México D.F. Viernes 16 de abril de 2004
Inaugura el historiador ciclo de conferencias
sobre el Charro cantor, en Santiago
Jorge Negrete generó un profundo impacto político
y social en Chile: César Albornoz
Con su visita de 1946, el cantante y actor hizo que
el país perdiera la castidad, afirma
NOTIMEX
Santiago, 15 de abril. El historiador César
Albornoz afirmó que el extinto cantante y actor mexicano Jorge Negrete
"desordenó" a Chile con su visita de 1946, la cual generó
un profundo impacto "cultural, moral y político" en la sociedad
de la época.
"El impacto público causado en la sociedad chilena
por el artista mexicano generó heridos, conflictos morales, políticos,
cuestionamientos, generó ventas", dijo el investigador, al inaugurar
un ciclo de conferencias sobre la visita de Negrete.
Sostuvo
que con la llegada del Charro cantor a Santiago, el 26 de junio
de 1946, los chilenos "perdieron el pudor" en relación a un personaje
que se había transformado en un fenómeno de la música
popular, "capaz de movilizar a más de 5 mil personas".
"Chile se desordena, como que pierde la castidad" en esa
reacción multitudinaria frente a la llegada del artista mexicano,
agregó el experto al intervenir la noche del miércoles en
el ciclo de conferencias que se realiza en el Archivo Histórico
Nacional.
A juicio de Albornoz, "desde ese 26 de junio de 1946,
la sociedad santiaguina no fue la misma", por lo cual la visita de Negrete
puede considerarse como un hito de la cultura de masas que tiene una importancia
histórica en el país.
"Se inicia una etapa, dentro de lo que es la cultura de
masas en Santiago de Chile, en que todas las variables que están
ligadas a la cultura masiva, a través de la música popular,
se concentran en un evento que genera un impacto público", agregó.
Indicó que la visita de Negrete, convertido en
un verdadero astro latinoamericano del espectáculo por su incursión
en la música y el cine, se transformó en un acontecimiento
que "queda en la memoria de todos quienes presenciaron directa o indirectamente
aquel hecho".
Varios factores contribuyeron a ese suceso, que de acuerdo
al especialista "marca un momento de inflexión en el fenómeno
de la música popular masiva en Chile".
La cálida recepción a Negrete se enmarca
dentro de diversos procesos históricos que influyeron en la masificación
de la música popular, como la evolución de los medios de
prensa, de los espacios de interpretación y el propio desarrollo
de las ciudades.
Albornoz explicó que la música popular,
como producto de consumo masivo, requiere de un "soporte" para su promoción
que vaya más allá del disco, lo cual en el caso de Negrete
fue el cine, "con su imagen representada en afiches, carátulas y
portadas".
Las películas del Charro cantor, de esta
forma, constituyeron su principal plataforma para consolidar la conquista
del público latinoamericano, con cintas como Ay Jalisco no te
rajes, que permaneció cinco semanas en exhibición en
las salas chilenas.
En una nota del 19 de junio de 1946, la revista Vea
destacó que ese récord "no ha sido quebrado por película
alguna del cine latino", a la que se suman "otros éxitos del galán
que nos visita, como Historia de un gran amor y Me he de comer
esa tuna''.
Al impacto social de la visita de Negrete contribuyó
además la preminencia de la canción popular en español
y la popularidad de la música criolla y el tango, pero sobre todo
la presencia de la música mexicana a través del cine.
"La imagen precede al cantante y lo masifica, y al año
46 se habían visto en el país cinco de las 24 películas
filmadas hasta la fecha por Negrete", recordó Albornoz.
El cine mexicano se caracterizaba por tener siempre una
canción como elemento central, agregó el historiador, y "la
música de Negrete, más que una música escuchable y
bailable, era una música imaginable, visualmente".
Albornoz indicó además que el cantante mexicano
produjo un gran impacto en Chile, tanto en los medios de comunicación
como a nivel artístico local, por su origen militar y su compromiso
con la lucha sindical en su país.
Durante su visita a Santiago, Negrete presenta una imagen
de "hombre de izquierda y gremialista, soldado, hombre de cine, macho,
amante y hasta de benefactor (participa en acciones de beneficencia)",
concluyó el historiador chileno.
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