México D.F. Martes 18 de mayo de 2004
El cineasta busca que Fahrenheit 9/11
influya en las elecciones presidenciales de EU
Con críticas a Bush, Michael Moore y Sean Penn
politizan Cannes
Mi país es campo fértil para la inspiración,
pero no hay suficientes películas políticas, dice el actor
AFP Y REUTERS
Cannes, Francia, 17 de mayo. El cineasta Michael
Moore lanza su mordacidad contra el presidente George W. Bush en el documental
Fahrenheit
9/11, presentado en competencia en el Festival de Cannes. "Irak es
un país que nunca atacó a Estados Unidos ni a ningún
ciudadano estadunidense. La democracia no se impone con cañones.
Estados Unidos debe retirarse de Irak, a éste pueden ayudarlo otros
países", recalcó Moore en conferencia de prensa.
El
cineasta denunció que las autoridades de Estados Unidos ejercieron
presión sobre la producción para impedir que su película
se realizara. Al preguntarle si el objetivo del filme es influir en las
próximas elecciones presidenciales, Moore respondió: "Espero
que influya", pero mi objetivo, "como en mis otras películas, es
que el público pase un buen momento en el cine, que reflexione y
que siga hablando del tema después. Y también que ría,
porque creo que es importante hacerlo en los tiempos difíciles",
agregó.
Evocó también los atentados en Madrid: "Me
alegra mucho que España no esté dirigida ya por los partidarios
de la guerra, sino por personas que se quieren retirar de Irak. Otros países,
como Canadá y Alemania, tratan también de decirle a Estados
Unidos que ése no era el camino".
Finalmente recordó los desacuerdos entre Francia
y Estados Unidos respecto de la guerra: "Los franceses son justamente los
mejores amigos, los que pueden decir la verdad de frente. Tendríamos
que agradecerles. Ahora se demuestra que eran ellos quienes tenían
razón".
Finalmente Moore ridiculizó "la extraña
pareja" que conforman el presidente de Estados Unidos, George W. Bush,
y el primer ministro británico, Tony blair. "Lo que me deprime de
Blair es que sabe muy bien (lo que pasa). ¿Qué hace con un
tipo como George W. Bush?"
Por
su parte, el actor Sean Penn, quien piensa que aún no hay suficientes
realizadores que aborden los temas de actualidad en sus películas,
fue claro y contundente en sus críticas hacia la guerra de Irak,
dijo con gran sarcasmo que Estados Unidos, bajo el mando del presidente
George W. Bush, era un campo fértil para la inspiración.
Opinó: "No creo que haya ningún arte que no responda a los
tiempos, y sinceramente pienso que no hay suficientes películas
políticas ni aquí ni en ninguna otra parte".
Agregó: "La política, como entendemos que
debe ser, está ahora mismo tan presente en nuestras vidas que cualquier
obra que no lo refleje de alguna manera, para mí es desechable".
Penn se encuentra en este festival para presentar El
asesinato de Richard Nixon, basada en la historia de un esforzado vendedor
de muebles que planeó matar al presidente Nixon en 1974, y que se
presenta fuera de competencia.
Penn dijo que la historia, que se desarrolla durante el
final de la Guerra de Vietnam y del escándalo Watergate de 1974,
era una parábola interesante de los tiempos actuales: "A menudo,
cuando el corazón de la gente es oprimido y silencioso, las personas
terminan actuando con violencia y de forma horrible. Así que me
gusta pensar que a la vez que se dramatiza bien, se provocarán algunos
pensamientos sobre cómo solucionar el problema antes de que ocurra".
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