México D.F. Martes 27 de abril de 2004
"Se nos ha retratado en el mundo árabe
como cómplices de una invasión ilegal y brutal", dicen
Políticos británicos reprochan a Blair
"su cercanía" con Bush
Londres analiza el envío de mil 700 soldados
más a Irak; mandos militares se oponen
Un vocero del primer ministro señala que "a su
debido tiempo" responderán a las críticas
THE INDEPENDENT, REUTERS Y DPA
Londres, 26 de abril. El primer ministro británico,
Tony Blair, enfrenta una fuerte oposición de diplomáticos
y militares de su país por su política hacia Irak y Medio
Oriente, al tiempo que su gobierno y el de Estados Unidos comenzaron a
discutir el envío de otros mil 700 soldados británicos para
que cubran la retirada de los efectivos españoles de la ocupada
nación petrolera.
En una medida sin precedente 52 ex embajadores y gobernadores
británicos expresaron "su preocupación" por la política
exterior de Blair relacionada con Irak tras la caída de Saddam Hussein
y el conflicto palestino israelí.
Al acusar a Blair de abandonar el mapa de ruta,
los funcionarios británicos sostuvieron que ha habido "un abandono
de 40 años en los esfuerzos de la comunidad internacional por solucionar
los conflictos en tierra santa.
"Este
abandono de principios transcurre en un periodo en el que justa o injustamente
se nos ha retratado en el mundo árabe y musulmán como cómplices
de una ocupación ilegal y brutal en Irak", dice la misiva.
Oliver Miles, ex embajador en Grecia y Libia y uno de
los coordinadores de la carta, afirmó que la misiva refleja el sentir
de los firmantes sobre dos temas: Irak y el problema palestino-israelí.
"Sentimos que teníamos que hacer públicas nuestras opiniones".
Miles agregó que "nunca una política gubernamental
(británica) ha sido tan controvertida. Esto indica lo serio de nuestra
preocupación, la cual es probablemente la más grande que
colectivo alguno haya dirigido al gobierno de esta manera... Nuestra intención
no es dañar políticamente a Blair, sino fortalecer a quienes
piensan como nosotros".
La mayoría de los diplomáticos firmantes
han sido embajadores en Medio Oriente por lo que consideran que dar a conocer
su punto de vista al primer ministro y al Parlamento británico es
"un asunto de la más alta urgencia".
Estiman que la "cercanía" de Blair con la política
exterior de Estados Unidos no se refleja en la influencia que Londres debería
tener sobre Washington. "No tiene caso apoyar políticas que están
condenadas al fracaso", advierten.
Consideran que el actual gobierno laborista no tiene iniciativas
respecto del conflicto entre israelíes y palestinos, ya que sólo
espera lo que la Casa Blanca propone. Además estiman que el apoyo
estadunidense y de Blair al plan de retirada de Gaza del primer ministro
Ariel Sharon, provocará "que corra más sangre" israelí
y palestina, además de destacar que la medida "es unilateral e ilegal".
En cuanto a la ocupación de Irak, afirman que no
existe un plan de reconstrucción. También fustigan "las acciones
militares de las fuerzas de la coalición, las cuales deben estar
guiadas por los objetivos políticos y las necesidades impuestas
por la situación en el país, no por criterios alejados. Las
armas pesadas poco aptas para las misiones en curso, la retórica
bélica, las confrontaciones en Najaf y Fallujah, todo esto refuerza
a la oposición (armada) en lugar de aislarla".
Un vocero del primer ministro consultado por The Independent
expresó su preocupación por la carta y aseguró que
"a su debido tiempo responderán".
Parlamentarios tanto opositores como laboristas que desaprueban
la guerra en Irak, entre ellos el ex ministro del Exterior Robin Cook,
expresaron su apoyo a los 52 diplomáticos y gobernadores.
En tanto, altos oficiales británicos expresaron
su rechazo a que mil 700 de sus soldados sustituyan a las tropas españolas
y centroamericanas que se están retirando de Irak. Los oficiales
también expresaron el temor a que sus fuerzas, actualmente 12 mil
en el sur del país árabe, sean desplegadas en Bagdad y otros
puntos conflictivos de Irak bajo mando estadunidense, revelaron fuentes
confidenciales consultadas por The Independent.
En Oslo, el secretario general de la Organización
del Tratado del Atlántico Norte, Jaap de Hoop Scheffer, estimó
que las fuerzas de la alianza sólo podrán intervenir en Irak
si existe una resolución del Consejo de Seguridad de la Organización
de Naciones Unidas. De esta manera Scheffer descartó el pedido del
primer ministro polaco, Leszek Miller, para que la organización
asuma el control de las provincias iraquíes bajo mando militar polaco.
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