Tan sólo en lo que va del año se han registrado 28 homicidios

Crece en España cifra de crímenes de odio; van 196 mujeres asesinadas desde 2001

JENARO VILLAMIL ENVIADO

Madrid, 18 de mayo. En circunstancias que remiten cada vez más a los crímenes contra mujeres en Ciudad Juárez, esta semana se registró el asesinato número 28 de este año en España y el 196 desde 2001, al hallarse en Santiago de Compostela el cadáver carbonizado de una mujer de 40 años, abandonado en un solar de la ciudad, con signos de violencia sexual. La policía presume que la víctima era una sexoservidora y que el homicida pudo ser su ex pareja.

El hallazgo de este cuerpo se registró el lunes 17 de mayo, el mismo día en que cerca de más de 200 mujeres de la Plataforma contra la Violencia de Género marcharon en las calles de Córdoba para protestar por el homicidio de Beatriz, una joven de 19 años que recibió 30 puñaladas de su ex pareja, un tipo de 21 años. La plataforma demandó "condenas ejemplares" para estos casos.

El caso de Beatriz fue el número 28 de una lista que inició este año en Mallorca, cuando una mujer de 41 años fue asesinada con un disparo de escopeta por su ex pareja de 40 años. Entre las víctimas se incluyen cuatro niños de entre ocho y cinco años de edad y un bebé de ocho meses, hijos de las madres asesinadas. La mayoría de las mujeres contaban entre 24 y 41 años de edad, aunque también se incluye a tres ancianas de 76, 79 y 82 años, apuñaladas o golpeadas por sus maridos y con antecedentes de agresiones y violencia doméstica, según los registros hemerográficos.

Salvo en el caso del reciente hallazgo del cuerpo de la mujer en Santiago de Compostela, la mayoría de los crímenes de odio contra mujeres se han realizado en sus domicilios, después de que las víctimas se quejaron reiteradamente ante las autoridades por maltratos y agresiones permanentes. Siete asesinatos fueron por apuñalamiento, cinco por disparos de escopeta o arma blanca, dos por atropellamiento, dos por golpes en la cabeza de la víctima con piedra y uno fue por incendio.

Tan sólo en la última semana de abril y los primeros días de mayo se registraron tres homicidios que conmocionaron a la opinión pública española y a los colectivos feministas, especialmente, el triple homicidio del 30 de abril en la comunidad valenciana de Alzira. Ismael Pablo Rodríguez, de 45 años, quien previamente recibió una orden judicial de alejamiento, asesinó a su ex pareja Jenny Lara Castillo, de 36 años, y a sus dos hijos, Keit, de ocho años, y María, de cinco, prendiendo con gasolina su hogar mientras dormían.

168 crímenes entre 2002 y 2003

El Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia de Género reportó en un informe de difusión reciente que entre 2002 y 2003 un total de 168 mujeres fueron asesinadas en España a manos de sus actuales o ex parejas. Tan sólo en lo que va de 2004 se han registrado 28 asesinatos. La violencia doméstica provocó 103 muertes en 2003, 54 por ciento más que en el 2002.

De acuerdo con el estudio, España es el décimo país de la Unión Europea en feminicidios ocurridos en el hogar y el quinto lugar en maltrato doméstico. La comunidad de Andalucía lidera en número de muertes por violencia doméstica en España con 17 feminicidios en 2003, seguida por Cataluña con 14 casos, Madrid con 12 y Valencia con 11.

De acuerdo con un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo, dos de cada tres feminicidios ocurren después del rompimiento de la pareja. En España, 71 por ciento de las mujeres que sufren violencia doméstica siguen con sus parejas cinco años después y 40 por ciento aguantan más de 10 años, según el mismo estudio, fechado en 2000.

Uno de los casos que más han conmocionado a la opinión pública fue el triple crimen de Alzira. Desde cinco años antes, la mujer había pedido ayuda a las instituciones, incluyendo una denuncia judicial en 2001. El asesino fue absuelto previamente en 2001 y en 2003 por los juzgados 5 y 3 de Alzira y sólo hasta el 4 de diciembre de 2001, el juzgado número 2 de la misma comunidad instruyó una medida cautelar de alejamiento a 200 metros de la víctima.

Esta instrucción nunca se cumplió, según los propios familiares de la víctima. Un día antes del crimen, Jenny Lara Castillo llamó a la policía porque el agresor la amenazó de muerte por teléfono. La policía dejó sin vigilancia a Jenny y sus hijos. A las 4:30 de la madrugada del día 30, Pablo Rodríguez cumplió sus amenazas. Entró a la vivienda, la incendió con gasolina y huyó. La policía lo detuvo a las 5 de la madrugada mientras dormía en su domicilio.

Otros casos paradigmáticos son los siguientes: en la comunidad de Málaga, el ucraniano Ihor D. asesinó con ocho cuchilladas a su esposa Irina, de 25 años, y a su hijo de ocho meses de edad. Ihor declaró a las autoridades que "no soportaba" el llanto del bebé. En Getafe, un hombre de 44 años, cuyas iniciales son J.M.C., asestó cerca de 20 puñaladas a su compañera D.G.R., de 46 años, y después se entregó a la policía con las manos ensangrentadas. En Barcelona, un tipo, ahora prófugo, asesinó a María Engracia, de 54 años, y a su hija Silvia, de 31, que vivían juntas en Vallés Oriental. El móvil no ha quedado determinado. Lo único cierto es que se ensañó con las dos víctimas, en particular con la más joven, que presentó numerosas heridas producidas por un cuchillo de grandes dimensiones.

Todos estos casos han ocurrido al tiempo que el nuevo gobierno del PSOE se ha comprometido a aprobar para antes de julio una nueva ley contra la violencia de género que penalice con mayor fuerza la agresión doméstica y que ordene a las autoridades dar seguimiento a todas las denuncias de malos tratos.