México D.F. Lunes 26 de abril de 2004
Evaluación intersecretarial revela que se requiere mantenerlo
El Acuerdo Nacional para el Campo, pilar del cambio estructural en el sector
El Acuerdo Nacional para el Campo, firmado el 28 de abril de 2003, por los gobiernos federal y estatales; el Poder Legislativo, y las organizaciones de productores y campesinos, compromete el cumplimiento de cada uno de ellos en el ámbito de su responsabilidad y es uno de los pilares del cambio estructural en el campo.
A un año de la firma del acuerdo, una evaluación intersecretarial reconoce que los problemas estructurales no se resuelven con una visión de corto plazo, y aun cuando se emprendieron acciones sin precedente en el medio rural, recomienda la permanencia del citado pacto para beneficiar a más productores.
Entre los programas que están actualmente en marcha y que forman parte del Acuerdo Nacional para el Campo des-tacan el acceso al diesel agropecuario, a casi la mitad del precio, con que se ofrece al público en general; tarifas eléctricas especiales, el Programa de Apoyo al Campo (Procampo), entregado 94 días antes de la siembra y con una cuota actualizada de mil 120 pesos por hectárea.
Uno de los esquemas más relevantes es el acceso a insumos a precios más competitivos para reducir costos de producción, los apoyos a los productores ganaderos, el impulso a la reconversión de tierras para mejorar la productividad y comercialización, y más apoyos a la promoción del consumo de productos mexicanos.
Entre los beneficios directos a los productores se ejemplifica la certidumbre en el ingreso por la venta de las cosechas, el pago anticipado del Procampo, la apertura del registro alterno del citado progama a quienes no se integraron antes, y la actualización de la cuota del programa a mil 120 pesos por hectárea.
Actualmente, establece el documento, los productores tienen acceso a mejores condiciones para su actividad, lo que se refleja en menores costos por bombeo y rebombeo de agua.
Asimismo, los agricultores tienen oportunidades para reconvertirse a cultivos más rentables, apoyo económico para la producción de ganado bovino y respaldo en la promoción de sus productos en los diversos mercados.
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