REPUBLICA DE PANTALLA

Jenaro Villamil

Abu Ghraib y los cuarenta torturadores

Desesperada estrategia de contrapropaganda

EN 2001, la historiadora belga Anne Morelli sistematizó en un breve libro titulado Principios elementales de la propaganda de guerra diez pasos clave que en todas las guerras (frías, calientes, tibias o de "liberación") se han aplicado en la publicidad bélica que busca, ante todo, controlar u orientar las emociones del gran público en favor de los intereses gubernamentales. El punto cinco de su decálogo es clave en las circunstancias actuales: "el enemigo provoca atrocidades a propósito, si nosotros cometemos errores es involuntariamente". El punto diez es un corolario importante: "quienes ponen en duda la propaganda de guerra son unos traidores".

A PARTIR DEL destape del escándalo de las torturas de los invasores en la cárcel de Abu Ghraib, la administración de George Bush y su atribulado aliado incondicional Tony Blair (quien acaba de declarar en The Independent que seguirá "hombro con hombro" con el gobierno estadunidense) han articulado una estrategia de manual mediático-propagandístico para frenar la caída en picada del consenso estadunidense en Irak.

PERIODICOS TAN POCO proclives a la crítica hacia la invasión del país árabe como el británico The Financial Times, han ido modificando su posición. Este sábado publicó como nota principal nuevos datos, basados en un sondeo de la empresa demoscópica de John Zogby. Según la encuesta, dos tercios de los estadunidenses critican la forma de controlar la guerra, sólo 36 por ciento aprueban el manejo de la crisis iraquí por George Bush y 54 por ciento de los cerca de mil encuestados creen que el país está orientado hacia una estrategia equivocada. Los datos son más crudos que los reflejados por la encuesta de Gallup que se dio a conocer la semana pasada.

ESTA GUERRA DEMOSCOPICA -pensada en función de las elecciones del próximo mes de noviembre en Estados Unidos- se ha recrudecido desde el escándalo de Abu Ghraib. Se ha acompañado de una nueva política de guerra de imágenes que busca a toda costa frenar el efecto expansivo de los testimonios e informes sobre la utilización sistemática de la tortura y de los abusos por parte del "ejército liberador" en Irak. Salvar al jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, se ha convertido en objetivo principal de esta nueva estrategia mediática, mientras que en el terreno de los hechos políticos, aún no visibles, el grupo de Colin Powell parece haber ganado con el escándalo.

EL EJERCITO DE contrapropagandistas del Pentágono se enfrenta a su mayor desafío. Y en esta semana ha buscado minimizar, relativizar y hasta ocultar en lo posible el desastre en que se ha convertido la invasión a Irak. Por lo menos, estos hechos mediáticos se concatenaron:

1. El zapping de la barbarie. El mismo día que el general de división Antonio Taguba presentaba un extenso y detallado informe sobre las torturas en Irak -poniendo el acento en "la falta de supervisión" y atribuyendo los hechos a la "conspiración de unos pocos militares y civiles"-, en un cibersitio árabe se difundió el escabroso video del degollamiento del civil estadunidense Nick Berg, desaparecido el 9 de abril. El video se considera una muestra de "venganza" del grupo afín a Al Qaeda que opera en Irak, comandado por el inasible y enigmático personaje Abu Musab al Zargawi. Las imágenes tomadas de Internet fueron difundidas por todas las cadenas televisivas occidentales y alcanzó las primeras planas de los periódicos más importantes. Los calificativos abundaron: "es una barbarie", es una "muestra demoniaca", de tal forma que justificaran en todo lo posible las "imprevisiones" y "los errores" de Abu Ghraib.

CUALQUIERA QUE CONOZCA más o menos el funcionamiento del ciberespacio sabe que hay ciertas páginas web que pueden ser automáticamente canceladas, especialmente en Estados Unidos y Europa. ƑPor qué este video circuló con tanta facilidad y amplia difusión, mientras otros que muestran a mujeres árabes violadas y a civiles iraquíes asesinados por tropas angloamericanas fueron invisibilizados? Sólo algunos hackers o navegantes de Internet muy avezados y conocedores del acceso a las páginas web en árabe dieron con esas imágenes. De inmediato fueron canceladas.

ƑPOR QUE AL Qaeda vuelve a aparecer con todas sus proclamas radicales y su odio exhibicionista en un momento de quiebre moral en la opinión pública estadunidense?

EN PARALELO CON el video de Al Qaeda se difundió el enfrentamiento de militantes palestinos y las imágenes en las que exhiben los restos de seis soldados israelíes. La televisión israelí calificó estos hechos como una "afrenta" y una "muestra de barbarie" de "fundamentalistas palestinos", pero no transmitió las imágenes de los cadáveres de otros ocho palestinos y otros 100 heridos en los hospitales.

EL IMPACTO TELEVISIVO de las imágenes del degollamiento y de los cadáveres de israelíes disparó el share de los teleinformativos. En contraparte, el reporte de Taguba se reservó para la discusión en los medios impresos. Y, según un editorial publicado el miércoles en The New York Times, la administración Bush y sus aliados se han empeñado en "desviar la atención" de las torturas en Abu Ghraib "acusando a los medios de comunicación de exagerar y culpando a todos los oficiales que estaban en el campo de batalla, muy lejos del presidente Bush y su equipo político".

