México D.F. Lunes 26 de abril de 2004
El ex activista estudiantil renunció
a la PGR al circular fotos donde se le ve con narcos
Delación y colaboracionismo, estigmas de Sócrates
Campos Lemus en 1968
Sócrates Campos Lemus pasó a la historia
como "provocador y delator del movimiento" estudiantil de 1968, según
distintas versiones. Su controvertida participación en el mitin
del 27 de agosto de 1968 y los testimonios de quienes aseguran que colaboró
con los soldados para identificar a los estudiantes presos en el Campo
Militar Número Uno después de la matanza del 2 de octubre,
colocan a Campos Lemus -según ex integrantes del Consejo Nacional
de Huelga-, como parte de una estrategia de represión orquestada
por el gobierno mexicano junto con la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Campos
Lemus, quien apenas el pasado 21 de abril dejó su cargo como director
ejecutivo de la Dirección General de Comunicación Social
de la Procuraduría General de la República, donde se desempeño
como asesor en materia de comunicación social del procurador general
de la República, Rafael Macedo de la Concha, tras la difusión
de una fotografía en la que aparece departiendo en una comida con
los narcotraficantes y miembros del cártel del Golfo Juan
García Abrego y Juan N. Guerra, este último ya fallecido;
además, fue acusado también en su momento de trabajar para
la Dirección Federal de Seguridad (DFS), a cargo Fernando Gutiérrez
Barrios.
Gilberto Guevara Niebla, uno de los dirigentes del movimiento
estudiantil y preso político de 1968 a 1971 le dijo a La Jornada
(02/05/2002) que existen numerosos elementos que apuntan a la participación
de la CIA en la elaboración de una estrategia de "represión
preventiva" que derivó en la masacre del 2 de octubre.
"Muchos de los actores que la instrumentaron estaban vinculados
con la agencia, al menos indirectamente", cita el ex activista.
Guevara Niebla señaló también en
que "el accionar de la CIA podía constatarse en el comportamiento
de algunos líderes extrañamente radicalizados".
Quizá no pertenecían a la CIA, añadió,
pero sí a otras corporaciones, como la DFS. El movimiento estudiantil
era pacífico y legal, "pero Sócrates Campos Lemus (quien
presumía ser sobrino del general Alfonso Corona del Rosal), Sóstenes
Torrecillas, Luis Tomás Cervantes Cabeza de Vaca, hombres sin convicciones
políticas que en un principio se ostentaron como priístas,
llegaron a ser los más radicales.
"Cuando el Consejo Nacional de Huelga se proponía
el diálogo, ellos se oponían". Tan grave fue la actuación
de este tipo de personajes que Guevara Niebla aseveró: "así,
entre la ingenuidad de los dirigentes estudiantiles y la presencia de los
radicales de última hora, se gestó la sangrienta represión
que terminó por aplastar el movimiento del 68".
En el video producido por La Jornada y canalseisdejulio,
Tlatelolco: Las claves de la masacre, se subraya el hecho de que precisamente
el 27 de agosto de 1968 "se rompería la línea" que había
seguido hasta aquel entonces el conflicto.
Pese a que no estaba contemplado como uno de los oradores
de aquel mitin celebrado en el Zócalo, Sócrates Campos Lemus
le propuso a la multitud permanecer en el lugar hasta el primero de septiembre
-fecha del Informe presidencial-, para forzar el diálogo público
con Díaz Ordaz.
Campos Lemus les preguntó: "¿Compañeros
están de acuerdo que el diálogo público sea en esta
Plaza de la Constitución el día primero de septiembre a las
10 de la mañana?" Tres mil estudiantes permanecieron de guardia.
Durante la madrugada fueron desalojados. El estandarte rojinegro (izado
por los manifestantes en el asta bandera del Zócalo), fue el pretexto
para que el gobierno organizara horas más tarde un acto de desagravio
a la bandera nacional con burócratas del Departamento del Distrito
Federal.
"Tras los sucesos del 28 de agosto se ocultan las claves
de una provocación: documentos oficiales aportan indicios de que
Campos Lemus actuaba en coordinación con cuerpos de seguridad del
Estado. La bandera rojinegra fue retirada por los militares durante la
madrugada del 28 de agosto e izada nuevamente antes del amanecer por empleados
del Departamento del Distrito Federal. El 28 de agosto de 1968 una compleja
estrategia represiva es aplicada contra el movimiento estudiantil". Modelo
de represión que fue ejecutado el 2 de octubre.
El documental agrega que hay evidencias testimoniales
suficientes para establecer que la DFS infiltró al movimiento estudiantil
y que las sospechas sobre la actuación de Campos Lemus son más
que fundadas.
Pese a que fue detenido el 2 de octubre de 1968 y llevado
a la prisión del Campo Militar Número Uno, hay testimonios
de jóvenes que acusaron al hasta hace poco colaborador del procurador
Macedo de la Concha de haberle ayudado a los militares a identificar a
los líderes estudiantiles.
Aunque recibió una sentencia inicial de 16 años
de prisión, Carlos Mendoza, director de canalseisdejulio, comenta
en entrevista que el trato que recibió Campos Lemus de las autoridades
siempre se distinguió de los demás.
No es casual, añade, que después de dejar
la cárcel se haya ubicado rápidamente en diversos cargos
oficiales, como el de director de la Casa de las Artesanías de su
natal Hidalgo, a fines de los años 70.
De acuerdo con documentos localizados en el Archivo General
de la Nación, en 1971 Luis Echeverría lo mandó llamar
y le dijo que buscara a José Gazcón Mercado, para que fuera
nombrado delegado del Fonafe.
Mendoza comenta que Campos Lemus se convirtió en
"el rostro de la provocación gubernamental en el interior del Consejo
Nacional de Huelga".
Raúl Alvarez Garín, ex dirigente estudiantil,
es lapidario en su comentario sobre la trayectoria del ex funcionario de
la PGR: "quizá se movió en una dirección doblegado
por el miedo, y se agotó como personaje político el 2 de
octubre de 1968", porque "hay actitudes que te marcan de por vida y siempre
fue fantasioso, mitómano e inconsistente".
Después de haber laborado en diversas dependencias
gubernamentales, Campos Lemus se dedicó a publicar materiales en
algunas revistas hasta que fue llamado, el año pasado, por el general
Rafael Macedo de la Concha para que le ayudara en la oficina de comunicación
social y en sus relaciones con los medios de comunicación.
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