México D.F. Domingo 16 de mayo de 2004
Nueva medida tras conmutación de la pena
de muerte
Llevarán a Osvaldo Torres a prisión de
mediana seguridad
NOTIMEX
Dallas, 15 de mayo. Autoridades carcelarias de
Oklahoma informaron que se avecinan grandes cambios en la vida de Osvaldo
Torres Aguilera, a raíz de la conmutación
de su sentencia de muerte concedida el jueves por el gobernador
de esa entidad, Brad Henry.
El reo mexicano saldrá en los próximos días
del pabellón de la muerte de la Penitenciaría Estatal de
Oklahoma e iniciará un periodo de transición para, eventualmente,
ser trasladado a una cárcel de mediana seguridad, dijo Lee Mann,
vocera de la prisión en McAlester, Oklahoma.
"El
ha mostrado una excelente conducta en la prisión y no veo por qué
no sea considerado para su traslado a una cárcel de mediana seguridad",
precisó la portavoz en declaraciones vía telefónica
a Notimex.
"Pasar del pabellón de la muerte a una cárcel
de mediana seguridad es un gran cambio, y el reo debe tener un periodo
de ajuste", explicó.
Por lo pronto, Torres Aguilera abandonó la víspera
la celda donde se le había colocado desde el primero de marzo pasado,
cuando se le fijó como fecha de ejecución el 18 de mayo.
La celda está ubicada en un área apartada
del pabellón de la muerte, donde son colocados los internos
cuya ejecución es inminente, para mantener un monitoreo más
continuo sobre ellos. El mexicano
volvió a una de las celdas de la unidad H.
En esa sección de la penitenciaría estatal
en McAlester, Oklahoma, se encuentran los 87 sentenciados a muerte en esa
entidad.
En esa área, los reos están confinados en
sus celdas 23 horas al día y sólo cuentan con una hora para
realizar ejercicios dentro de una pequeña zona amurallada, que constituye
la única parte de la unidad donde pueden recibir el sol.
El mexicano ha pasado 11 años en esas condiciones
de aislamiento con un escaso contacto humano. Desde que fue sentenciado
a muerte se le ha impedido tener contacto físico con cualquier otra
persona que no sean los guardias de la prisión.
En una cárcel de mediana seguridad, Torres Aguilera
podrá pasar una buena parte del día fuera de la celda, desempeñando
algún trabajo en la prisión, conviviendo con los demás
reos, observando televisión y gozando de otros privilegios que ahora
le son inaccesibles.
"Es un gran cambio", dijo Mann, quien consideró
que el periodo de transición puede prolongarse hasta por un año.
El mexicano podría ser considerado inclusive para
ser trasladado a una prisión cercana a donde reside su familia en
la ciudad de Oklahoma, que ahora debe trasladarse desde una distancia de
200 kilómetros para poder visitarlo.
Lo ocurrido a Torres Aguilera ha sido excepcional, señaló
el especialista en casos de pena de muerte, Mark Warren, quien pertenece
a la organización defensora de los derechos humanos Amnistía
Internacional.
"En los 20 años que tengo de monitorear los casos
de pena de muerte, nunca había visto a un reo que en el mismo día
reciba la suspensión de su sentencia por una corte y la conmutación
de la misma por un gobernador", sostuvo.
Al anunciar su decisión el jueves, Henry destacó
que Torres Aguilera no fue notificado de su derecho a contactar al consulado
de su país para buscar ayuda legal, el cual asegurado bajo la Convención
de Viena sobre Relaciones Consulares, ratificada por Estados Unidos.
Indicó, además, que la Corte Internacional
de Justicia (CIJ) de La Haya dictaminó el 31 de marzo pasado que
los derechos de Torres Aguilera habían sido violados, porque no
fue informado sobre sus garantías bajo la Convención de Viena.
Warren consideró que lo realizado por el gobernador
de Oklahoma "constituye un extraordinario ejemplo" para otras entidades
estadunidenses con extranjeros condenados a la pena de muerte, que argumentan
violación de sus derechos consulares.
"Esta fue la primera prueba de la voluntad de un estado
por cumplir con el fallo de la CIJ. Oklahoma pasó la prueba y puso
los estándares muy altos al tomar muy en serio la decisión
de la Corte Internacional" de La Haya, dijo Warren.
"Ahora creo que cada estado deberá a hacer una
consideración muy seria de lo que ha ocurrido en Oklahoma", indicó.
Linda Brandt, quien fue la abogada del mexicano Javier
Suárez Medina, ejecutado en agosto de 2002, lamentó que la
luz que iluminó el jueves a las autoridades de Oklahoma no hubiera
llegado a Texas.
El estado de Texas ha aplicado la inyección letal
a cuatro de los cinco mexicanos ejecutados en Estados Unidos desde 1993,
incluyendo a Suárez Medina.
"Ayer, en lo primero que pensé después de
enterarme de lo realizado en Oklahoma, fue en Javier. Su suerte hubiera
sido diferente de haberse tomado las mismas consideraciones que se adoptaron
en Oklahoma", dijo Brandt.
Torres Aguilera, de 29 años y originario Nuevo
León, había sido condenado a la pena capital por su indirecta
participación en los homicidios de Francisco Morales y María
Yánez, el 12 de junio de 1993, en Oklahoma.
Las autoridades de esa estado siempre han señalado
como único autor material de los homicidios a su acompañante,
el estadunidense George Ochoa, quien asesinó a balazos a sus víctimas
mientras dormían en su residencia, a la cual ingresó para
robar.
Ochoa también recibió sentencia de pena
de muerte, la cual se mantiene vigente.
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