Minicumbre en Cuba

Alarma el desorden en paraestatales

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 26 de mayo. Una minicumbre económica lanzó una señal de alarma sobre el desorden administrativo de las empresas estatales cubanas y reveló conflictos de envergadura como la desconfianza en su propia información financiera.

Juan Carlos Robinson, miembro del Bu-ró Político del Partido Comunista, pidió a los directivos empresariales asumir el control de las compañías "con más urgencia que antes", informó hoy el diario oficial Granma.

La severa revisión del desempeño gerencial surgió cuando Cuba enfrenta una fuerte presión en sus finanzas públicas por el alza en el precio de los alimentos y el petróleo, sus principales rubros de importación.

Paralelamente, el país afronta el declive internacional del turismo, su mayor fuente de divisas, y la baja cotización del azúcar, uno de sus renglones fuertes de exportación.

El matutino reseñó el descontrol detectado en la reunión por "la profusa y dispersa legislación que regula la actividad, la doble circulación monetaria (y) los problemas es-tructurales organizativos que no garantizan la fiabilidad de la información financiera".

También explicó el panorama por "el desequilibrio existente en el rigor de la planificación, control y análisis de las operaciones, pues usualmente se es más riguroso en el caso de la moneda convertible".

La legalización del dólar en 1993 abrió un mercado interno en moneda fuerte, que ha persistido paralelamente al circuito de-nominado en pesos cubanos.

El contundente diagnóstico añadió co-mo orígenes de la dispersión "inadecuados métodos de dirección y falta de disciplina enraizados en la cultura empresarial prevaleciente" en el país.

Defectos del sistema

Aunque el análisis del curso económico es habitual en Cuba, en cambio es poco frecuente que trasciendan críticas de esa dimensión que no apuntan a casos de ineficiencia personal sino a defectos del sistema.

Paradójicamente, la discusión sigue a una cadena de decisiones de los últimos meses que han reforzado la centralización del ma-nejo de dólares en el circuito empresarial interno, a partir del control de cambios.

El cónclave, celebrado el martes anterior en el Palacio de las Convenciones, reunió a la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento, funcionarios de los ministerios de Finanzas y Precios y de Auditoría y Control y a la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba.

También asistieron especialistas de otras instancias de gobierno, dos directores de fa-cultades universitarias, directores de empresas y premios nacionales de ramas afines.

Granma citó a la viceministra de Auditoría, Gladys Bejerano, quien criticó a las empresas que sólo aplican "medidas superficiales luego de comprobarse irregularidades e ineficiencias".

Juventud Rebelde, el segundo diario na-cional, informó además que en 2003 resultaron calificadas como "mal" o "deficiente" 36 por ciento de las empresas que tuvieron auditoría oficial, 2 mil 178 entidades.

En términos relativos fueron mejor calificadas las entidades sometidas al "perfeccionamiento empresarial", sistema asociado a índices de rendimiento y eficiencia.

Juventud Rebelde añadió que, como re-sultado del debate, el conglomerado de analistas reunido presentará al gobierno un pa-quete de propuestas.