México D.F. Miércoles 12 de mayo de 2004
Se reúne con gobernadores de ocho comunidades
Bours Castelo desconoce a autoridades duales
de yaquis
CRISTOBAL GARCIA BERNAL CORRESPONSAL
Potam, Son., 11 de mayo. El gobernador Eduardo
Bours Castelo desconoció hoy aquí a las autoridades duales
de los pueblos yaquis de Vícam, Pótam y Belem, lo que podría
derivar en una nueva guerra interna entre los miembros de la etnia sonorense.
En una reunión con los gobernadores de las ocho
comunidades yaquis que se prolongó por más de tres horas,
Bours Castelo informó que este martes notificaría la decisión
asumida a los presuntos representantes indígenas.
La dualidad entre las autoridades yaquis que se viene
presentando desde 1997, con el nombramiento de dos o más gobernadores
en uno de los pueblos, ha derivado en la división interna que hoy
vive la etnia, lo que ha conducido al atraso y a la extrema pobreza de
los indígenas.
El encuentro, que por momentos se volvió tenso
ante la amenaza de los yaquis de bloquear la carretera federal 15, México-Nogales,
obligó al gobierno del estado al reconocimiento de las autoridades
tradicionales de los pueblos yaquis: Lomas de Guamúchil, Bácum,
Tórim, Vícam Pueblo, Pótam, Huirivis y Belem.
En la reunión, encabezada por Octaviano Jécari
Espinosa, máximo líder de la etnia sonorense, se dejó
en claro que las autoridades estatales han atentado contra los usos y costumbres,
al otorgar reconocimiento para acceder a la jurisdicción del estado
a personas con autoadscripción de gobierno tradicional.
"El mandato constitucional ha sido incumplido por los
gobiernos en convenios de concertación y acuerdos formales con personas
que no cuentan con el respaldo como autoridades por los usos y costumbres",
establece un documento de 13 cuartillas que fue entregado al gobernador
Bours, texto que explica la situación que impera en la comunidad
indígena.
La vigencia de los derechos y políticas para el
desarrollo de los yaquis hace obligatorio establecer acuerdos "con autoridades
tradicionales respaldadas por usos y costumbres".
Los desacatos a la norma jurídica por el gobierno
han dado pie a la división política y social de la etnia
sonorense. La recurrente pretensión de tener una cantidad mayor
de autoridades tradicionales apuntala la división de las autoridades
yaquis, se agrega en el escrito.
Se plantea, asimismo, que el gobierno ha actuado fuera
del estado de derecho que marca la Constitución, violando también
garantías establecidas por el sistema de usos y costumbres.
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