México D.F. Viernes 28 de mayo de 2004
Símbolo de actualidad deslumbrante, define Monsiváis
Frida Kahlo fue ''gran artista, santa y revolucionaria''
ARTURO JIMENEZ
El símbolo de Frida Kahlo es de una ''actualidad deslumbrante", porque su referencia no es sólo la pintura ni la condición femenina ni el amor a un ''monstruo sagrado" como Diego Rivera, sino todo al mismo tiempo.
Así habló el miércoles pasado el escritor Carlos Monsiváis en la casa-museo de Coyoacán, en un repaso de la figura y los signos principales de la pintora como parte de los homenajes por el cincuentenario de su muerte.
En una tarde soleada que se ponía entre los árboles de la casa azul, Monsiváis dedicó buena parte de su conferencia a definir los rasgos esenciales de Kahlo, ''una gran artista, una santa y una revolucionaria".
Ella fue, comentó, una ''criatura dual de Diego y de sí misma. Diego es el mundo tal y como es dable percibirlo desde la prisión corporal, y Frida se propone ser a la vez la obra pictórica y el objeto hermoso y singular que es ella misma".
Al hablar de la moda sobre esta pintora, reflexionó:
''En el vértice de la fridomanía, Frida es el símbolo de sí misma, el semblante en donde uno cree ver a la aparición que cuestiona su propio origen milagroso, el encuentro de los pinceles y el amor a la vida en la sala de operaciones."
Más allá de la moda
Frida, continuó Monsiváis, remite a Frida y tal creación circular la vuelve irrepetible. ''Es la estatua de sí misma, la hija de sí misma, la propagación de los rasgos únicos en la era de reproducción masiva".
Por eso, para el escritor la fridomanía es una moda y el concepto Frida Khalo incluye y va más allá de esa tendencia.
''Esta casa ya trasciende cualquier posibilidad de fridomanía. Y los artistas que utilizan a Frida Kahlo pueden o no adecuarla a la perspectiva posmoderna o usarla como recurso intertextual, pero en su utilización alaban la intrepidez que le expropia al horizonte místico, la representación al dolor y la resistencia al dolor."
Concluyó: ''La fridomanía es un culto cuyos residuos providencialistas prueban lo evidente: los santos de esta época ya no provendrán de las virginidades defendidas a costa del salto en el vacío o de los aconteceres celestiales que sanan a enfermos y sanos por igual. Sino, muy principalmente, de las vidas que mezclan orgánicamente dimensión artística, autodestrucción, originalidad y radicalidad existencial."
Y es que, según Monsiváis, Frida Kahlo es un personaje espléndido, una pintora visionaria, una figura de la izquierda y una tradición ''elegida y revivida".
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