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México D.F. Martes 18 de mayo de 2004
JAZZ
Antonio Malacara
Segundo Festival de Jazz en Morelia
LOS DOS ULTIMOS conciertos del Festival de Jazz
en Morelia estuvieron a cargo del grupo de Juan Alzate (sábado 15,
Palacio Clavijero) y la Super Big Band de Pepe Mata (domingo 16, Plaza
Valladolid). En ambos, la gente desbordó las expectativas de asistencia;
las 300 sillas del palacio resultaron insuficientes, y más de un
millar de personas se arremolinaba en la amplia plaza del centro de Morelia.
LOS
SAXOFONES DE Alzate y el piano de Mario Patrón se encargaron
de encabezar el repertorio sabatino, con temas que iban del jazz, con tintes
afrocubanos, al hard bop; Iván Lara estuvo en el contrabajo y el
sorprendente Efrén Capiz en la batería (nadie sospecharía
nunca de la artritis que lo aqueja). La banda de Pepe Mata gustó
mucho a los morelianos con la propuesta de jazz latino en las composiciones
de su director, el clasicismo de Duke Ellington y la contemporaneidad de
Bob Mintzer.
EN ESTOS DIAS el quehacer artístico de Morelia
vive momentos difíciles, ya que el Instituto Michoacano de Cultura
se acaba de transformar en secretaría, y esto le ha movido el tapete
a varios personajes de la administración pública. No obstante,
y a pesar de los consabidos contratiempos de los que ya dimos cuenta en
las notas anteriores, el segundo Festival de Jazz en Morelia resultó
un éxito desde el punto de vista musical, el cual, vamos, pues es
lo verdaderamente importante.
AUNQUE PARA NO documentar de manera demasiado visceral
nuestro optimismo, nos acercamos al maestro Alzate y nos comentó:
"La respuesta del público hacia los grupos ha sido excelente, y
ése fue el objetivo principal de este festival. Tanto la gente como
los músicos estuvieron en comunicación muy cercana, a pesar
de que las propuestas no fueran del todo conocidas ni muy populares, inclusive
dentro del mismo jazz, como lo del viernes con Cráneo de Jade, que
para mí fue una muy buena sorpresa la interacción entre este
trío y la gente".
PERO TAMBIEN, EVIDENTEMENTE, existió cierta
displicencia de algunas instituciones. "Yo hubiera querido -continúa
Alzate- que las instituciones respondieran al nivel de su compromiso, para
que esto hubiera salido todavía mejor; pero a pesar de las fallas
de estas instancias y de la falta de comunicación... el festival
salió bien, y eso es muy importante.
"ADEMAS LA GENTE no se dio cuenta de todas esas
broncas, todos simplemente disfrutaron de los conciertos. Lo otro ya más
bien es entre nosotros. Para mí es muy importante, como músico
y promotor del jazz, mantener este proyecto. Primero fue abrir un nuevo
espacio extra para los jazzistas en nuestro país, y que la gente
en Michoacán tuviera oportunidad de conocer las diferentes opciones
que hay, porque el jazz en México está creciendo de manera
sorprendente en estos últimos años. Ahora la tarea es mantenerlo.
No sabemos si va a haber un tercer festival, pero vamos a trabajar con
todo para al menos intentarlo."
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