México D.F. Sábado 8 de mayo de 2004
Gustavo Leal F.*
ƑNuevo despotismo ilustrado?
Finalmente, después de las amplias movilizaciones de los trabajadores del IMSS en defensa de sus conquistas laborales, las evidencias proporcionadas por el segundo Coloquio de Seguridad Social, organizado por el SNTISSSTE, y los puntos de vista externados por legisladores, analistas y algunos segmentos patronales -entre otros- hicieron sonar su voz, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Francisco Gil Díaz, parece haber empezado a ampliar su visión sobre el problema global de las pensiones en México.
Una vez que el 17 de junio pasado la secretaría a su cargo filtrara al Senado el documento Una propuesta de reforma al ISSSTE, y que él mismo comunicara que esa "reforma" sería "espejo" de la más que controversial "reforma" que Ernesto Zedillo y Genaro Borrego le impusieron al IMSS en 1995, Gil Díaz se atrevió por fin a enmendar. ƑAlguien gana con ello?
Aprovechando el foro de una asamblea del Banco Interamericano de Desarrollo en Lima, Perú, Gil Díaz sostuvo que entre las reformas de fondo que son indispensables está la del sistema estatal de pensiones. Ella, dijo, es "algo urgente, e incluye no sólo una propuesta para empleados al servicio del Estado, sino a todos los trabajadores de México, incluso los de Petróleos Mexicanos, Comisión Federal de Electricidad, Luz y Fuerza del Centro e IMSS, pues el sistema de pensiones debería ser universal". Aunque hasta el momento nadie conozca esa "propuesta universal".
Y pocos días después, ya encarrerado, Gil Díaz se animó a "reflexionar" sobre algunos de los problemas "incomprensibles" que plantean las "reformas" mexicanas. Desde su punto de vista: "es algo paradójico, porque hablas con los miembros del Legislativo y las reacciones son de gente informada e inteligente, pero no hemos visto que eso se traduzca en una votación o en un apoyo político". Es claro que Gil Díaz cree estar capacitado para medir la "información e inteligencia" de los legisladores, sin obsequiar la prueba que lo dote del estatuto vitalicio de supremo "evaluador".
Pero más provocativa aún resulta su visión -como virtual "presidente económico" de México- sobre lo que nos "cuesta" la cerrazón de los legisladores: "esa falta de decisiones sí afecta, porque no estamos aprovechando las oportunidades que existen para que haya más crecimiento, empleo y mejores salarios. Es difícil entender eso, yo no lo comprendo".
Y para mejor "aclarar" el asunto, Gil Díaz recurrió al penoso caso de la reforma fiscal. Desde su punto de vista: si "existe un planteamiento distinto al de homologar la tasa del IVA a todos los bienes y servicios, estamos dispuestos a considerarla. Pero nos gustaría saber cuál es el planteamiento. Estamos abiertos a cambiar las propuestas, han sido modificadas, y ni aun así hay acuerdo".
En el más reciente informe del FMI sobre Argentina, elaborado por Anne Krueger, se consigna que Gil Díaz estima que las "políticas de reforma que se han aplicado a lo largo del continente en la última década son una grotesca caricatura de reformas con clara orientación hacia una economía de mercado".
Frente a este cuadro, y aunque de filiación priísta, el secretario de Hacienda del "gobierno del cambio" que soñó encabezar Vicente Fox considera que para completar el proceso de reformas estructurales, y al mismo tiempo evitar una mayor confrontación política, sería preciso considerar que "algunos grupos quieren una solución de todo o nada, o no se ponen de acuerdo las partes. Ese es el problema".
Y puntualizó que "con esos votos de un estado que tiene baja densidad poblacional y bajo número de diputados, que se habían comprometido a votar a favor de la reforma, hoy tendríamos reforma fiscal, pero al final no se dio".
En una reciente entrevista, el experto europeo en políticas públicas Giandomenico Manjone observó agudamente que el prototipo de analista que ha prevalecido en la tradición angloamericana se ha transmitido a la incipiente disciplina mexicana: un experto que soluciona problemas, cuya formación académica contiene conocimientos amplios acerca de métodos estadísticos, paquetes computacionales, finanzas y economía, entre otras cosas.
Y agregó: sin "equivocar demasiado las cosas, podría decirse que en esta posición hay mucho de presunción profesional y no tanto de sentido común. Fundada en la especialización de numerosas tareas gubernamentales, aparece una visión que, en cierto modo, representa un nuevo despotismo ilustrado".
ƑSerá que aquello que "no comprende" el secretario Gil Díaz se localiza, justamente, en el marco de ese nuevo despotismo ilustrado a que alude Manjone? ƑQué suerte podrán correr en sus "ilustradas" manos las propuestas "universales" sobre las pensiones de los trabajadores mexicanos? Porque también es cierto que puede haber gobiernos no tecnocráticos. Eso es lo que se jugará México en el 2006. * Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco
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