México D.F. Viernes 28 de mayo de 2004
Revelan conversaciones entre el ex funcionario
estadunidense y Richard Nixon
"No perpetramos el golpe en Chile... digo, los ayudamos":
Henry Kissinger
En 20 mil cuartillas se ofrecen nuevos detalles sobre
Watergate, entre otros temas
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 27 de mayo. Contradiciendo
su repetida afirmación de que Estados Unidos no tuvo nada que ver
con el golpe militar en Chile en 1973, Henry Kissinger le dijo al entonces
presidente Richard Nixon, en referencia al golpe: "no lo hicimos. Digo,
los ayudamos... creamos las condiciones tan grandes como fue posible".
En 20 mil cuartillas de transcripciones de conversaciones
telefónicas grabadas de Kissinger de 1969 a 1974 hechas públicas
ayer por el National Security Archive, instituto de investigaciones que
se dedica a luchar contra secretos oficiales y analiza y difunde públicamente
documentos de seguridad nacional oficiales, se revela que Kissinger y Nixon
se congratularon por el derrocamiento del gobierno de Salvador Allende,
al cual se referían como un gobierno "pro comunista... anti americano"
y se quejaban de que los medios no celebraran el evento.
"Digo,
en vez de celebrar, en el periodo de (Dwight) Eisenhower seríamos
héroes", comento Kissinger a Nixon el 16 de septiembre de 1973.
Nixon responde que "pues no -como lo sabes- nuestra mano no se revela en
esta, pues".
Peter Kornbluh, especialista sobre América Latina
del National Security Archive, señaló que estas declaraciones
son directamente opuestas a la versión promovida por Kissinger en
sus memorias y declaraciones a lo largo de los años. En el sitio
Internet del National Security Archive, Kornbluh declara que "esta es prueba
concluyente, en las palabras de Kissinger, de que el gobierno de Nixon
directamente contribuyó a crear el clima para el golpe en Chile,
lo cual hizo posible la toma de poder militar el 11 de septiembre de 1973".
Estas transcripciones fueron depositadas en la Biblioteca
del Congreso por Kissinger en 1976 con la condición de que permanecerían
secretas hasta 5 años después de su muerte. Pero la organización
National Security Archive inició hace cinco años una acción
legal para que se revelaran públicamente los documentos; Kissinger
entregó la documentación al Archivo Nacional, donde se revisaron
para propósitos de seguridad nacional, y ayer los puso a disposición
del público.
Además de ofrecer nuevas pruebas sobre el papel
de Washington en Chile, los documentos ofrecen detalles más amplios
sobre la relación compleja entre Kissinger, el entonces asesor de
Seguridad Nacional y después secretario de Estado, y su jefe Nixon
durante un periodo donde se realizó el bombardeo secreto de Camboya,
la guerra de Medio Oriente de 1973 y los cambios en las relaciones diplomáticas
con China y la Unión Soviética.
También se revela el impacto del creciente escándalo
de Watergate sobre el comportamiento de Nixon. Por ejemplo, Alexander
Haig, entonces jefe del gabinete, y Kissinger, tienen una conversación
sobre cómo Nixon bromeó en cuanto a que deseaba dejar caer
una bomba nuclear sobre el Capitolio en marzo de 1974 en momentos cuando
el Congreso procedía a realizar la destitución del presidente.
O cómo en octubre de 1973 Kissinger rechazó una solicitud
del primer ministro Edward Heath, de Gran Bretaña, de hablar telefónicamente
con Nixon sobre el conflicto en Medio Oriente, ya que el presidente estaba
borracho esa noche.
También hay una conversación telefónica
grabada entre Kissinger y el entonces secretario de Defensa Melvin Laird
en 1969 sobre una serie de fotografías que graban una atrocidad
cometida por las fuerzas estadunidenses en una guerra, y si había
alguna manera de evitar que éstas fueran publicadas en los medios.
El incidente fue My Lai en Vietnam, y como lo reporta hoy en su primera
plana el New York Times, el evento tiene sus paralelos con el escándalo
actual de Abu Ghraib y las fotos. Kissinger y Laird acuerdan que no será
posible esconder las pruebas fotográficas, pues ya estaban en manos
de algunos medios y el reportero Seymour Hersh ya había descubierto
y publicado un reportaje sobre la matanza de civiles. Por lo tanto, deciden
culpar a un oficial de nivel bajo por todo lo ocurrido, asegurando que
se había enloquecido.
Las transcripciones de las conversaciones telefónicas
de Kissinger se pueden leer en el sitio de Internet del National Security
Archive:
www.gwu.edu/~nsarchiv/NSAEBB/NSAEBB123/index.htm
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