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México D.F. Miércoles 19 de mayo de 2004
Por la vía jurídica buscarán
evitar el trasvase de 250 millones de m3 del líquido
Integran frente en Guanajuato para impedir el envío
de agua a Chapala
"Somos gente de paz, pero cuando nos aprietan la tripa
somos capaces de todo", advierten campesinos
MARTIN DIEGO RODRIGUEZ CORRESPONSAL
Guanajuato, Gto., 18 de mayo. Agricultores de los
municipios de Valle de Santiago, Apaseo el Grande, Apaseo el Alto, Pueblo
Nuevo, Coroneo, Huanímaro y Abasolo, entre otros, conformaron el
movimiento Por el Agua de Guanajuato, con el objetivo de impedir por la
vía legal -y como último recurso con movilizaciones- el mandato
de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) de transferir al lago
de Chapala, en Jalisco, 250 millones de metros cúbicos del líquido
obtenido de los ríos de la entidad.
"Más
que un capricho de nosotros, el agua que pasa por la cuenca Lerma-Chapala
representa la materia prima para el campo... por eso nuestra preocupación
de que nos pidan dejar correr el agua para que llegue a Chapala", advierte
Rubén Vázquez, presidente del módulo de riego de Cortazar.
Según datos de las asociaciones de productores,
cotejados con informes de la Conagua, por 87 por ciento del territorio
guanajuatense atraviesa 45 por ciento del total del líquido de la
cuenca, y 97 por ciento de los 4.5 millones de habitantes del estado dependen
en sus actividades del abasto del río Lerma y sus brazos naturales.
Entrevistado en ese municipio eminentemente agrícola,
Vázquez considera que la transferencia de 250 millones de metros
cúbicos ordenada por la Conagua, correspondiente a los ciclos productivos
de noviembre de 2003 a octubre de 2004, significa "vaciar más de
50 por ciento todas las presas del estado" ya que, de acuerdo con cifras
oficiales, cuentan con un volumen almacenado de 410 millones de metros
cúbicos.
La zona sur de la entidad, cuyos campos son regados con
las aguas del río Lerma, se vería afectada por la determinación
de trasvasar el líquido a Chapala, pues "el gobierno del estado
nunca midió el riesgo en el que ya estamos, porque Guanajuato es
el único estado, de los cinco por los que atraviesa la cuenca (estado
de México, Querétaro, Guanajuato, Michoacán y Jalisco),
al que se le están acabando sus mantos freáticos".
No a un acuerdo político
Entrevistado en Valle de Santiago, José Luis Nieto
Montoya, presidente de la asociación, pide de manera urgente "resolver
el problema de manera integral, porque Chapala no es el resultado de toda
la cuenca".
Abunda que "como productor agrícola, como gente
del campo, de ahí depende nuestra vida; tenemos que mantener a nuestros
hijos, pagar deudas, tractores, abono, fertilizantes; el agua no es un
lujo para nosotros, es nuestra necesidad".
Establecida como organización civil a partir de
junio de 2003, Por el Agua de Guanajuato ha realizado diversas movilizaciones
en defensa del líquido, "y no vamos a parar; nosotros somos gente
de paz, pero cuando nos aprietan la tripa, somos capaces de todo", dice
mientras se acicala el amplio bigote que oculta parte de su moreno rostro.
Nieto Montoya explicó que "la cuenca tiene una
producción de sorgo de un millón 200 mil toneladas por ciclo;
de maíz son 700 mil toneladas, sólo en el ciclo primavera-verano;
en otoño-invierno se levantan 480 mil toneladas de cebada y hasta
150 mil de trigo, además de la gran cantidad de hortalizas que se
dan en la región, como ajo, brócoli, cebolla, pepino y chile.
Se da mucho trabajo a la gente del campo, entonces podríamos decir
que por lo menos la zona sur del estado está relacionada 100 por
ciento con el uso del agua".
El tema de Chapala, dice, "me calienta; en las últimas
reuniones se ha acordado que los productores aportemos cuotas para la defensa
legal de nuestros auténticos derechos. Tendremos que defenderlo
con la legalidad, y si no, no nos queda otro remedio que la movilización
social, pero ése será nuestro último recurso, porque
no queremos provocar nada; la gente está que arde, le tocan el agua
y tocan lo más valioso".
Añade: "el año pasado se trasvasaron más
de mil millones de metros cúbicos de agua de Guanajuato a Chapala,
de manera perversa. Raúl Antonio Iglesias, el gerente regional de
la Conagua, no ve por todos, sólo está viendo por Jalisco,
y ésa no es su función, sino ver por los más de 3
millones de personas que dependen de manera directa del agua de la cuenca
que viven en Guanajuato, y lo que pedimos es que bajen el volumen".
"Nuestro apestoso tesoro"
En Salamanca, los productores agrícolas ven al
río Lerma "como nuestro apestoso tesoro", así lo llaman por
el alto grado de contaminación, pero finalmente los campos son regados
con el agua de dicha corriente.
"No podemos definir cuál es la importancia de la
cuenca Lerma-Chapala para nosotros; lo único que podemos decir es
que es nuestra vida", indica Manel Cano Ledesma, gerente del distrito de
riego 011.
"Nosotros pedimos una solución integral, sin que
se afecte a Guanajuato, pero que beneficie a la cuenca. Ya la experiencia
que tenemos es que los trasvases restringen las siembras, pero no solucionan
el problema que hay en Chapala", dice.
"Creo que se debe hacer un análisis de la cuenca
para ver la sustentabilidad de toda la región, no sólo la
del lago de Chapala. Ver las cosas como hasta ahora representa matarnos
a nosotros para que viva el lago, y eso no es justo", concluye Cano Ledesma.
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