México D.F. Lunes 26 de abril de 2004
Preocupa a los organismos el hartazgo de latinoamericanos
por años de estrechez
Problemas de industrializados ponen en riesgo la economía
global: FMI-BM
Anticipan aumento gradual de tasas de interés
en EU, que afectará a países en desarrollo
ROBERTO GONZALEZ AMADOR Y JIM CASON ENVIADO Y CORRESPONSAL
Washington, DC, 25 de abril. La recuperación
de la economía mundial está en marcha, pero los beneficios
no se extienden a todas las regiones. Países como México
y Canadá aún no reciben el efecto positivo del crecimiento
de Estados Unidos, su principal socio comercial. La reunión anual
del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, que concluyó
hoy, dejó ver que, por ahora, los mayores riesgos para la economía
del planeta están relacionados con problemas en las economías
industrializadas.
También quedó de manifiesto que en la sede
de ambos organismos se comienza a ver con preocupación el hartazgo
que en varios países latinoamericanos existe entre la población
por los varios años de estrechez.
Este domingo, mientras las calles de la capital estadunidense
se convirtieron en escenario de una multitudinaria marcha feminista, el
FMI caracterizó la expectativa de la economía mundial como
''el inicio de la primavera de la recuperación'', después
de tres años de atonía. El Banco Mundial, mientras tanto,
coincidió en que el crecimiento ha tomado fuerza. Ese es el principal
mensaje que dieron ambos organismos internacionales durante los cinco días
que se extendió la reunión anual de primavera.
La
otra idea fue que anticipan un aumento gradual de las tasas de interés
en Estados Unidos, que puede afectar a los países en desarrollo
que pagan sus deudas en dólares, además de que el alto precio
del petróleo, previsto para este año en 30 dólares
por barril, es un factor que actúa contra una recuperación
más sólida, por su efecto en los países desarrollados,
los mayores consumidores de energía.
En especial el FMI manifestó que el ''doble déficit''
de Estados Unidos es un riesgo potencial para la economía mundial.
Después de un superávit de 200 mil millones de dólares
en 2000, Estados Unidos tendrá este año un déficit
fiscal de cerca de 600 mil millones de dólares. Mientras, el déficit
de su cuenta corriente alcanzó 5 por ciento del producto interno
bruto (PIB) en 2003 y se mantendrá cerca de 4.5 por ciento en 2004.
Financiar ese desequilibrio, que hasta ahora ha sido cubierto con la colocación
de bonos de deuda entre agencias internacionales y bancos centrales de
países desarrollados, principalmente, puede interrumpir el crecimiento
de la principal economía del planeta, ''más todavía
si ello ocurre acompañado por un abrupto y desordenado ajuste en
el dólar'', estimó el organismo.
Aun cuando la economía estadunidense se comenzó
a recuperar sólidamente en los últimos meses, con aumentos
de 8 por ciento anual en el tercer trimestre del año pasado, y 4
por ciento en el cuarto, los beneficios no se han extendido de manera uniforme
a otras regiones, como también quedó de manifiesto en esta
reunión.
''Un factor de preocupación es que una nueva forma
de desequilibrio acompaña las expectativas de recuperación
mundial'', comentó esta mañana Rubens Ricúpero, secretario
general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo.
''Lo que está ocurriendo es que hay crecientes diferencias de las
tasas de crecimiento entre regiones e incluso entre los países dentro
de una misma región''.
Habló en específico del caso de América
del Norte, que tiene desde hace una década un tratado de libre comercio.
''La fuerte recuperación que está experimentando Estados
Unidos todavía no ha tenido un mayor impacto en sus principales
socios comerciales, México y Canadá, que han tenido resultados
modestos en 2003''.
El punto fue también resaltado por James Wolfensohn,
presidente del Banco Mundial. El crecimiento del PIB en el conjunto de
los países en desarrollo superará este año el récord
de 5.2 por ciento logrado en 2000. El este y el sur de Asia tendrán
el mejor desempeño, mientras América Latina estará
sometida a una lenta recuperación.
Crecen las tensiones sociales
Uno de los temas de la reunión de primavera del
FMI y el Banco Mundial estuvo relacionado con un diagnóstico del
propio Fondo Monetario Internacional, divulgado el miércoles pasado,
que habló sobre las crecientes tensiones sociales en Latinoamérica
después de varios años de esperar los beneficios del sacrificio
económico.
El FMI habló por primera vez en estos días
de la necesidad de incrementar el gasto social, en momentos en que la inconformidad
ha echado de sus puestos a varios presidentes en la región. El punto
de debate fue la contradicción entre aumentar el gasto social, pero
al mismo tiempo mejorar la condición financiera de los países,
en la que el pago de la deuda externa juega un papel fundamental.
Para el mexicano Agustín Carstens, subdirector
gerente del FMI, no hay una contradicción en la escena. Interrogado
sobre este punto, respondió que ''para el FMI la reducción
de la pobreza en Latinoamérica es una verdadera prioridad. Hemos
reconocido la relación entre crecimiento y reducción de la
pobreza''. Dijo que el organismo busca que los países logren primero
estabilidad financiera, para crear condiciones propicias de crecimiento
y así reducir la pobreza. Regla que parece simple, pero que no ha
funcionado en los últimos 20 años.
El Banco Mundial, mientras tanto, dejó en esta
reunión la idea de que los países latinoamericanos enfrentan
una oportunidad para crear condiciones de mayor crecimiento. Guillermo
Perry, economista del organismo para la región, dijo que Latinoamérica
va a tener mayor crecimiento en los siguientes años y ello va a
ir acompañado de un periodo de incremento en los flujos de capital
y altos precios de materias primas, que generarán ingresos adicionales.
Estos recursos, planteó, deben ser empleados para crear fondos que
den liquidez cuando bajen los precios de esos productos.
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