México D.F. Viernes 21 de mayo de 2004
El boxeador visitó a menores enfermos
de leucemia y con problemas renales
JC Chávez ofrece donar un riñón
a niños en espera de un trasplante
Pidió tomar conciencia de la importancia de ceder
órganos ¿Cuántas vidas de chiquillos salvaríamos?,
preguntó Este viernes será el pesaje para su pelea de despedida
ante Randall
AGENCIAS
El ex campeón mundial Julio César Chávez
visitó este jueves a niños enfermos de leucemia y con problemas
renales en los hospitales Darío Fernández Fierro y Adolfo
López Mateos, y dijo estar dispuesto a donar uno de sus riñones
si con eso salva a alguno de los infantes que esperan un trasplante.
Chávez, quien este sábado realizará
su pelea de despedida ante el estadunidense Frankie Randall, se mostró
conmovido ante la situación de los menores, a quienes regaló
muñecos de peluche, prometió apoyo económico y de
paso les dedicó su última contienda, a realizarse en la Plaza
de Toros México.
"Con
gusto yo les dono un riñón", comentó el triple monarca
a los pequeños que sufren insuficiencia renal y son candidatos a
trasplante en el nosocomio Darío Fernández Fierro.
Rodeado de doctores, enfermeras y medios de difusión
que acudieron en gran número al hospital, JC entregó
juguetes y dedicó palabras de aliento a los niños internados
en las áreas de nefrología y hemodiálisis.
"Mis riñones están golpeados, pero sanos",
enfatizó Julio César, quien con rostro serio comentó
que se convertiría en donante de un órgano si se lo pidieran.
A algunos de los jóvenes se les iluminó
su rostro por primera vez en mucho tiempo al ver de cerca al campeón
y se dejaron consentir por Chávez, quien a veces les decía
palabras tiernas al oído y otras recurrió a una broma para
hacerlos sonreír.
Conmovido, el recio peleador pidió a los reporteros:
"quiero aprovechar su presencia para solicitarles que hagan un llamado
a nuestro pueblo; que se tome conciencia de lo importante que es la donación
de órganos.
"¿Cuántas vidas de chiquillos como éstos
salvaríamos? Me parte el corazón verlos así. Hay que
darles vida. Hay que darles esperanza. Yo mismo, llegado el caso, estoy
dispuesto a donar cualquiera de mis órganos si así salvo
la vida de un niño."
El legendario boxeador, quien estuvo acompañado
por las doctoras Odette Díaz e Inés Mendiola, y por la sicóloga
Wendy Lara, entregó juguetes y muñecos de peluche a los niños
José Francisco, Jorge Pérez, Verónica Monserrat, Ricardo
Medina, Emmanuel Elizondo y María de los Angeles, entre otros.
"Chávez nos pone el ejemplo. El es un gran peleador
en el deporte y nosotros igual somos guerreros y llevamos una dura lucha
por la vida. No son fáciles ninguno de los dos combates", aseguró
Emmanuel Elizondo, un joven de 17 años que ingresa de vez en cuando
al hospital para cumplir el tratamiento de diálisis.
Posteriormente el ex campeón se trasladó
con José Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo,
al hospital Adolfo López Mateos para visitar a niños enfermos
de leucemia.
En ocasiones Julio César observaba a su hijo Omar,
quien a sus 14 años no sólo no tiene problemas de salud,
sino que comienza a exponerla en la peligrosa carrera del boxeo.
"Esto nos recuerda lo importante que es la salud", añadió
el peleador. Observó que "nunca la apreciamos en todo lo que vale
y hay que unirnos en la lucha por ofrecer bienestar a estos menores".
Este viernes Chávez y Frankie Randall subirán
a la báscula. La pelea está pactada en 147 libras y quedarán
listos para la función llamada Gracias México, adiós.
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