México D.F. Martes 25 de mayo de 2004
ITACATE
Cristina Barros y Marco Buenrostro
Etnoecología
MEXICO ES UNO de los países con mayor diversidad biológica en el mundo. Así lo muestran sus variados paisajes, desde las zonas semiáridas que abarcan buena parte del territorio nacional, hasta las selvas tropicales húmedas en las que también somos ricos.
ES INTERESANTE SABER, además, que estas selvas son las que mayor biodiversidad tienen, pero más importante resulta que en esas regiones del país vive la mayor parte de los pueblos indios de México; son ellos quienes con sus conocimientos científicos y tecnológicos, heredados de sus antepasados y renovados con el tiempo, han conservado para todos nosotros esta invaluable riqueza.
ESTO OCURRE TAMBIEN en el resto del mundo. Si se compara el número de mamíferos, aves, reptiles, anfibios, peces de agua dulce, escarabajos y plantas con flores, encontramos que los países con gran diversidad son Brasil, Indonesia, Colombia, Australia, México, Madagascar, Perú, China, Filipinas, India, Ecuador y Venezuela.
NUEVE DE LOS 12 centros principales de diversidad cultural se encuentran en esos países y los nueve más ricos tienen a su vez el mayor número de lenguas y, por tanto, de culturas.
EL MARTES 18 de mayo, en el encuentro organizado por el Consejo Internacional de Museos (ICOM por sus siglas en inglés) con el tema del patrimonio intangible, Víctor M. Toledo planteó con claridad que la naturaleza es el contexto y un factor determinante para el desarrollo de las culturas y que en ese sentido el patrimonio natural y el intangible con expresiones como las ceremonias y fiestas, los mercados tradicionales, la cocina, la literatura oral, la danza, la música, la artesanía y el arte popular, están profundamente vinculados.
CUIDAR DE LA naturaleza es, entonces, cuidar también de las culturas que ahí surgen y evolucionan. Así lo plantea en su libro Ecología, espiritualidad y conocimiento, editado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y por la Universidad Iberoamericana.
EN RELACION CON la cocina, la diversidad natural y cultural son dos factores fundamentales e inseparables. No basta que el entorno sea rico en especies, el hecho cultural se presenta cuando los grupos humanos generan conocimientos y técnicas que les permiten aprovecharlas en su alimentación, preparándolos de maneras diversas y condimentándolos.
ESTOS SABERES SE reflejan en la manera en que los grupos indígenas han clasificado aspectos como los distintos tipos de suelo, paisajes o la diversidad de especies como hongos o insectos.
CONOCEN Y RESPETAN también sus épocas de reproducción, las etapas de desarrollo; de esta manera pueden aprovecharlos y al mismo tiempo lograr su permanencia.
TODO LO ANTERIOR está presente el amplio vocabulario que en las distintas lenguas, les permite nombrar este conjunto de realidades. [email protected]
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