Desde el 15 de mayo y hasta el 30 de agosto expone 60 de sus obras

La Real Academia de Londres rinde homenaje a Tamara de Lempicka

Debido al furor de coleccionistas hollywoodenses, la comparan con Frida Kahlo

DE LA REDACCION

En homenaje a Tamara de Lempicka, una de las personalidades más seductoras y excéntricas del arte contemporáneo, la Real Academia de Londres expondrá por primera vez una retrospectiva de la pintora rusa quien fue, además de una de las artistas más originales y controvertidas, un icono del art decó y testigo de la modernidad parisiense de los años 20.

Alrededor de 60 obras, realizadas entre 1922 y 1940, son exhibidas en ese recinto londinense desde el 15 de mayo hasta el 30 de agosto, en una muestra cuyas obras retratan el esplendor y la decadencia en París, entre cuerpos voluminosos, claroscuros y formas cubistas.

Entre los cuadros destacan Retrato de Romana de la Salle (1928), Telephone II (1930) o el Retrato de la duquesa de la Salle (1925) que dejan ver los sofisticados ambientes que frecuentaba la artista conocida por sus tendencias homosexuales y por sus escogidas amistades como Jean Cocteau, André Gide, Isadora Duncan o James Joyce.

De Lempicka, que abandonó en 1919 su país huyendo de la revolución bolchevique, escandalizó a la sociedad de entre guerras con sus aventuras sexuales y con el ambiente de sus fiestas, en las que no faltaban las drogas, y en las que los sirvientes atendían desnudos a los invitados.

Sus pinturas fueron clasificadas a veces de "porno blando", pero sus creaciones (de los años 20 y 30) han sido comparadas con las de dos grandes del siglo XX: Léger y Picasso.

Tamara también deslumbró con su talento y vitalidad, además de ser una de las mujeres más bellas y de vida más intensa de esos "locos años". Dominó la noche del París más enloquecido y vanguardista, consiguió fama y dinero con sus cuadros, fue respetada por la alta sociedad europea y estadunidense.

De Lempicka vivió sus últimos años en Cuernavaca, donde falleció en 1980 y sus cenizas fueron arrojadas desde un avión al volcán Popocatépetl. Aunque siempre quiso mantener oculta su edad, sus biógrafos aseguran que murió antes de cumplir los 82 años.

Norman Rosenthal, responsable de la retrospectiva, comentó que Tamara de Lempicka (1898-1980) ha sido hasta ahora "injustamente desconocida" para el público, así como lo fue la mexicana Frida Kahlo, afirmó.

"Ambas eran mujeres de su tiempo, modernas y con gran talento. Era necesario reunir las grandes obras de Tamara en una exhibición así", añadió Rosenthal, tras comentar que la pintora rusa, de una belleza "similar a Greta Garbo", supuso todo un símbolo de la emancipación femenina.

La muestra, organizada de forma conjunta por la Real Academia y el Museo Kunstforum de Viena, captura la esencia del modernismo de Lempicka de una forma muy personal, debido a su inconfundible estilo y, en opinión de algunos expertos, inclasificable.

El resurgimiento de la pintora, ocurrió en marzo de 1994 durante la subasta organizada por la actriz Barbra Streisand en la sala Christie's de la Quinta Avenida, con el cuadro Adán y Eva vendido en dos millones de dólares y provocador del gusto hollywoodense -Jack Nicholson, Madonna y Sharon Stone- por adquirir un Lempicka.