Luis Javier Garrido

La inhabilitación

La nueva intentona de Vicente Fox para inhabilitar a Andrés Manuel López Obrador como candidato presidencial en 2006 quebranta el orden jurídico del país y termina con cualquier forma de convivencia política, pero también pone en riesgo la frágil paz social.

1. La decisión tomada ayer -por mayoría-, por un diputado del PAN y dos del PRI, integrantes de la sección instructora de la Cámara de Diputados (27 de mayo), de iniciar contra la razón y el derecho un juicio de procedencia al jefe de Gobierno del Distrito Federal, acusado por el gobierno foxista, de manera notoriamente improcedente y sin sustento jurídico, de un imaginario delito de desacato a una decisión jurisdiccional sólo con el fin de inhabilitarlo para ser candidato en 2006 -al estar privado de sus derechos políticos por la acusación y el proceso judicial-, constituye un acto de desesperación del gobierno de Fox, que está quebrantando el escaso margen de vida institucional que parecía quedar en el país.

2. El problema que Fox está creando a México es muy grave, pues nadie puede ignorar que, en el caso remoto de que procediera la aberrante iniciativa oficial, descalificaría históricamente al propio Vicente Fox, quien pasaría a la historia como un golpista, y condenaría además a su sucesor a ser un gobernante ilegítimo, además de que enviará un claro mensaje a los mexicanos de que la supuesta "transición democrática" fue una burla, que en las elecciones no se toma decisión alguna y de que para oponerse a la ilegalidad y a la violencia del gobierno no hay más vías que la violencia.

3. Lo más significativo de esta nueva ofensiva de Fox y de Salinas contra López Obrador es que se da a pocos días de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación emitiera su histórico fallo sobre las elecciones de 2000 (20 de mayo), determinando que Vicente Fox y la dirigencia del PAN supieron en todo momento que el financiamiento multimillonario a su campaña, proveniente de multinacionales del extranjero y de empresas privadas mexicanas, era a todas luces ilegal y que cometían gravísimos delitos electorales, razón por la cual buscaron ocultar todas las evidencias sabiendo que una vez en el poder la PGR los encubriría, como ha ocurrido, ya que en un régimen de derecho, tras un juicio político, Fox hubiese sido destituido y encarcelado, lo cual no quita a las elecciones de 2000 sus rasgos fraudulentos ni a Fox el carácter de ilegítimo que tiene ganado a pulso.

4. La intención del grupo foxista de acabar a cualquier precio a quien ve como el único obstáculo para consolidar su control sobre el aparato de Estado en 2006 ya no se oculta, y la mayoría de los mexicanos ha entendido lo que está pasando, como muestran las encuestas; de ahí la desesperación oficial. De acuerdo con el Diario Milenio del 26 de mayo, a pesar de la última ofensiva gubernamental, que ya va para tres meses, López Obrador sigue, sin partido, a la cabeza en las opciones de voto con 53 por ciento, habiendo perdido sólo un punto en tres meses, en tanto que los candidatos de Fox -y de Salinas-, Santiago Creel y Marta Sahagún, van para abajo, pues el aguerrido secretario de Gobernación perdió 17 por ciento (pasando de 38 a 22 por ciento) luego de sus mentiras en torno al conflicto que Fox creó con Cuba, y Marta cayó en 3 por ciento (yéndose de 38 a 35 por ciento).

5. Las declaraciones que el ex canciller Jorge G. Castañeda ha multiplicado en los medios, sosteniendo que hay que impedir llegar a la Presidencia a quien tanto odian "por las buenas, por las malas o como sea", confirman que al mismo tiempo que multiplican sus declaraciones sobre la supuesta democracia que prevalece en el país, Fox y sus amigos pretenden hacer en 2006 una elección "de Estado", como se llama a aquéllas en las que el pueblo ciudadano tiene el derecho a cruzar una boleta, pero no a elegir, tal como se hacía en la época priísta. Por eso, ante tal desfachatez, el escritor José de la Colina le preguntaba a Castañeda si es "fascista" o es "bruto", para responder con un sentido de "equilibrio" y de "conciliación" que apuesta por ambas hipótesis (Diario Milenio, 26 de mayo).

6. La nueva intentona de Fox por acabar con el que ve como el escollo para prevalecer seis años más está, sin embargo, condenada a fracasar porque es aberrante en la forma y en el fondo. El primer gran fracaso de Fox fue con las acusaciones orquestadas por Los Pinos al jefe de gobierno capitalino por el caso el del ya famoso Paraje San Juan, por el cual se pretendía que el gobierno de la ciudad habría incurrido en desacato al negarse a pagar una suma millonaria a un supuesto dueño, el señor Enrique Arcipreste, hoy detenido y acusado de fraude procesal y cuyo futuro es incierto luego de que el propio gobierno federal decretase ayer que dichos terrenos son propiedad de la nación.

7. El segundo y estruendoso fracaso de Fox fue el del también célebre complot urdido con Carlos Salinas para, a través del empresario argentino Carlos Ahumada y de la perredista Rosario Robles, corromper a funcionarios capitalinos para descalificar al jefe de Gobierno, mismo que fracasó al evidenciarse que se trataba de un operativo oficial encabezado por Fox, en el que estaban interviniendo, además de Los Pinos, Gobernación, Hacienda y la PGR, y que condujo a una grave crisis diplomática con Cuba, todo lo cual contribuyó a acentuar el descrédito de Fox, pues no sólo no logró mostrar ningún ilícito del que tanto odia, sino que se mostró a sí mismo, y a varios de sus colaboradores, como autores de innumerables ilícitos.

8. La nueva intentona de Fox ya es, sin embargo, desde ahora, un nuevo bumerán en su contra, pues el gobierno no logra engañar a nadie con la burda campaña propagandística en los medios pretendiendo que a) la PGR no podía hacer otra cosa que presentar la acusación (lo cual no es cierto), o que b) ésta se refiere a un supuesto grave "delito" (lo que tampoco es verdad). Y sí consigue, por el contrario, como tanto se le ha dicho, y que en su tozudez Fox no quiere entender, que someter las instancias de justicia a sus bajos intereses políticos quiebra el orden institucional del país y abre la vía a una crisis de proporciones inimaginables.

9. ƑQué posibilidad de una justicia imparcial puede haber en este caso cuando, tras de la campaña oficial en los medios, el propio Fox reitera, como hizo el miércoles 26 ante la Televisión Española, mucho antes de que la justicia intervenga, que en el gobierno capitalino hay "corrupción evidente" e impunidad, erigiéndose él en acusador y juez?

10. El problema que entraña la voluntad de imposición política de Fox es muy grave, pues al tratar de eliminar a quien ve como el posible abanderado del PRD en 2006 da muestras de sentirse con la capacidad de aplastar a lo que queda del PRI (tras haberlo utilizado), y no se da cuenta de que está abriendo un horizonte de autoritarismo y de graves conflictos para México, pues no se puede despreciar de manera impune la capacidad de indignación del pueblo mexicano.