AL PARECER, ESTAMOS ante una calculada y bien monitoreada estrategia de zapping de la barbarie para adjudicarle a "los otros", los "fundamentalistas islámicos" el peso de la "maldad", mientras que en el "eje del bien" se toman cartas en el asunto para corregir los "abusos" en Abu Ghraib.

2. Victorias militares frente a los "radicales". El video del degollamiento se difundió también el mismo día que se recrudecieron los enfrentamientos entre el ejército de Estados Unidos y las milicias del dirigente de la resistencia chiíta, Moqtada Sadr, en Najaf y Kerbala. Los enfrentamientos ocuparon el segundo sitio en jerarquía informativa para la cobertura de noticiarios en BBC, CNN, ABC, CBS y, por supuesto, Fox News. CNN insistió en difundir la versión del general Martin Dempsey, quien negó reiteradamente las versiones de que las tropas estadunidenses atacaron sitios considerados sagrados. "Nunca abandonaremos el derecho a defendernos, pero respetamos en lo posible los lugares sagrados", afirmó Dempsey. Y para el jueves 13 de mayo las versiones de los enfrentamientos señalaban que los rebeldes chiítas habían perdido en el terreno militar.

INDUCIR LA SENSACION de triunfo bélico y contrarrestar las versiones del descontrol y del caos de la ocupación militar son ingredientes fundamentales en la propaganda bélica.

LOS SUCESOS EN el campo de batalla dejaron en un segundo plano la emisión de CBS que ahora ya no transmitió nuevas imágenes de torturas, como ocurrió en el programa 60 Minutos que destapó el escándalo de Abu Ghraib, sino el testimonio de un soldado del ejército estadunidense que consideró que Irak es un "nido de víboras" y mencionó otros hechos de tortura y crímenes contra civiles iraquíes.

3. Ocultamiento y desacreditación de las imágenes. La gestión y el ocultamiento de las imágenes de Abu Ghraib se han convertido en prioridad para los administradores propagandísticos de la guerra en Irak. Y en este terreno cuentan con el consenso de las elites en el Congreso estadunidense. Después de que el miércoles 12 de mayo los congresistas salieran consternados ante la difusión de los videos y más de un millar de fotografías, la mayoría aún no publicadas, el presidente del Comité de las Fuerzas Armadas, John Warner, propuso no mostrarlas ante la prensa. "El proceso de los implicados no debe verse alterado por la publicación de estas fotos. Yo aconsejaría al gobierno que peque de exceso de prudencia; en este momento no sería aconsejable publicarlas", declaró Warner a la prensa. Los legisladores demócratas Tom Daschle y Dianne Feinstein apoyaron esta moción.

EL DEBATE ENTRE el ocultamiento y la difusión de las imágenes concentrará una parte del debate en la opinión pública reflejada en los medios impresos. Voceros de las organizaciones Human Rights Watch y de la Federación de Científicos Americanos han exigido, al amparo de la Ley de la Libertad de Información, que este material se conozca. Si el secretario de Gobernación mexicano, Santiago Creel, tuviera que determinar este proceso, seguramente recomendaría, como lo hizo peregrinamente ante el Congreso, que la ley de acceso a la información estipula que sólo después de transcurridos 12 años se podrían difundir.

PARALELAMENTE, EN GRAN Bretaña, el director del periódico Daily Mirror, Piers Morgan, se vio forzado a renunciar el pasado viernes 14 de mayo, una vez que el gobierno confirmara que la serie de fotografías publicadas hace 15 días por este medio son producto de un fotomontaje. Reconocido como un medio sensacionalista, proclive al invento y a la calumnia, Daily Mirror intoxicó y desacreditó previamente el debate público en Gran Bretaña. Sin embargo, otros periódicos como The Financial Times, The Guardian y The Independent e incluso la revista especializada The Economist han recordado al gobierno de Blair que si bien volvió a librarse momentáneamente de este contencioso, no se ha salvado de la corresponsabilidad del desastre moral y político que se registra en Irak. El columnista Phillip Stephens apostilló su artículo en The Financial Times que "al ir a la guerra aceptando la responsabilidad, pero sin tener autoridad, Blair ha roto una de las reglas cardinales de la política".

4. Cuba, abrir nuevos flancos de guerra. Otro elemento obvio de la contrapropaganda de guerra de los neocoms de Bush, frente a los indicios que vinculan las torturas de Abu Ghraib con el trato a los presos afganos en la base militar de Guantánamo, es abrir otros flancos de ataque: ahora contra Cuba, país al que se le recrudecen las medidas del embargo ilegal. Este nuevo flanco no sólo es abusivo sino fallido: unificó en contra, por primera vez, a un sector de la disidencia cubana y al propio gobierno de La Habana y, por otro lado, ha provocado la movilización de resistencia ciudadana y gubernamental. Las imágenes de la masiva manifestación del viernes 14 de mayo alcanzaron un lugar destacado en los medios europeos.

EL GOBIERNO DE Bush se ha quedado, otra vez, a mitad de su propia trampa propagandística. La imagen de debilidad que quisiera proyectar en sus enemigos ideológicos se le regresa como un efecto bumerán y las torturas de Abu Ghraib son aún una caja china que le puede provocar otras sorpresas y desafíos a su manual de propaganda bélica.

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