de Puerto Vallarta que estaría abierta
para todos mis amigos.
Sobre los tintes políticos de la historia, el guionista
Jeffrey Nachmanoff, por su parte, precisó que no es reclamo al gobierno
estadunidense, ya que sólo presentó su punto de vista y su
solución, que quizá "es una gran utopía. Pienso que
Estados Unidos funciona gracias a los indocumentados mexicanos, a quienes
debería legalizar y tratar dignamente. También creo que una
medida para encontrar la paz, es que se le perdone la deuda a los países
del Tercer Mundo, pero creo que eso está muy lejos de verse".
|