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México D.F. Miércoles 19 de mayo de 2004
ASTILLERO
Julio Hernández López
El oso y el puercoespín (2)
El vaquero se abalanza
El peje se hace mártir
EN LA DESESPERACION, el foxismo ha lanzado su resto contra el jefe de Gobierno capitalino, que hasta ahora le ha resultado irónicamente indestructible, a pesar del complotado acopio de kryptonita ahumada. Para ese lance jurídico, el mando federal ha contado con la benevolencia de una Suprema Corte de Justicia de la Nación que oportunamente ha sido rediseñada, a gusto de las facciones derechistas pinoleras (Mariano Azuela como secretario de justicia del gabinete yunque), y de una Procuraduría General de la República que día a día se esmera en demostrar su absoluta dependencia de los ánimos volubles de la cabaña presidencial (Rafael Macedo como ministro de la Suprema Corte Nupcial). Los ingredientes convocados para confeccionar el ataque al acorazado Pejemkin tienen en sí mismos el germen de la descomposición, pues analizados en lo individual podrían parecer frescos y sanos (la defensa del estado de derecho; la pertinencia de obligar a cualquier gobernante a someter sus actos a los dictados del Poder Judicial), pero a todas luces han sido contaminados por las manos politiqueras que los han puesto sobre la mesa y, en esa pertenencia a un plan general de ataque a un adversario político incómodo, está la falla esencial, estructural, de la trama jurídica demandante de que un candidato presidencial puntero sea descalificado a causa de desacatos procesales.
A NADIE AYUDA la utilización de fórmulas leguleyas para la resolución de diferendos políticos que deberían tener como clave resolutoria las urnas. El Presidente de la República continúa mostrándose insidioso al negarse a declarar formalmente sobre el tema, asumiéndose cual automóvil que en determinado día no circula ("Nada, nada, nada. Mañana, mañana, mañana. Hoy se descansa", dijo en Durango), pero soltando con tono de inquina la referencia, cuando le ofrecían una cachucha, de que le encanta "tomar el sol que brilla y que no hay en la ciudad de México". Mientras Vicente Fox jugaba a aparentar que es ajeno a la bomba política anunciada la noche del lunes por un subprocurador federal, uno de sus secretarios, el de Hacienda, mantenía una postura de abierta confrontación con el lopezobradorismo frente a comisiones de legisladores, y el de Gobernación, Santiago Creel, ensayaba malabarismos verbales para aparentar que la arremetida contra el peje de Gobierno nada más tiene connotaciones legales, no políticas.
PERO IGUAL DAÑO a la salud pública provocará la alegre instalación de López Obrador en la propicia situación de víctima, pues los yerros de sus acusadores le van permitiendo fortalecer el talante de intolerancia hacia dictámenes ajenos al de su propio entender y, en la especie, la tendencia a desoír, contradecir o abiertamente combatir aquello que a su juicio no corresponde a la verdad (definida ésta, obviamente, por él mismo), como ha sucedido con diversos episodios judiciales en que se ha comportado con desdén o rechazo. La fascinación (y, en algunos casos, el fanatismo) que ha generado López Obrador conlleva un abatimiento del sentido crítico que trata de aminorar o "explicar", los arrebatos autoritarios del candidato deseado, como en su momento, años atrás, la incultura, la terquedad y la evidente precariedad intelectual del entonces candidato Fox parecían aceptables y hasta simpáticas para muchos mexicanos que todo le perdonaban al guanajuatense en la perspectiva de que sacara al PRI de Los Pinos. Hoy, el rayo de esperanza no debe cegar a quienes parecieran estar dispuestos a tolerar, "explicar" y justificar todo a cambio de que el foxismo-sahagunismo sea echado de la casa presidencial (Por cierto, y para cerrar este apartado, una de las consecuencias del jaloneo de ayer respecto a desafueros ha sido la aceptación inequívoca del tabasqueño de que estará en la contienda de 2006, sea o no candidato. Este primer paso abrirá el camino para que López Obrador vaya asumiéndose como actor protagónico, no como supuesto muerto en realidad más que pizpireta. En un descuido, la faena judicial foxista acaba quitándole la capucha futurista al virtual candidato a cuyas electoralmente productivas cuitas, por lo demás, sigue aferrándose Leonel Godoy con la esperanza de que algo del peje capital, aunque fueran los intereses, sea transferido a las anémicas cuentas partidistas).
ASTILLAS: LINDAS DECLARACIONES del Niño Muerde, quien ha justificado la inserción de su camarada Kawaghi en el Pig Brother, aduciendo que todo mundo tiene derecho a hacer lo que quiera en sus vacaciones, por ejemplo "irse a nadar con pingüinos en Alaska"... El procurador capitalino, Bernardo Bátiz, habló ayer, en el contexto de la solicitud de que su jefe sea desaforado, de abogados "huizacheros" y puso a dos que tres a tratar de desentrañar el término que, en general, se refiere a los litigantes sin título, habilitados por sí mismos, meros coyotes que luego tienen su despacho a la sombra del árbol cuyo nombre se forma de huitztli, espina, y de ixachi, abundante... Varios lectores han escrito a esta columna sobre su fallido ejercicio profético relacionado con Mérida (algunos de ellos destacando el hecho de que las astillas alcancen, cuando es necesario, a su propio tecleador). Mario Cuéllar Gómez ([email protected]), aparte del tema yucateco, se pregunta si ya estaremos preparados para recibir nuevas emociones cuando el canciller cubano llegue a Guadalajara, como ya ha sido anunciado, pues podría estar listo "para repetir la dosis a un par de contendientes harto limitados que tienden fácilmente a enojarse y a 'abrazar' al contrario tras recibir los primeros golpes". La gran pregunta, desde luego, es saber si sólo llegará Roque, el fajador, o, además, el mismísimo Fidel Castro, pero de eso se seguirá hablando en posteriores entregas, pues por hoy sólo queda decir: šHasta mañana! Fax: 5605-2099 [email protected]
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