México D.F. Miércoles 19 de mayo de 2004
Anuncia que los emigrados ya no necesitarán
un permiso previo para visitar la isla
Cuba mantendrá las restricciones a la libre
salida del país: Pérez Roque
Este fin de semana inicia un foro entre el gobierno
y unos 200 residentes en el exterior
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 18 de mayo. El gobierno de Cuba reconoce
que la emigración es un derecho individual, pero mantendrá
las restricciones a la libre salida del país, afirmó hoy
el canciller Felipe Pérez Roque.
"Emigrar
es un derecho, fijar la residencia en el exterior es una decisión
de cada cual", igual que la opción de "vivir las privaciones y los
peligros, pero también las satisfacciones de defender a la patria
aquí", señaló Pérez Roque en una conferencia
de prensa. "Es un acto totalmente voluntario, una decisión personal".
"No hay en este tema ni esquemas ni maniqueísmo",
agregó el ministro de Relaciones Exteriores. Estos "han quedado
atrás, superados".
Las palabras del canciller cubano consolidan el tono conciliatorio
asumido por La Habana con su emigración, en contraste con el duro
enfrentamiento que subsistió en las décadas de los 60 y los
70.
Sin embargo, Pérez Roque advirtió que persiste
el requisito de que los cubanos que quieren salir de la isla, temporal
o definitivamente, deben recabar un permiso del Ministerio del Interior.
Pérez Roque anunció la celebración
el próximo fin de semana de la tercera Conferencia la Nación
y la Emigración, un foro entre el gobierno y unos 200 residentes
en el exterior.
El canciller dijo que La Habana seguirá en una
"senda irreversible de normalización" de sus relaciones con el millón
y medio de cubanos que vive fuera del país, en su mayor parte en
Estados Unidos.
Cuba eliminará a partir del 1º de junio el
requisito de que los emigrados recaben un permiso previo para visitar su
país, a cambio de que tengan un pasaporte "habilitado" por las autoridades.
La decisión evita un trámite significativo
y es un nuevo gesto oficial conciliatorio con quienes ahora son llamados
"comunidad en el exterior" o "emigrados", en contraste con el despectivo
genérico de gusanos, con el que fue tratada la diáspora
hasta hace unos 20 años.
El gobierno celebró un primer encuentro con emigrados
en 1978 y luego dos conferencias como la de esta semana, en 1994 y 1995.
Las tres reuniones desembocaron en decisiones que facilitan el rencuentro
de quienes viven fuera con sus familiares en la isla.
Las facilidades han llegado al punto de reconocer el derecho
a que los emigrados cubanos inviertan en el país, una opción
de la que carecen los residentes en la isla.
Otra desventaja comparativa para los que permanecen aquí
es la obligación del permiso de salida del país, que Pérez
Roque estimó como producto de "la necesidad que tenía el
país de defenderse también en este terreno" de la hostilidad
de Estados Unidos.
Ese requisito podría eliminarse "cuando no exista
agresión, cuando no exista manipulacion del tema migratorio, cuando
no existan los programas destinados al robo de cerebros, cuando no existan
los planes del gobierno de Estados Unidos y el dinero que alienta las expediciones
de los médicos cubanos", dijo el canciller.
Pérez Roque informó que fueron invitados
a la conferencia más de mil emigrados, con exclusión de quienes
favorecen el bloqueo económico estadunidense y la extrema derecha
radical anticastrista.
Un millón 300 mil cubanos viven en Estados Unidos
y otros 200 mil en 40 países, entre ellos España (70 mil)
y Venezuela (50 mil).
Los cubanos representan el 4 por ciento de los 36 millones
de hispanos en Estados Unidos y el 0.4 por ciento de la población
de ese país, informó el ministro.
|