México D.F. Lunes 24 de mayo de 2004
La tortura representa una reversión escandalosa
de la dignidad humana, opina
En crisis, las instituciones protectoras de derechos
humanos: Miguel Concha
Carecen instituciones de educación en la materia,
considera el obispo Samuel Ruiz
La violencia, la tortura y la crueldad de que son sujetos
los más indefensos en gran parte del mundo, no sólo nos colocan
ante una "reversión escandalosa" de la dignidad de los seres humanos
y del respeto a sus derechos esenciales, sino ante una grave crisis de
las instituciones encargadas de protegerlos, aseguró Miguel Concha
Malo, presidente del Centro de Derecho Humanos Fray Francisco de Vitoria.
Ante ello, afirmó, los pueblos se resisten a esta
tragedia con el surgimiento de un nuevo sujeto social y político,
más plural, que participa en la defensa de la vida, la libertad
y la equidad, pues en la historia por la defensa de los derechos humanos
ha sido fundamental la participación de actores sociales informados
que exigen a los órganos de gobierno el respeto a sus derechos y
a la dignidad de los pueblos.
Concha Malo insistió que ante la tragedia de la
violencia y el desprecio por los derechos humanos, "el futuro de la dignidad
de los ciudadanos está en la resistencia, la reivindicación
y la exigencia de nuestros derechos fundamentales".
Al respecto, Samuel Ruiz García, obispo emérito
de San Cristóbal de las Casas, consideró que el "descubrimiento"
que han hecho las comunidades indígenas y los sectores marginados
de la sociedad de su derecho a la dignidad y al respecto a sus garantías
esenciales, "no sólo representa un avance fundamental en la defensa
de los derechos humanos en México, sino que abrió nuevos
caminos para su aplicación".
Entrevistados tras participar en un encuentro sobre derechos
humanos organizado por la Universidad de la Ciudad de México, Ruiz
García aseguró que si bien en el país se ha superado
la falsa idea de que la defensa de las garantías individuales equivalía
a la legitimación criminal, "aún no se quiere entender que
la dignidad de una persona no de depende de sus actos sino de su naturaleza
humana".
Por ello, destacó que ante las instancias gubernamentales
aún falta mucho por hacer, pues generalmente "se asume que la defensa
de los derechos humanos es una agresión contra la autoridad, cuando
no sólo se trata de una evidente contribución para el mejoramiento
de la conducta individual, sino de nuestras estructuras de gobierno".
Falta un proceso educativo de las autoridades para reconocer
que tanto los defensores como las organizaciones no gubernamentales contribuyen
con su quehacer al bienestar del país y construir una sociedad mejor.
Indicó que la toma de conciencia generalizada de la importancia
de defender y exigir el respeto a los derechos humanos, "permitirá
que cada vez sea menor la existencia de estas violaciones y genere una
sociedad más tranquila, porque se conjuga la justicia con la paz".
Por su parte, Sylvia Aguilera, directora de la Comisión
Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, consideró
que uno de los retos más grandes que enfrenta la defensa de los
derechos humanos en el ámbito internacional es el restablecimiento
del estado de derecho, "el cual se ha roto luego de las constantes agresiones
y violaciones contra diversos pueblos en todo el mundo".
Tanto defensores como ciudadanos, concluyó, tenemos
la obligación de volver a construir un estado de derecho acorde
con la legislación internacional en la materia, que sea respetado
y que garantice la vigencia de los derechos humanos en el mundo.
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