México D.F. Martes 18 de mayo de 2004
Destaca avances en Irak y critica situación en Cuba, Venezuela y Colombia
Informe de EU sobre derechos humanos omite abusos contra prisioneros de guerra
Un sueco de origen iraquí anuncia que demandará a Washington por violación a garantías
AFP Y REUTERS
Washigton, 17 de mayo. Estados Unidos reconoció hoy que "hemos visto algunos de nuestros ideales e instituciones estremecerse en las últimas semanas por las revelaciones impactantes de violaciones a los derechos humanos" cometidas por militares estadunidenses en cárceles de Irak.
El Departamento de Estado formuló este mea culpa al dar a conocer su informe anual sobre derechos humanos, en el cual aseguró que Colombia, Cuba, Haití, República Dominicana y Venezuela tuvieron un pobre desempeño en 2003. La difusión del reporte fue hecha con 12 días de retraso para evitar que coincidiera con la revelación de los casos de torturas en la prisión iraquí de Abu Ghraib.
"No es suficiente castigar a aquellos que no respondieron a nuestros altos estándares", expresó el subsecretario de Estado, Richard Armitage, al dar a conocer el informe que lleva el título Apoyando los derechos humanos y la democracia: el récord de Estados Unidos 2003-2004, en cuya portada aparece el rostro sonriente de un niño iraquí.
El encargado de elaborar el documento, de 270 páginas, Lorne Craner, jefe de la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo del Departamento de Estado, afirmó estar "particularmente indignado" por los abusos en Irak. "El escándalo de Abu Ghraib es una nube que oscurece lo que intentamos hacer en materia de democracia, pero queremos atravesar la nube y decir que no vamos a renunciar a la promoción de la democracia y los derechos humanos."
El informe no da cuenta de las vejaciones a prisioneros de guerra en Abu Ghraib y en la base naval estadunidense de Guantánamo, Cuba, aunque cubre el periodo durante el cual ocurrieron. Coincidentemente, un ciudadano sueco de origen iraquí anunció este lunes el inicio de un juicio contra el gobierno de Estados Unidos por torturas y vejaciones sexuales en su contra en una cárcel cerca de Bagdad.
Los abogados del sueco sólo dieron a conocer el apellido de su cliente, Saleh, pero informaron que actualmente reside en la pequeña localidad de Dearbon, en el norcentral estado de Michigan. Saleh reclama 79 mil dólares que le fueron decomisados por soldados estadunidenses, la devolución de su vehículo y compensaciones por los daños físicos y mentales que le causaron. La demanda especifica que Saleh fue obligado a eyacular en un vaso de plástico y que luego los soldados le vaciaron el líquido en la cabeza. Además, se le forzó a acostarse desnudo "con el pene tocando las nalgas" de otro prisionero.
No obstante las omisiones sobre las actividades de militares estadunidenses, el Departamento de Estado afirmó que desde el inicio de la ocupación introdujo programas para superar el historial "extremadamente pobre" de derechos humanos bajo el régimen del depuesto ex presidente Saddam Hussein.
Como potencia ocupante, Estados Unidos creó un Ministerio de Derechos Humanos y capacita a funcionarios judiciales, policiales y de seguridad. También forma equipos de trabajo que documentan abusos pasados para juzgar a los responsables de "décadas de represión política y violaciones a los derechos humanos".
El documento tampoco hace referencia a los excesos contra prisioneros de la guerra de Afganistán que están recluidos en la base naval estadunidense de Guantánamo, Cuba.
Respecto de la situación en América Latina, señaló que existen problemas de respeto a los derechos humanos en Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Ecuador, Guatemala, Haití, Honduras, Perú, República Dominicana y Venezuela.
Según Washington, las autoridades cubanas, "de manera rutinaria, siguieron acosando, amenazando, arrestando, deteniendo, encarcelando y difamando de manera arbitraria a defensores de los derechos humanos y miembros de asociaciones profesionales independientes".
El informe señala que el ambiente democrático en Venezuela se vio afectado por un deterioro del estado de derecho y el debilitamiento de las instituciones, "que crecientemente son subordinadas a intereses políticos".
En Colombia hubo "significativas mejoras en algunas áreas", con un menor número de abusos atribuibles a fuerzas de seguridad del Estado, pero el respeto de las autoridades a los derechos humanos sigue siendo "pobre".
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