México D.F. Domingo 23 de mayo de 2004
Se actuó bien, independientemente de
las diferencias políticas, afirma López Obrador
Positiva, la coordinación entre gobiernos en
Agua Grande: GDF
Se buscará una solución integral en el
conflicto entre comuneros de Xalatlaco y el Ajusco: Encinas
ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ
El titular del Gobierno del Distrito Federal (GDF), Andrés
Manuel López Obrador, expresó ayer su optimismo por el buen
curso de las negociaciones en la disputa de mil 509 hectáreas del
paraje Agua Grande, entre pobladores de Xalatlaco, estado de México,
y San Miguel y Santo Tomás Ajusco, Distrito Federal.
"El mejor camino es el diálogo y la búsqueda
de acuerdos para evitar la confrontación y la violencia", señaló.
Asimismo, destacó la reanudación de las negociaciones entre
representantes de las dos comunidades, que anteriormente se desarrollaban
en mesas por separado con autoridades capitalinas, mexiquenses y del gobierno
federal.
Refirió que en la reunión del viernes en
la Secretaría de Gobernación, las autoridades federales decidieron
mantener la vigilancia en la zona en litigio, por medio de la Policía
Federal Preventiva (PFP), para evitar un enfrentamiento entre los pueblos,
y se logró también que los gobiernos del estado de México
y capitalino apoyen en el resguardo de la zona.
"Y lo más importante es que el lunes se reinician
las negociaciones entre los representantes de los pueblos", enfatizó.
En
este caso, subrayó López Obrador, se actuó bien, "independientemente
de las diferencias, porque estamos hablando de tres gobiernos con orígenes
políticos distintos -el federal, del PAN; el estatal, del PRI, y
el capitalino, del PRD-; sin embargo, agregó, cuando se trata de
estos asuntos tiene que haber coordinación, se tiene que actuar
de manera responsable para evitar por todos los medios la confrontación
y la violencia".
Al respecto, el secretario de Gobierno del Distrito Federal,
Alejandro Encinas Rodríguez, reconoció que la resolución
judicial que definirá la propiedad del predio no será suficiente
para solucionar las diferencias entre ambas comunidades, por lo que exhortó
a las partes a tener voluntad para llegar, más allá de la
solución jurídica, a acuerdos que resuelvan en definitiva
el conflicto.
"Además de hacer valer la resolución que
emitan las autoridades del Tribunal Unitario Agrario, tendremos que ver
la manera de satisfacer a ambas partes, como puede ser mediante compensaciones,
la búsqueda de tierra en otras zonas, dentro de la misma región,
y otro tipo de beneficios que pudieran tener ambas comunidades; yo creo
que no basta, en este caso, con la solución agraria, tenemos que
ir pensando en una solución integral", expuso.
Indicó que este lunes se establecerá una
mesa para hacer una evaluación jurídica de los documentos
que la comunidad de Xalatlaco insiste en presentar para demostrar la posesión
del predio, para delinear otras soluciones de fondo.
Respecto de la vigilancia, Encinas explicó que
la PFP no sólo estará en el predio denominado La Placa, sino
que realizará patrullajes a lo largo de las mil 509 hectáreas
de terreno en disputa; la policía del estado de México se
mantendrá en el límite de la entidad con el Distrito Federal,
y el personal de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina
resguardará el predio denominado La Cantimplora.
El funcionario consideró que se trata de un conflicto
agrario que, como la mayor parte de los que hay de su índole en
el país, son ancestrales, y cada una de las partes insiste en que
le asiste la razón y el derecho; "por eso mismo se requiere de la
voluntad de ambas comunidades, para que, más allá de la solución
jurídica, podamos tener una solución aceptable, duradera
y que pueda resolver en definitiva este asunto".
Pobladores de San Miguel y Santo Tomás decidirán
hoy en asamblea si asisten a la Segob
JOSEFINA QUINTERO MORALES
Los comuneros de San Miguel y Santo Tomás Ajusco
resolverán hoy en asamblea si participan en la "mesa jurídica"
convocada por la Secretaría de Gobernación (Segob), para
dar inicio a las negociaciones que pongan fin al conflicto agrario que
sostienen con la comunidad del municipio de Xalatlaco, estado de México,
por la propiedad de mil 509 hectáreas. En la reunión prevista
para este lunes, participarán representantes de los gobiernos federal,
capitalino y mexiquense.
Después de la tensión originada por el enfrentamiento
del pasado miércoles, entre elementos de la Policía Federal
Preventiva (PFP) y comuneros de Xalatlaco, que exigían la salida
del cuerpo de seguridad, ambas partes se encuentran tranquilas, pero los
pobladores del Ajusco se dicen alertas ante cualquier eventualidad.
Los comuneros del Ajusco, organizados en una comisión,
hacen recorridos para verificar la presencia de los cuerpos de seguridad
en el paraje de Agua Grande. Distribuidos en turnos, andan en el monte
y recorren brechas y caminos.
Los daños al paraje, provocados durante el reciente
enfrentamiento, informaron los comuneros del Ajusco, serán denunciados
ante las procuradurías Federal de Protección al Ambiente
y General de la República, "porque (los de Xalatlaco) derribaron
ocho árboles buenos para bloquear la carretera".
En 2003 se reavivó la disputa
El conflicto agrario es añejo, pero se recrudeció
el 9 de julio de 2003, cuando la Comisión de Recursos Naturales
(Corena) derribó 27 cabañas construidas por los comuneros
de Xalatlaco en suelo de conservación ecológica. La violación
de la ley ambiental originó el acto de la autoridad.
En protesta por la intervención de la Corena, la
comunidad mexiquense retuvo a nueve policías, a funcionarios y a
un comunero del Ajusco. Amagó con prender fuego a un camión
de granaderos, si el Gobierno del Distrito Federal no restituía
las cabañas derribadas, lo cual pudo evitarse gracias al inicio
de las negociaciones con las autoridades.
Así, salió a la luz pública el conflicto,
que durante años se mantuvo en los tribunales agrarios por las mil
509 hectáreas que se disputan las dos comunidades. En 1999 el tribunal
resolvió en favor del Ajusco, pero el amparo interpuesto por un
grupo de comuneros de Xalatlaco detuvo la ejecución de la sentencia
y aún no se resuelve.
El conflicto volvió a agudizarse el 15 de julio
de 2003, al romperse el diálogo entre las comunidades, que se llevaba
a cabo en la Secretaría de Gobernación. En los días
subsecuentes los de Xalatlaco intentaron tomar posesión del paraje,
e intervino la Policía Federal Preventiva para resguardar en lugar,
en espera del fallo.
En los 10 meses de reguardo, en dos ocasiones los comuneros
de Xalatlaco han intentado entrar a Agua Grande, sin tomar en cuenta el
acuerdo. La primera vez fue el 28 de septiembre, con el argumento de que
celebrarían un ritual religioso, y por último, el 17 de este
mes, lo que desencadenó un enfrentamiento de los campesinos mexiquenses
con los elementos de la PFP.
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