Dice que no ha sido requerido por la PGJDF en torno a la indagaciones que realiza

Afirma diputado del PRD que nunca firmó contratos con Quart en Tláhuac

RAUL LLANOS SAMANIEGO

El diputado local del PRD Juventino Rodríguez Ramos sostuvo que durante el tiempo que ocupó cargos de primer nivel en la delegación Tláhuac nunca incurrió en anomalías o en la firma de contratos que beneficiaran a las empresas del Grupo Quart. Dijo además que no lo ha requerido la Procuraduría General de Justicia del DF (PGJDF) dentro de las investigaciones que realiza contra el empresario argentino Carlos Ahumada.

En entrevista, el legislador afirmó que a finales de 2002 debió dejar el cargo de director general Jurídico y de Gobierno en esa demarcación, cuando se dio cuenta de las irregularidades en que estaba incurriendo el entonces jefe delegacional, Francisco Martínez Rojo, en su relación con el Grupo Quart.

"Por esas fechas -explicó- le envíe una carta a Martínez Rojo en la que le manifesté mi desacuerdo con la forma en que estaba gobernando; le expresé que no estaba de acuerdo con que poderes ajenos a la delegación estuvieran manejando Tláhuac", en alusión directa a las empresas y funcionarios relacionados con Ahumada Kurtz.

La víspera, La Jornada publicó información de la Contraloría General del DF según la cual la PGJDF investigaba a Juventino Rodríguez por contratos otorgados a empresas del Grupo Quart, donde estaba su rúbrica, cuyas obras fueron mal realizadas, como en el caso de la remodelación de 10 escuelas públicas.

Al responder a esa situación, el diputado del PRD aclaró que los contratos en favor de Cascata están firmados por Francisco Martínez Rojo, y a la dirección que encabezaba sólo le correspondía verificar que estuviera todo apegado a derecho, y así fue.

"Si las obras de mantenimiento y conservación de las 10 escuelas fueron mal hechas, ésa ya era responsabilidad de la Dirección de Obras, que debió supervisar que tuvieran la calidad exigida; o bien, si se pagaban obras y no se realizaban era responsabilidad del área administrativa", explicó.

Rodríguez Ramos dejó en claro que nunca se notificó a la Dirección General Jurídica y de Gobierno que hubiera deficiencias en la remodelación de las escuelas, ya que de haber sido así se habría procedido contra Cascata, cuya administradora única en ese entonces era Lidia Uribe, persona muy cercana a Ahumada Kurtz.

Añadió que su actuar en diversas áreas de Tláhuac siempre se apegó a derecho, y quizá ese actuar explique por qué hasta ahora no se le ha mandado llamar a declarar en la PGJDF; "es muy posible que se deslindaron responsabilidades y por eso sí se pidió la comparecencia de otros funcionarios, pero no la mía".

Aunado a ello, aclaró que en el tiempo que prestó sus servicios en esa demarcación, sobre todo en cargos de primer nivel, nunca recibió una orden de Martínez Rojo para que actuara de manera irregular, y "tampoco me lo propuso, quizá porque sabía que me opondría".

Por último, mencionó que desde que dejó todo cargo en Tláhuac ha estado denunciando diversas irregularidades que tiene documentadas, lo que ha ocasionado que haya recibido en varias ocasiones, tanto él como su familia, amenazas de muerte.