México D.F. Lunes 3 de mayo de 2004
Planea Casa Alianza llevar
el caso a la CIDH en caso de que no haya avances
Sigue libre el soldado que
asesinó hace dos años a niños inmigrantes
Señala que el proceso
está lleno de inconsistencias y critica el 舠cinismo舡 del
Ejército
CAROLINA GOMEZ MENA
A pocos días de
cumplirse dos años de que el soldado mexicano Ricardo Olvera
Venegas asesinó a tiros a Elmer Alexander Pacheco y a otro
niño conocido como David, el homicida sigue sin ser encarcelado,
debido a una supuesta enfermedad mental, lamentó Bruce Harris,
director regional de Casa Alianza.
Indicó:
舠pensábamos que la época de violaciones a los derechos
humanos cometidos por las fuerzas armadas de América Latina ya
se había acabado舡, y calificó de 舠cínica舡 la
actuación del Ejército Mexicano al 舠encubrir舡 el
asesinato de los dos menores migrantes centroamericanos, quienes
dormían mientras fueron acribillados el 24 de mayo de 2002 en
Coahuila
Ante ello, reiteró que
de no observarse avances, Casa Alianza llevará el caso a la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el
próximo año.
Harris, quien visitó
México para conocer el avance que tienen las apelaciones del
caso, así como para concretar una audiencia con Santiago Creel,
secretario de Gobernación, detalló que el proceso ha
estado plagado de inconsistencias; la principal es la esquizofrenia que
se argumenta padece Olvera, la que fue descartada por dos estudios
posteriores, uno ordenado por la procuraduría del estado en que
ocurrieron los hechos y otro por el juez de la causa, el cual
sobreseyó el caso.
Sin embargo, en el expediente
130/02 del juzgado primero penal de Coahuila se constata que el soldado
舠narró con lujo de detalles la forma en que habría
utilizado su ametralladora para acribillar a los niños y herir a
tres jóvenes más (...) Cómo escapó por la
montaña y escondió el arma, y cómo el
Ejército, al notar su ausencia, lo localizó poco
después en su casa, para enviarlo a un hospital militar舡,
indicó el representante regional de Casa Alianza, al poner
énfasis en que la obligación del Ejército era
ponerlo en manos del Ministerio Público, pues el crimen
había sido cometido en contra de civiles.
Harris explicó que en
el centro médico al que fue llevado, el cual 舠era manejado por
el mismo Ejército, diagnosticaron que el soldado padecía
un trastorno sicótico agudo en el momento de los hechos舡, lo
cual es 舠muy cuestionable舡.
Pero para Harris cualquiera de
las dos posibilidades, que lo haya hecho en sus sano juicio o que
realmente sufriera un desorden mental, es grave. 舠Si el soldado era
realmente esquizofrénico, entonces el Ejército Mexicano
es responsable por ponerle una ametralladora en las manos a una persona
incapacitada, desde todo punto de vista, para formar parte de las
fuerzas de seguridad del país舡.
De acuerdo con Harris, la
declaración, plagada de detalles de cómo 舠mató a
los niños舡, es una prueba de que el soldado 舠estaba consciente
cuando apuntó a Elmer y a David, les disparó y
escapó舡.
Elmer fue sepultado en su
comunidad natal de Toco, Honduras, pero David nunca pudo ser
identificado y fue sepultado como XX en el panteón
público de Saltillo, 舠donde nadie lo visita舡, comentó.
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