La violencia rondó: enfrentamiento entre hinchas y policías; 3 expulsados en el juego

River Plate ganó 1-0 al Boca Juniors y le arrebató el liderato general del torneo

La solitaria anotación del encuentro fue obra de Fernando Cavenaghi

AGENCIAS

Buenos Aires, 16 de mayo. River Plate le quitó este domingo a Boca Juniors su condición de invicto y el liderato general del torneo Clausura 2004 del futbol argentino, al vencerlo 1-0 en un tenso y enredado partido de la decimocuarta fecha, ante unos 60 mil espectadores.

River saltó al primer lugar con 32 puntos, en tanto que los xeneizes quedaron como escoltas con 31 unidades, en un certamen que se puso al rojo vivo cuando sólo restan cinco fechas por disputarse.

El tercero en discordia en la lucha por el título, el vacilante Talleres de la provincia de Córdoba (centro), perdió otra oportunidad de acercarse, al empatar con Nueva Chicago sin goles y quedar tercero con 25 unidades.

El único gol del clásico fue convertido por Fernando Cavenaghi, a los 37 minutos, mediante un cabezazo, que recogió tras un tiro de esquina que fue desviado en el área por Claudio Husain.

El estadio boquense La Bombonera estuvo colmado por una multitud, pero fueron unas 11 mil gargantas riverplatenses las que rugieron al final de un juego por momentos violento, en el que Boca terminó con nueve jugadores por las expulsiones de José María Calvo y Carlos Tévez, mientras que en River Plate recibió la tarjeta roja el defensa Eduardo Tuzzio.

La violencia también invadió al público, pues unos 15 minutos antes del inicio del clásico, hubo enfrentamientos entre hinchas de River y efectivos de la policía, al quedar desbordada la capacidad de las dos tribunas otorgadas por la dirigencia de Boca a la parcialidad visitante.

El partido tuvo dos tiempos de tono opuesto. En el primero, el buen futbol estuvo ausente, y el juego fue apretado casi sin emoción en las porterías.

Pero apenas iniciado el segundo periodo, Boca Juniors se quedó con diez hombres por la expulsión del marcador lateral, Calvo, lo que obligó al entrenador, Carlos Bianchi, a modificar. No obstante, en adelante se notó la falta de control en la zona central de la que se adueñó River.